Entrevista a Bernard Magrez
Unos minutos de conversación con Bernard Magrez en Vinexpo, permiten descubrir en este hombre, que a sus 73 años dirige los destinos de uno de los grupos vitivinícolas más importantes del planeta, una exquisita afabilidad y amabilidad. La última edición de Decanter lo sitúa en el número 29 en la lista de las personalidades más influyentes y poderosas del mundo del vino. Considerado en algunas ocasiones como una persona controvertida, no cabe duda de que la mirada de Bernard Magrez cuando habla del vino transmite una gran pasión por el vino. Y es que tantos años de pasión por algo quedan marcados en las retinas de los ojos.
Usted es el propietario del Château Pape-Clément, uno de los Grand Crus considerados más prestigiosos y antiguos de Burdeos.
Este Château perteneció a un papa, el Papa Clemente V, papa del 1304 al 1314. La primera vendimia se efectuó en 1252. La producción anual es sólo de 85.000 botellas, es pues un vino muy especial.
¿En que otras zonas vinícolas de Francia posee propiedades?
En Burdeos, en Languedoc y en Rosellón.
¿Y en el resto del mundo?
España, Portugal, Uruguay, Argentina, Chile, California y Japón.
¿Qué es lo que puede decirnos sobre la evolución de su empresa Les Clés du Terroir con Gérard Dépardieu?
Somos socios con 50/50 sobre 6 viñedos cuyos terroirs son de una calidad especial y donde producimos pequeños volúmenes pero de una elegancia extraordinaria.
¿Por qué escogió las regiones de Toro y Priorat?
Porque para mí son los dos mejores terruños de España.
¿Cómo observa usted el mundo del vino en general dentro de la situación económica que se está viviendo a nivel internacional?
Los grandes vinos de calidad excelente tienen un futuro asegurado, para la baja gama hay verdaderos problemas.
¿Piensa que el vino acabará por imponerse como una cultura por encima de la opinión de muchos detractores?
Sí, por supuesto. El vino esencialmente es un producto cultural y será respetado como tal.
¿Cree que los jóvenes deben ser educados en un consumo moderado de alcohol?
Cada uno ordena su vida a su manera pero los grandes vinos tardarán siempre en la emoción y el sueño de vivir mejor.
¿Qué es lo que representa el vino para usted?
Es un producto cultural que depende del "cielo", las heladas, la lluvia, el viento, las enfermedades, es pues un producto muy difícil de dominar, por todo esto es muy apasionante.
¿Qué es lo que le diría a una persona que siente interés en la cultura del vino y quiere convertirse en apasionado?
Si uno quiere la excelencia en la vida, se convierte rápidamente en un apasionado del vino y sobre todo porque es difícil de comprender, que es lo que le hace un inmenso producto de la tierra.