Una auténtica sorpresa para mi, no recuerdo catar muchos Caiños monovarietales.

Tiene un estilo delicado de un tanino suave pero con garra, una acidez fina e integrada que te hace ensalivar hasta el más allá. Una fruta tierna, sobre todo la roja, mora y cereza, toque sanguino, ferroso, se aprecia el paso del tiempo, el terruño, es sin duda una gozada de vino, lleno de curiosidades...

Poco expresivo inicialmente, muestra después una nariz elegante, de mediana intensidad, en la que sobre un fondo balsámico hallamos aromas a fruta roja y bosque umbrío, que se complementan con toques vegetales, pimienta negra y violetas marchitas.

Ligero en boca, con una acidez desbordante, pero muy bien integrada. Abunda la fruta roja, especialmente ciruela ácida, y, como en fase olfativa, aparecen también notas vegetales. Muy amable, sus taninos resultan sedosos. Postgusto largo, con la fruta ácida como protagonista.

Los años le están sentando a este vino de maravilla. Manteniendo la frescura de sus inicios, ha ganado en finura y elegancia, y todo apunta a que va a ir a más.

Color rojo rubí, ribete rojizo, capa baja y gruesa lágrima bien lenta. Nariz de muy buena intensidad con aromas de fruta roja madura y frescas muy intensas (grosellas, frambuesas y fresones silvestres) y balsámicos muy refrescantes (mentolados), hierbas del monte (espliego y tomillo), algo de laurel, finos tostados de la barrica bien integrados, surgen notas de pan tostado, finos especiados, monte bajo bien fresco (musgo), hojarasca, piedra húmeda de fondo que le aporta más frescura al conjunto. Suave entrada en boca, agradable recorrido de buen cuerpo y ligero nervio, muy buena acidez, fruta roja fresca muy sabrosa, finos tostados, taninos dulzones, suaves especiados, mentolados frescos, licoroso, algo goloso, suave amargosidad que le aporta estructura y cierto volumen, buen carácter e intensa persistencia. Final bien largo, postgusto de fruta roja y retronasal balsámico.

Más información en: http://www.elvi.net/2014/01/17/goliardo-caino-2010/

Cereza de capa baja y borde frambuesa. Nariz fresca de intensidad media, dominada por fruta roja: frambuesa y fresa silvestre. Menos nítidos, aparecen también aromas a tierra húmeda, hojarasca de bosque y laurel. Con el tiempo se suman a lo anterior notas minerales, ceniza de leña y recuerdos salinos, mostrándose la fruta roja inicial ahora algo más golosa, como compotada. En boca es ligero, fresco, con elevada acidez, cierto toque salino y, al final, algunas notas amargosas. Taninos pulidos. Postgusto de persistencia media, dominado por la acidez y algo de salinidad. En resumen un vino de corte atlántico, con carácter y originalidad. No es el estilo de lo que tomo habitualmente, pero me ha gustado.