Niepoort, Magia y terroir en el 12º Encuentro Verema

Llenos de expectación y en el incomparable marco del Hotel Las Arenas, nos dirigimos con gran curiosidad y emoción a la cata que, dentro del 12 Encuentro Verema,  nos ofreció Niepoort. Para ello tuvimos el privilegio de contar con la presencia de Dirk Niepoort, descendiente de esa saga y que actualmente es quizá el personaje más influyente del mundo del vino en nuestro vecino país. Además de Dirk, presidiendo la mesa, Quim Vila y Paco Higón. Desde luego, un lujo a la altura del evento.

Un año más excelente sala, copas, servicio, temperatura de los vinos y todo lo necesario para disfrutar de la cata, o mejor dicho de las catas, ya que para muchos de nosotros la sensación fue la de disfrutar de dos catas, una de vinos de Oporto y otra de vinos del Douro, con un final sorprendente del que hablaré en su momento.

Me gustaría previamente dar a conocer que la familia Niepoort es de origen holandés, y se introdujo en el vino a través de F.M. van der Niepoort, quien en 1847 se asoció con Eduard Kebe, que había fundado la bodega cinco años antes. Tras el fallecimiento de Kebe, Niepoort se hizo cargo de la compañía hasta el día de hoy, en que su principal responsable es Dirk van der Niepoort tras suceder a su padre, siendo nuestro invitado la quinta generación familiar en el mundo del vino.

No se dijo durante la cata, aunque se supone que los participantes en ella debíamos saber respecto al Oporto,  que se trata de un vino fortificado, es decir, antes de que termine la fermentación de todo el azúcar, se añade aguardiente que la interrumpe, dejando algo de azúcar residual y aumentando el grado alcohólico. La forma tradicional es elaborar en el lagar, normalmente de granito y utilizar pipas, nombre que designa allí a las barricas de 550 l.

El orden de la cata fue el siguiente: Lbv 1981, Lbv 2008, Niepoort Vintage 2009, Bioma 2009, Colleita 2001, Colleita 1986, Tiara 2005, Tiara 2011, Redoma 2008, Redoma 2009, Redoma 2010, Batuta 2008, Batuta 2010, Charme 2008, Charme 2010 y la sorpresa final, el VV.

Tras una breve introducción por parte de Quim Vila, tomó la palabra Dirk Niepoort, mientras iban llenando nuestras dieciséis copas con néctar de diversos colores ante nuestra sorprendida y fascinada mirada.

Empecemos por los Oporto: primero nos indicó las diferencias más sustanciales entre los tres tipos de Oporto con añada que íbamos a probar, es decir, LBV (Iniciales de Late Bottled Vintage), Vintage y Colleita, los primeros permanecen un mínimo de 4 a 6 años en barricas (pipas), los segundos entre 2 y tres años y los Colheita, más de 7. La bodega Niepoort supera ampliamente estos mínimos en todos los casos, siendo todos ellos ensamblaje de muchas uvas y con un diferente tratamiento que les confieren características peculiares como se verá en su cata.

Quiso dejar claro Dirk que Niepoort  estaba por la búsqueda de la pureza del Oporto, lo tradicional, intervenir lo menos posible, la autenticidad de los vinos de Oporto, aquellos vinos que fascinaron a los británicos y que hoy recorren el mundo.

Y empezó la magia…

- LBV 1981: Color rojo, muy ligero, de capa baja por su evolución, notas de menta, recuerdos florales y algo de fruta negra, siendo en boca muy fresco, licoroso, notas de la evolución, ligeros punzantes y mucha longitud. Sorprendente.

- LBV 2008: Color rubí, en nariz notas de fruta roja y negra, recuerdos a chocolate. En boca es fresco pero al tiempo con gran concentración, taninos presentes pulidos, suave en el paso, buena acidez y equilibrio, resultando también muy largo. Un placer con gran potencial de futuro.

- Niepoort Vintage 2009: Color cereza cubierto, nariz poderosa marcada por fruta roja y negra, también notas especiadas. En boca es muy potente, estructurado, taninos marcados, concentración y potencia con elegancia. Largo.

- Bioma 2009: Se trata de un Vintage con características especiales y procedente de una viña ecológica. Color cereza cubierto con ribete púrpura. La nariz sorprende por las notas de chocolate, menta, frutos negros y minerales. En boca resulta fresco, con los taninos marcados, muy rústico y potente, concentrado, pleno, frutal y con un final sorprendentemente elegante. Menudo potencial!

- Colheita 2001: Color rubí de capa media-alta. En nariz resulta muy complejo, notas de maderas finas, ahumados, algo de fruta madura y frutos secos. En boca es muy elegante, sensaciones especiadas, buena acidez, complejo y muy largo. Un placer para los sentidos.

- Colheita 1986: Color anaranjado con destellos marrones. La nariz muestra sus años, evolución, recuerdos a piel de cítricos, maderas finas y sensaciones difíciles de describir. En boca resulta estructurado, nada pesado, vivo, delicado y de una longitud casi eterna. Para recrearse y disfrutar.

Aquí termina esta primera parte de la cata. Tras haber probado excelentes vinos, difícil elegir, quizá no haya que hacerlo, cada uno con unas características y adecuado para su momento. Personalmente me sorprendió mucho la fuerza y rusticidad del Bioma y la elegancia, complejidad y longitud del Colheita 1986, pero el nivel de todos los vinos fue altísimo.

Y nos marchamos al Douro: 

Dirk mostró su fascinación por esas tierras, sus grandes posibilidades, la gran calidad de sus suelos, la influencia de las añadas y el respeto por el terroir que pretende dar a sus vinos.

Apreciar las virtudes de estos vinos exigió un ejercicio de abstracción respecto de las sensaciones que nos habían dejado los Oportos. Difícil empresa teniendo en cuenta el potencial y concentración de estos vinos.

- Tiara 2005 y 2011: La primera sorpresa fue la dificultad para reconocer cual era el 2005 y cual el 2011, lo que nos habla del gran potencial de envejecimiento de este vino.

En nariz es un blanco de complejidad aromática, con notas cítricas, de manzana verde y hierba fresca sobre una mineralidad muy marcada. En boca es estructurado, con peso en boca, fresco y con buena acidez, largo. Evidentemente el 2011 más fresco, con un ligero “petillant” y la fruta más marcada, resultando el 2005 más complejo y estructurado. Un blanco  bien construido con grandes posibilidades de maridaje. Rico.

- Redoma 2008, Redoma 2009 y Redoma 2010: El primer tinto de Niepoort, procede de viñas de más de 60 años, Touriga Franca, Touriga Nacional, Tinta Roriz y Tinto Cao se unen a otras variedades, más de treinta, para formar tras envejecimiento en fudres, un vino robusto, auténtico, que muestra muy bien  la personalidad de su procedencia. En nariz fruta negra sobre todo, ligeros tostados, especias, balsámicos y mucha mineralidad, sobre todo pizarra. En boca resulta estructurado, taninos vivos pulidos, complejo y fresco a la vez que concentrado. De final muy largo. De nuevo un gran vino con mucho potencial para envejecer e ideal para acompañar una buena comida.

Cada vino muestra características propias de la climatología de cada añada, resultando más redondo el 2008 y todavía algo verde el 2010.

- Batuta: A diferencia de Redoma no se produce todos los años. Viñas muy viejas, de más de 70 años, barricas de roble francés de 20 a 22 meses dan a este vino una complejidad muy especial.

• Batuta 2008 muestra en nariz fruta negra, tierra húmeda, especias y minerales sobre notas de café y torrefactos, siendo en boca un vino seco, muy mineral, estructurado, con taninos marcados, buena acidez y frescura, de gran persistencia.
• Batuta 2010 aparece más especiado y vegetal que el anterior, aún algo rudo pero con la sensación de que mejorará mucho en botella. Largo y con futuro.

- Charme: Un vino realmente impresionante que no deja indiferente, Tinta Roriz, Touriga Franca y otras, son tratadas con delicadeza, pisado en lagar con todo su raspón, es envejecido entre 14 y 16 meses en las mejores barricas de roble francés, mostrando que proviene de las viñas ubicadas en la zona más fresca del Douro. Elegante y como es seña de esta casa, con un gran potencial de envejecimiento.

• Charme 2008: Nariz muy compleja con notas de cereza, fruta negra, minerales, cacao, lácteos, recuerdos florales y monte bajo. En boca es una delicia, excelente acidez que lo equilibra, sedoso en el paso, potente pero con elegancia, ligeros amargos y un final muy largo.
• Charme 2010: La nariz de nuevo compleja, cargada de frutillos del bosque, toques florales, de nuevo monte bajo, mineralidad y balsámicos. En boca muy buena acidez, cremoso, amplio, taninos pulidos, elegante, y muy largo.

Y para terminar: 

Sorpresa difícil de describir: un VV, simplemente Vino Viejo (Vinho Velho), y tanto…, vino embotellado para conmemorar los 170 años de Niepoort, solo 999 botellas, así que nuestra emoción estaba justificada. La base de este vino es una mezcla de un buen vino de 1863, si, 1863, no me he equivocado, envejecido en barrica hasta 1972. Creado por el abuelo de Dirk, se trata de un vino mítico, prefiloxérico y con longevidad casi ilimitada. Un tesoro, una rareza, no me atrevo a definir sus aromas, complejidad y sensaciones, una experiencia y uno de esos momentos en los que nos miramos y sabemos que estamos viviendo algo fuera de lo común. Gracias Niepoort por este final único y especial.

 ¿Qué más añadir? La sala llena de aromas y todos agradecidos a Verema, a Vilaviniteca y especialmente a Niepoort y en su nombre a Dirk, por una cata inolvidable, llena de magia y  terroir….

Josep Gallego