Contino y los vinos de Chus Madrazo son patrimonio de la Humanidad

En las instalaciones de Cadiex (con una moderna sala de degustaciones que albergará grandes momentos) se ofreció una muestra de los vinos de Contino destacando el espiritu del buen trabajo, un paseo por las sensaciones más naturales, más intrínsecas y hasta más sofisticadas de diferentes añadas y sus varietales más representativas.

No encaminamos estas notas por la tesis ni por el ensayo. El vino inconmensurable existe pero no es irrefutable, se transmite, evoluciona en multiples fases y culmina cuando la nueva añada vislumbra el nuevo poderío de su génesis, la cultura del vino es una historia interminable. Hay vinos que a pesar de su opulencia pueden envejecer muy bien con una trayectoria de placer inmensa, dia a dia, momento a momento y hay vinos que probaran nuestros herederos sin que nosotros hayamos tocado su etiqueta. No es triste, es hermoso. El disfrute tiene muchas facetas.

Contino Blanco 2010 es brillante y de buena intensidad con una riqueza inmensa, pero también una fina acidez abrazando toda su estructura y dejando desenvolverse los toques de albaricoque, más fruta blanca, algunos mentolados; está muy equilibrado todo su conjunto, cremoso, un fondo ahumado, terminando con amplio y vehemente sabor. Aromas primarios de gran elegancia a la postre.

Contino Garnacha 2008 ha sido una fantastica sorpresa, me quedé clavado en el fondo de la copa, perdido entre su profunda oferta floral, fragancias, estilo, complejidad, rosas, nutritivo...Jaral, especias de monte bajo. El vino se transforma cuando pasado un rato levanta fragancias (rosas) y deja más sabores como cassis, moras, todo muy delicado, expansivo.

Contino Reserva 2006 vuelve a la casa de mis sensaciones con la misma buena cantidad de aromas a roble dulce, ciruelas y moca, pequeñas especias secas y un toque de cuero al abrirse pero todo hermosamente integrado; muy templado de acidez así como la grosella negra que se expande un poco (un fondo de laurel, violetas), y en el paladar está muy bien concentrado, seductoramente frutal. Este es un vino elegante, de equilibrio impecable y largo postgusto. Hago copia de mi nota anterior. Si cabe en esta un reprise de mentolados y chocolates que redondean su buen paso.

Contino Gran Reserva 2005 está muy lejos todavía del rojo granate medio con óxido rojizo indicando su capa de reserva claramente, con nada de naranja todavía, es casi atrevido, algo de nuez moscada tal vez y las semillas del laurel para masticar con ganas… Qué va! Es brillante, carnoso, sólido –notas de caramelo- y el café que sacude un nervio inteligente de nuestros registros con el fondo mineral que va a permanecer como un tarro de arandanos en las manos, pringandote.

En los vinos de Contino y Chus Madrazo hay muchos elementos que forman su esqueleto y composición ornamental, desde los fondos que aporta el estilo de crianza y cada uva y su parcela y el momento de recogida; todo constituyendo una colocación metódica y mostrándonos entre los matices que sugieren muchos aromas ese juego regular que alcanza la buscada armonía.
 

Contino Graciano 2007 para mí el vino más teórico y comprometido del cosmos Contino. La complejidad aromática y frescura es de una dimensión sin precedentes. Se le puede llamar primitivo pero el paquete vibrante de frutos negros y el regalo de alguna baya roja muy precisa con toques de chocolate, la intensidad de mineral y taninos suaves marcan el contorno de su textura colosal, un espesor que nace como un brote que sale de la tierra buscando aire húmedo y la luz necesaria para su disfrute..

Contino Viña del Olivo 2007 es tal vez el “losange” de este universo maravilloso. Pocos vinos alcanzan un alto grado de finura, puede ser perfumado, robusto y de larga vida, se puede tomar todo su tiempo, no dejarte relajado porque su espíritu es informal, inquieto…

Hay aromas intensos y llenos de humo de tabaco negro; hay un paso de cedro y pimienta negra molida gruesa, y si le das un poco de oxígeno contactarás sucesivamente con cerezas, frambuesas, arándanos silvestres y notas de caliza –terroir-. Hay luego unas líneas complementarias que acompañando a su acidez espectáculo y dejando un aroma floral que recuerda las violetas te redondea el perfil del vino con estructura y gran equilibrio. Pero es una mole de granito. Pesa. Necesita un estímulo de humildad. Tiempo.

Y esto es lo que hemos bebido, amigos.

©Roy Lichtenstein Je sais...Brad, 1963 (Huile et magna sur toile) Sammlung Ludwig