ARIYANAS BLANCO 2016

13%

Vino blanco de color amarillo verde-limón claro, leve untuosidad en copa. Sin depósitos.

Aromas de moscatel como cáscara de naranja, lima, hierba recién cortada. Es muy fragante, intenso, con puntas de piedra y mineralidad, así como se muestra zona fresca en altitud, mirando al mar (alguna nota yodada).

En boca es complejo, con muy buen equilibrio entre su acidez medio+, el alcohol medio y bien integrado, un conjunto de notas sedosas por sus lías y pieles,  sin inundar, solamente unos toques sutiles, fragantes, que envuelven la boca. Intensidad medio+ a cítricos (lima, mandarina, cáscara de naranja), floral (azahar, margarita), notas de hierba fresca, pino, puntas balsámicas. Un final largo y muy seco, sin astringencia casi, con evolución de 12 meses en botella y puntas de humo y piedra.

A las 48 horas, aromas de limón, gerbera, lavanda, anis, con intensidad pronunciada, y sobre todo muy limpios y con mucha suavidad y frescura. Trasladan al monte bajo, con manzanos, naranjos, mandarinos, hierbas de monte. En boca, es un vino seco, con acidez medio+, alcohol medio- y suavidad en el contacto de lías muy finas (notas de mantequilla de Burgos). Puntas de piedra, humo, calizas.

Final medio+ en longitud.

Maridaje con arroz sedoso de calabacín, puerro y fumé de rape.

92/100 ad hoc

Esencia pura de flores blancas, de jazmines silvestres pletóricos de luz, acacias mecidas por la brisa marina, flores prematuras de almendro, azahar de patio andaluz en mis recuerdos de infancia.

Sabores que juegan a encontrar el atrevido equilibrio de la frescura de infinitas gotas de rocío, el amargo final de un beso de despedida, la salinidad pura del fondo oscuro del mar. Un semblante que es a la vez serio y amable, nos deja un recuerdo persistente del que no queremos soltarnos para no regresar de la prístina poesía que nos cautiva con mil flores embotelladas.