Caracoles a la montañesa
El caracol en la cocina. Caracoles a la montañesa
Caracol es el nombre común de los moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral . Hay caracoles marinos (a veces denominados caracolas), dulceacuícolas y terrestres.
Me referiré solo a los llamados terrestres.
Leve historia del caracol terrestre en la gastronomía.
El caracol ha sido provocador de pasiones gastronómicas, casi con la misma proporción que de rechazos. En general la cultura anglosajona, ingleses y norteamericanos, los aceptan de mal agrado, mientras que para la mayor parte de los países mediterráneos suponen un manjar o bocado exquisito
Su consumo se remonta a la prehistoria, según atestiguan los numerosos restos de conchas descubiertas en yacimientos de la cuenca mediterránea y en especial en la península ibérica, datados entre la edad del bronce a 1800 años a c.
Los romanos, quienes lo llamaban “ostra de la tierra” llegaron incluso a crear lugares para criarlos. Plinio el Viejo se hace eco, de la que se cree fue la primera granja de caracoles de la historia instalada en Italia en el año 50 a c. Los solían consumir cocidos, a la parrilla o con leche y con un poco de vino dulce mezclado con garum (salsa fermentada, generalmente de pescado).
Leonardo da Vinci, dejó una sopa de caracoles como testigo de la popularidad de la época, así como indicaciones de cómo debían presentarse bañados en una salsa de mantequilla, ajo y perejil. Receta bastante similar a los famosos caracoles a la Borgoña.
En la Edad Media se consumían en abundancia y como suplemento proteínico en los días de Cuaresma, ya que su carne era apta para la abstinencia.
Tipos de caracoles comestibles
De las 550 especies de caracoles que existen sólo se consumen una docena.
En Europa se consumen varias especies:
Helix pomatia, el caracol comestible, preparado con su concha, con mantequilla y perejil.
- Tamaño típico: 40 a 55 mm para un peso adulto de 25 a 45 g.
- Se encuentra normalmente: en Borgoña.
Helix aspera:
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Helix aspersa aspersatambién conocido como el caracol europeo marrón, se cocina de muchas maneras, según las diferentes tradiciones locales.
- Tamaño típico: 28 a 35 mm para un peso adulto de 7 a 15 g.
- Se encuentra normalmente: Países mediterráneos (Europa y África del Norte) y la costa Atlántica francesa.
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Helix aspersa máxima.
- Tamaño típico: 40 a 45 mm para un peso medio de 20 a 30 g.
- Se encuentra normalmente: en África del Norte.
Otala punctata, la cabrilla.
Achatina fulica un caracol gigante africano, es troceado y enlatado y se hace pasar para algunos consumidores como escargot.
Iberus gualtieranus alonensis, la baqueta o serrana, apreciadísima en la Comunidad Valenciana, Región de Murcia y sur de Cataluña; se utilizan especialmente para la elaboración de la paella.
Particularidades de los caracoles
Los caracoles hibernan (normalmente desde octubre/abril). También pueden detener su actividad en verano en condiciones de sequía, lo que se le conoce como estivación. Para mantenerse húmedos durante la hibernación, sellan la apertura de su concha con una capa seca de mucosidad llamada epifragma.
Abundan en los terrenos, secos, calcáneos, rocosos, abiertos y desforestados. Una de las características que lo convierte en un caracol especial es su alimentación, si está compuesta fundamentalmente de tomillo, lavanda, hierbas del monte les propicia un sabor inconfundible.
Un caracol puede reparar su daño en la concha con el tiempo, si sus condiciones de vida mejoran, pero algún deterioro lo bastante grave podría ser fatal para el caracol. Por eso los caracoles se desarrollan mejor en las zonas calizas. Donde el carbonato cálcico escasea, algunas especies faltan y otras, las más adaptables, tragan piedrecitas que contienen calcio, roen huesos, pintura caliza o plantas ricas en calcio.
El caracol en la cocina
Como ya he comentado, es un producto con fans y detractores, catalogándose por unos como manjar y otros como insípido, sin olvidar a los que por su aspecto, no se dignan a probarlos.
Algunos gastrónomos como Julio Camba o Néstor Luján, acusaron al caracol de alimento insípido o alimento propio de hambrunas.
Ha sido protagonista de infinitas recetas, muchas de ellas con gran personalidad, pudiendo reseñar a la borgoña, a la “llauna”, arroz con caracoles, con bacalao, con tomate y jamón, en calderete, con cerdo y pisto y seguro con muchas maneras más.
Caracoles a la montañesa
En Cantabria el consumo de caracoles se centra prácticamente solo por estas fechas, arranca con San Andrés (30 de noviembre), en la ciudad de Castro Urdiales, donde ese día es un plato obligado y se mantiene su consumo durante todas las Navidades.
Hay dos formas de procurarse la materia prima:
De moda:
La más moderna es la de adquirirlos como una conserva artesanal, existiendo ya empresas radicadas en Cantabria, elaborando con caracoles silvestres que proceden de parajes de la región y desde allí se trasladan directamente a la factoría, donde son seleccionados en un proceso muy minucioso, uno a unos son examinados, descartándose los de medidas insuficientes y los de una cáscara blanda.
Posteriormente se procede al lavado únicamente con agua, se sumergen los caracoles en unos recipientes de grandes dimensiones, para que suelten la suciedad, repitiéndose cuantas veces sea necesario hasta que al final el agua salga cristalina. En ese momento están en condiciones de ser cocidos, observando si la carne asoma por la cascara, efectuando en ese momento otra selección. Embotellando y esterilizando posteriormente.
Los caracoles se ha asociado siempre a laurel y guindilla
Clásico y el cual yo siempre he conocido:
En lugares soleados, con huertas y cultivos cercanos, en el mes de octubre y hasta mitad de noviembre, se buscan los caracoles adheridos sobre todo en las piedras (querencia de los mismo por el calcio y en esta tierra prácticamente todos los pueblos tiene una cantera de piedra ya abandonada), para esa época ya están con un tiempo de ayuno y se guardan en una malla, en un lugar seco y ventilado.
En el momento de destinarlos a cocinar, cada casa tiene su sistema de “purgarlos”, unos con agua con sal y vinagre un día entero, lavándolos posteriormente con cambios de agua hasta que la misma salga limpia y otras prefieren sumergirlos en agua de mar..
Mi tia Pepa, con su malla de estas navidades
Receta de caracoles a la montañesa
En esta ocasión ha tenido la gentileza de facilitarnos le receta el Restaurante El Refugio, situado en Tanos-Torrelavega.: http://www.restauranteelrefugio.com/
http://www.verema.com/restaurantes/50033-el-refugio-torrelavega
Participante de las VI jornadas de Cantabria Verde, con producto estrella el caracol y celebrado en los primeros días de este mes de diciembre. Me han facilitado dos recetas, este a la montañesa y otra receta con tomate, pero dada la estructura del blog, publicaremos la primera.
Caracoles a la Montañesa
Ingredientes:
2kg. De caracoles.
150 gr. de jamón serrano.
100 gr. de chorizo fresco.
6 lonchas de bacon.
¼ Kg de nueces.
3 tomates maduros
1 cebolla
1 diente de ajo
2 cucharadas de pasta de pimiento choricero
Pimentón
Guindilla
Aceite
Sal
Preparación:
- Después de limpios los caracoles se cuecen en tres aguas. La primera y la segunda 5m. y la tercera 45m. y los escurrimos.
- En la cazuela donde se van a guisar freímos la cebolla bien picadita, añadimos el jamón, el bacon y el chorizo en taquitos.
- Agregamos las nueces, pimentón, la guindilla picadita y la carne de pimiento choricero.
- Rehogamos los tomates rallados y cocemos en 15m.
- Añadimos los caracoles, cubrimos con agua y cocemos suavemente unos 15m.
- Arreglamos de sal y reposamos unos minutos.
Con el fin de equilibrar esta entrega en cantidad, con la siguiente que sera la próxima semana, irá el maridaje de los caracoles a la montañesa, con el plato de caracoles evolucionado y su maridaje.
Agradecimientos: a Restaurante El Refugio de Tanos, a Manuel Urrea por sus fotos y a mi ti Pepa por prestarse a la foto con sus caracoles.
Copyright Gabriel Argumosa
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en respuesta a Elsanz Ver mensaje de Elsanz ¡Que alegria el verte, o mejor leerte, por aqui¡
Lo del purgado debe ser un arte, el martes cuelgo unos detalles de como Javi Sambal lo hacia.
¡Señores veremeros¡ este compañero nos puede aportar mucho: ¡Bienvenido¡.
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en respuesta a Blueberry Ver mensaje de Blueberry Lo primero pedirte disculpas por no haberte contestado primero. Lo siento, pero se me habia "traspapelado" tu respuesta.
Efectivamente hace ya años se veian a gentes "apañando" caracoles por la cunetas de la nacionales, y a dia de hoy se ven todavia aún, a pesar de que se suelen echar herbicidas en ellas. sic.
En el alto de Turujal, bajando para Treceño habia una, ahora no se si sigue esa, pero hay más.
Por cierto, veo que te ubicas en Portugal, no te olvides que a los de Torrelavega les llaman portugueses.
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en respuesta a Gabriel Argumosa Ver mensaje de Gabriel Argumosa Nada de disculpas! no te preocupes
El otro día leyendo una cosa de la Gimnastica justo vi lo de portugueses y me hizo gracia
Yo soy "papardo" (de los respetuosos no de los pesados!) desde que soy un canijo llevo yendo por tu tierra y me tiene enamorado, así que estoy entre los seguidores fijos de tu blog
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Leí el otro día tu blogs y, como ya sabes, me gustó. El tema del caracol, como alimento, es una cuestión cultural. A mi me costó acostumbrarme. Hoy, superado el, posible, problema de su limpieza, para mí es una plato exquisito. Se dice que sabe más la salsa que el caracol, que realmente éste es insípido, sin embargo entiendo que el caracol aporta al guiso un sabor especialísimo, sutil, que lo hace irresistible.
A ver si cae algo estas navidades.
Nos vemos.
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en respuesta a Blueberry Ver mensaje de Blueberry Muchas gracias por seguir el blog.
Desde estos momentos nos seguimos mutuamente.
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en respuesta a Hisisi Ver mensaje de Hisisi Por lo que veo Cantabria y una cántabra, te ha metido "por los caracoles".
Mañana hablamos y nos montamos algo para estas fechas.
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en respuesta a Blueberry Ver mensaje de Blueberry Biénvenido a Verema. Veo que eres de un pais que me encanta...Portugal. Yo soy un "portugués de Torrelavega" que veranea en Comillas. Yo entendí por que nos llamaban "portugueses" a los de Torrelavega, cuando por primera vez fuí a Lisboa (1974) y visité el monumento a Enrique IV El Navegante. Estaban marcados en el Mapa Mundí, que está a sus pies, todos los lugares del mundo que habían sido pisados por portugueses en sus navegaciones por los mares. Y Saludos desde Cantabria.
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Muy buen y documentado articulo, ahora ya solo te falta el tercer capítulo, que verse sobre los marinos...
Yo con el caracol, no puedo y mira que lo he intentado...esa textura parece ser que no esta hecha para mis sentidos...
Oye y enhorabuena a tu tía Pepa que veo que es una caracolera sin parangón...