Real chocolat, sueño o realidad.
Cuando era pequeña, solía tener un sueño recurrente. Me quedaba encerrada en una tienda de juguetes toda una noche, y podía llevarme lo que quisiera sin tener que rogar a ningún papá o abuelo, ni romper la famosa hucha que todos los niños tenemos. Era un sueño fantástico, también lo experimentaba en modo kiosco, o tienda de caramelos.
Hace un par de semanas estuve en Saint Jean de Luz, Francia: un lugar que me gusta especialmente. Una playa agradable en verano, y mucho ambiente en sus calles peatonales durante el resto del año. Los domingos abren las tiendas!! La Rue Gambetta es muy popular, uno puede recorrerla en diez minutos o en un par de horas, depende de plan.
Descubrí esta tienda de chocolates. Y me acordé de mis sueños de la infancia. Era un escenario ideal para alguno de ellos. De otra manera, pese a no tener la necesidad ya de recurrir a huchas o abuelos, me hubiera costado hacerme con varios kilos de tabletas multisabores sin perjuicio de mi conciencia y de mi salud.
No si apreciáis que los tienen de lait caramel, mi favorito! Ese fue el que me llevé. Te atienden de forma amable, manipulan el chocolate con guantes, y sales de la tienda con una extraño coctel de sensaciones; feliz por el botín, impaciente por hincarle el diente y desolada por todo lo que te has dejado allí esperando una próxima vez.
La tienda está decorada toda en rosa. Lo que me faltaba! soy la mujer Pink. Visto más bien de beiges y tonos discretos, pero en accesorios no dudo en dar un poco la nota con el color. Y este verano, con lo que se lleva el rosa, me calzaré mis bailarinas fucsias sin miedo a desentonar. Si veis tiene fuente de chocolate. La verdad, soy anti fuentes de chocolate, me parece más chic la cosa de la fondue.
Esta tienda se encontraba situada en una casa típica de las de por allí, con contraventanas verdes, estilo vasco-francés. Pensé que era la única en la ciudad, pero no! Seguí caminando y me la encontré otra vez, como si me persiguiera. O como si me la tuviera que encontrar, para hacer de nuevo una comprita más.
Infinidad de frutas confitadas, escarchadas, azucaradas....tentadoras todas ellas. A estas alturas de la película empecé a sospechar que ésto no era una tienda de chocolates cualquiera, y que probablemente formara parte de una franquicia llamada así: Real Chocolat.
Ya de vuelta en mi casa, entré en google y busqué. Mis compras ya me las había comido, con lo cual me entró la duda de si todo aquello había sido sueño o realidad. Y en efecto, estaba ahí para mi alivio. Podré volver siempre que quiera y pasar media hora eligiendo cual será en esta ocasión mi chocolate gourmet.
Os dejo en enlace, tienen una página preciosa y se puede comprar on line. http://www.real-chocolat.fr/
Hasta la próxima!
Beatriz G.