Peña La Verema

Enate Merlot-Merlot 1998: la D.O. Somontano suma y sigue

Con la sana intención de disfrutar de una de nuestras catas de vinos, y queriendo olvidar lo sucedido el día anterior a la cata en Milán (los hay que tropiezan dos veces en la misma piedra), nos reuníamos esta vez en Casa Pepico, en el barrio Roca de la localidad de Meliana. Barrio que no es más, ni menos, que un pequeño grupo de casas en mitad de la huerta segregadas a escasa distancia del pueblo. Huerta ésta, la de la comarca al norte de la ciudad de Valencia, perfectamente conservada desde hace siglos, patrimonio paisajístico, social y humano de primera magnitud que esperemos la iniciativa popular desatada recientemente ayude a salvar y conservar de la especulación salvaje de estos tiempos que corren.

En una de esas casas del barrio que está en mitad de la huerta se sitúa Casa Pepico, acogedor bar-restaurante donde lo difícil lo hacen fácil y viceversa. ¿Por qué? Porque un local donde lo primero que te recibe es una excelente selección de vinos, donde éstos se conservan, y se sirven, ¡y se sirven, qué maravilla! en perfectas condiciones de temperatura, donde los platos y las tapas de siempre están hechos con cariño, donde el aceite que acompaña la mesa para la cena es por ejemplo Dauro d'Aubocassa (excelente aceite de arbequina hecho en Mallorca), no es, lamentablemente, algo corriente.

La cata le correspondía organizarla al bioquímico del grupo, José Enrique Pérez, y tal como nos tiene habituados, ensayó una muy buena idea: catar el mismo vino, Enrique Mendoza cabernet sauvignon reserva, pero de distintas añadas para conocer así la evolución del vino con los años. No tuvimos suerte y la idea salió tristemente fallida porque el vino más antiguo, el reserva 1990, no estaba ya en condiciones.

Quedó en primera posición el vino que es una de las últimas apuestas de Jesús Artajona, enólogo de Enate, el Merlot-Merlot 1998. El primer merlot 100% de la casa, de las mejores parcelas de viñedos en ladera de reducida producción (superando apenas los 4.000 kilos/hectárea). Buena maduración del fruto, largas maceraciones, fermentación maloláctica en barrica de roble de Nevers y crianza en barrica seminueva, han hecho el resto. Una curiosidad de este excelente vino es su redundante nombre, que surge sencillamente del trabajo diario: había que diferenciar las cubas de cabernet-merlot de las de "merlot-merlot". Sin más.

Algunos años más lleva haciéndose el Enrique Mendoza cabernet sauvignon reserva, y nunca defrauda. Este de 1996 quedó en segunda posición en nuestra cata por delante del Cims de Porrera 1997. La verdad es que los Priorato siempre han cosechado desigual suerte en nuestras catas a causa del promedio entre partidarios y detractores. Me vais a permitir que opine que era el vino con más personalidad de los cuatro, el más original y diferente. Y esto, a veces, se paga.

El cuarto en discordia fue el Enrique Mendoza cabernet sauvignon reserva 1990. Hubo consenso, o casi, en que el vino no estaba en condiciones. O sea, lo que llamamos un ilustre cadáver, que no debería haber sido ni puntuado. En fin, para mí fue una gran desilusión porque sigo el mito personal de probar los efectos beneficiosos de la larga permanencia en botella de un vino (unos 10 años en este caso). Y es que conseguir una buena conservación del vino en Valencia requiere ganas (ya empiezan a existir, pero hace 10 años ...) y algo de dinero.

Notas de cata

Enate Merlot-Merlot 1998

Picota oscuro de capa alta. En nariz muestra aromas frutales limpios, con notas de humo y vainilla. En boca es complejo, redondo, con un final largo y un punto de astringencia.

E. Mendoza cabernet sauvignon reserva 1996

Rubí oscuro bien cubierto. Nariz compleja con aromas animales, plátano, y recuerdos herbáceos. En boca es en principio algo amargo, pero se muestra sabroso, especiado, y elegante.

Cims de Porrera 1997

Picota morado con ribetes violáceos. Nariz con frutos rojos, chocolate, y cuero, pero muy particular. Buena estructura, con madera bien integrada, largo, con final astringente.

E. Mendoza cabernet sauvignon reserva 1990

Color ocre, muy evolucionado. Aromas pasificados, frutas en compota, en licor, higos. Suavísimo en boca, alcohólico. La mayoría coincidimos en que el vino no está ya en condiciones.

La cena estuvo acompañada y regada en primer lugar con el nuevo vino de Alejandro Fernández de sus nuevas bodegas zamoranas: Dehesa de la Granja 1998. Un 100% tempranillo con 2 años de crianza en roble americano. Don Alejandro sigue en su línea inigualable de excelentes vinos sea donde fuere que los haga. Y a precios competitivos. Cigalitas, tellinas, esgarrat, mojama, calamar, pulpo, anchoas y verduritas plancha, fueron los sucesivos y magníficos acompañamientos escogidos por Pepe, nuestro anfitrión.

Las chuletitas de cordero lechal compartieron mesa con una botella magnum de Venta d'Aubert 1996, vino que lleva el mismo nombre que la bodega turolense del pueblo de Cretas.

El postre, una deliciosa mousse de chocolate, cerró la velada en compañía de una botella magnum de cava Agustí Torelló Mata Brut Nature. Una muestra del cuidado y cariño que Pepe tiene con el vino y con sus clientes: dio a probar el cava antes de servirlo. ¿Verdad que tristemente esto no es lo habitual?

En Casa Pepico ocurrió un hecho a reseñar para nuestra historia particular: Juan Such abandonó la presidencia de nuestra peña para dejarla en manos de Salvador del Saz. Gracias a ambos.


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