Mi amistad con la familia Martínez, propietarios de la Compañía Vinícola del Campo de Requena, productores de los vinos Vera de Estenas, se remonta a hace casi 25 años. Un día llegó a mis manos un listado de asociaciones relacionadas con el mundo del vino. No recuerdo cuantas había pero puedo asegurar que muchas menos de las que hay ahora. Las llamé por teléfono una a una y cuando le tocó el turno a la Asociación Cultural
Bodega Honda, de Requena, me atendió muy amablemente Don Francisco Martínez Bermell (q.e.p.d.). En los años posteriores pude ir descubriendo la importancia del personaje con el que de vez en cuando hablaba y al que en una ocasión le pedí el número de fax y me contestó que tenía el problema de que su bodega era tan honda que no llegaba el fax. Tiempo más tarde, en un viaje a Valencia, conocí a su hijo Federico Martínez Roda, en su despacho de abogado, quien el primer día me dijo: “Tu tienes que conocer a mi hermano Félix”, quien al parecer estaba estudiando en Estados Unidos. Cuando Félix finalizó sus estudios nos conocimos y se inició una gran amistad que se mantiene con el paso de los años.
Félix Martínez Roda, quien actualmente dirige los destinos de esta bodega familiar, que se encuentra entre las más prestigiosas de la DO Utiel-Requena, ha “mamado” vino desde muy pequeño. Ese mismo Félix siempre tuvo la visión de futuro que heredó de su padre y a finales de los 80 ya me hablaba de la bobal, quizás fue la primera persona que me habló de esta variedad a la que la familia Martínez ha contribuido de manera destacada a posicionar con el prestigio que merece y que hasta ahora no tenía. La defensa férrea del potencial de los vinos elaborados con bobal no fue un impedimento para ser al mismo tiempo pioneros en la introducción en la DO Utiel-Requena de variedades foráneas como cabernet sauvignon, merlot, malbec y chardonnay, que cultivan junto a las ya implantadas cepas de tempranillo.
Historia de Vera de Estenas
Se conoce por Casa Don Ángel a un conjunto de casa, bodega, jardín y tierra de labor que se encuentra en el paraje La Cabezuela, en el termino municipal de Utiel, situada al oeste de la Finca, y de la cual dista 2,5 Km, lindando al Este con la rambla de Estenas, frontera natural del termino municipal de Requena. En la parte construida debe destacarse el edificio central, mansión modernista levantada en 1919 según las pautas de la época, que dispone en su parte posterior de una bodega del mismo tiempo, actualmente transformada y utilizada como cava; junto a esta se encuentra la bodega actual, naves de crianza, planta embotelladora y museo.
La finca esta plantada en su totalidad de viña, excepto algunos almendros que bordean los caminos, la cual abarca todas las edades, desde un bobal centenario a cepas recién plantadas. Vera de Estenas Viñedos y Bodegas es una empresa familiar que cuenta con una larga tradición vitivinícola. Vera de Estenas es el espíritu de Francisco Martínez Bermell. Desde que se instaló en la comarca de Utiel-Requena en 1945, trajo la tradición exportadora del Grao de Valencia. Independizándose de la empresa familiar, Francisco Martínez Bermell, bajo el magisterio de Don Pascual Carrión, en la escuela de enología de Requena, se convirtió en uno de los enólogos más prestigiosos de España. Fue elegido presidente de honor de la asociación española de enólogos, tras ser presidente durante dos legislaturas (8 años) y vicepresidente de la Organización Internacional del Vino (OIV). En 1981 toda su actividad vitivinícola, que se había desplegado especialmente en los municipios de Requena y Venta del Moro, se trasladó a la bodega Casa de Don Ángel, edificio modernista construido en 1919, en las cercanías de Utiel.
Esta bodega volvió a mostrar su espíritu pionero y comenzó un intenso cambio que consideraba necesario en la viticultura de la comarca: poco a poco dejó las exportaciones de vino a granel y se centró en mejorar las variedades de uva y recuperar la bobal con nuevos tipos de elaboración, todo ello destinado a los embotellados de calidad. Así Vera de Estenas se convirtió en la primera bodega valenciana en cultivar y elaborar variedades como Chardonnay, Merlot, Cabernet Sauvignon y Malbec. Y este ha sido el reto que han continuado sus hijos, en especial Félix Martínez Roda, que año tras año elabora unos vinos con sello propio, siendo fiel al concepto de innovación, pero sin perder la expresión del terruño donde se cultiva el viñedo. Precisamente esta búsqueda de personalidad propia, que intenta aunar tradición y modernidad, es el legado y el espíritu de los vinos Vera de Estenas.
Algunos vinos de Vera de Estenas
Vera de Estenas Rosado 2008
Con la variedad bobal, autóctona de la DO Utiel-Requena, se elaboran excelentes vinos rosados. En este vino se presentan todos los rasgos genuinos de esta variedad. Color rojo con tonos fresas y ribetes violáceos, limpio y brillante. En nariz es muy intenso, afrutado, con toques de frutas carnosas. En boca es muy equilibrado, fresco, con la acidez justa. En post-gusto es potente, recordando la fruta y los aromas florales.
Martínez Bermell Merlot 2008
Un merlot que, fermentado en barrica de roble nuevo, adquiere una personalidad increíble. Color intenso, rojo rubí que invita a degustarlo. Nariz compleja con recuerdos a frutos rojos, vainilla y tostados. En boca es equilibrado, sorprendentemente redondo para su juventud, con buena fruta y un toque suavemente especiado de madera, bien conjugado.
Casa Don Ángel Bobal 2005
Tinto monovarietal tradicional de variedad autóctona bobal. Crianza de 6 meses en depósito, 15 meses en barrica y 12 meses en botella. Impresionante vestido guinda oscuro con ribetes ligeramente violáceos propios de su juventud. Profusa lagrima manchada. Brillantez que se atisba tras su potente capa. La nariz, intensa y fragante es matizada y cambiante, empieza por notas intensamente frutales, con recuerdos de fresón, ciruela madura y grosella que poco a poco se torna amaderada y especiada con notas entre canela y vainilla y finalmente se abre a otros recuerdos más envolventes y densos como caramelos, confituras y tostados delicados de la crianza. el alcohol es un vehiculo perfecto para su desprendimiento aromático y no un elemento agresivo como en otros vinos de madurez y grado intenso. Boca de ataque seco, intenso y potente, de paso marcado por la densidad y en el que las notas tánicas se ven equilibradas por su grado y la acidez dota al vino de ligereza y dinamismo que una vez llega al fondo de boca se frena y permite un postgusto y fijación de las sensaciones gustativas, tremendas por potencia y longitud. Este vino es una joya aun en proceso de afinado pero que destella en copa tanto en aroma como en sabor.
