El bautizo de Tempranilla Jones en el mundo del vino

Desde mi adolescencia me he sentido atraída por el vino. Esta bebida de dioses que los mortales podemos degustar con avidez y deleite, pero que al principio es un mundo muy desconocido para muchos intrépidos y aventureros catadores que se inician en esta lides sabiendo de antemano que conocerlo es quererlo y que cuanto más lo conozcamos más lo amaremos.

Así, pues, iré subiendo mis venturas y desventuras, para que junto a mi aprendizajes sean muchos otros los que puedan caminar conmigo en este mundo tan apasionante ¡¡¡Estoy muy emocionada!!!

Primera cata en casa, o como pagar la novatada...

Se me ocurrió que podía organizar una cata en casa, ¡ilusa de mi!, con mis amigos, así estaría cómoda y me sentiría segura en un entorno conocido y que controlaba y a ellos ¡seguro que les encantaría! Como soy muy aplicada, busqué información de cómo realizar una cata en condiciones, así me sería más fácil comenzar esta aventura.

No debería ser muy difícil, ¿no? Catar es degustar un producto y ver si te gusta o no. ¡¡Eso es fácil!! yo conozco mis gustos, ¡como todo el mundo!

Requisitos para realizar una cata correctamente

• El ambiente: debe ser en una sala donde, a poder ser, exista luz natural, esté bien ventilada, tenga una temperatura agradable... Mi pisito de 50 metros es idóneo!!!

• Hay que estar en buena forma física: Esta es fácil de cumplir, aunque estoy un poco desentrenada, puedo salir a hacer un par o tres de km antes de la cata, así estaré en perfectas condiciones. Siendo la anfitriona, ¡debo cumplir mi papel a la perfección!

• La mejor hora para catar: Ha de ser antes de comer o una vez hecha la digestión. Así tenemos algo de apetito y los sentidos agudizados. Perfecto, los convoco a la hora de la merienda, que ya habremos hecho la digestión y después de la cata, ya cenamos

• La copa se ha de coger del tallo. ¡Ups! Es decir, que lo de coger la copa con toda la manaza, no sea que me la vayan a a quitar, como que no, ¿verdad? Pues nada, sacrificaremos la practicidad por la profesionalidad

• Fases de la Cata:

  • Visual: Es importante tener un fondo blanco para poder apreciar los tonos del vino. Perfecto, ¡pondré ese mantel que mi madre me compró para el ajuar! (ya que no me caso, al menos que sirva para catar).

  • Olfativa: Primero con la copa en reposo y después tras agitarla. Perfecto, ¡esta parte es fácil!

  • Gustativa: Hay que tomar un pequeña cantidad en la boca, para poder moverlo dentro de ella y no mantenerlo más de 15-20 segundos. Lo ideal es escupirlo después pero... no se yo... esta parte igual nos la saltamos, tampoco somos profesionales y lo que quiero es que mis amigos se lo pasen genial

Bien, con todo esto, ¡¡¡ya estaba lista para mi primera Cata!!! O eso creía yo... Resultado de mi gran idea:

13:00 Salgo a correr un ratito, así tengo la parte de estar en buena forma física superada.

14:55 Llego con un tirón en el gemelo que ha hecho que la media hora de relajante y desintoxicante running se convierta en una odisea para volver a casa, con caída en medio del parque incluída. Gente mirando, vergüenza pasada y despreocupación fingida, mientras me levantaba todo lo dignamente que pude, con la cara como un tomate.

15:30 Duchada y con el gemelo masajeado, voy a comprar los vinos para esta tarde.

16:15 ¿cómo es posible esas colas en el súper? No me da tiempo de enfriar el vino en la nevera, pues... al congelador, ¿no? ¡HORROR! 

17:05 ¡Comienzan a llegar mis amigos!

Del resto de la tarde, os haré un resumen, ya que de lo que esperaba a lo que fue...

Para empezar, los vinos estaban fresquitos, fresquitos, ¡casi granizados!. Para seguir, me pasé toda la tarde corrigiendo a mis invitados: Chicos, que así se calienta el vino y se mancha la copa y no deja ver correctamente el color y la lágrima. ¡Cogedla del tallo, no con toda la mano!!

Chicos, un traguito para degustar y poder comentar la acidez, los taninos... no, por favor, toda la copa de golpe no.

Chicos... ¿no hace mucho calor aquí? Uf... Creo que mi pisito al final no va a ser idóneo para una cata.

Vamos, ¡que al final mis amigos acabaron pasando de mi! Cuanto más les decía yo que no hicieran algo, menos caso me hacían así que al final... me di por vencida y me uní a ellos, ¡anarquía visual, olfativa y gustativa! Y claro, como no había comido con tanto ajetreo pues... acabé muy perjudicada. ¡No me volverá a pasar! La próxima vez saldrá mucho mejor.

Errores que no se tienen que repetir:

1. El vino no tiene que sufrir, esto me lo dijo una amiga a posteriori, cuando le conté mi odisea. Es decir, tenia que haber reposado en frio, con calma, sin prisas y sobretodo con mimo y a la temperatura de consumo que recomienda la bodega o en su defecto la recomendada para el tipo de vino que se trate. El congelador lo dejamos para las arruguitas de la cara y poco más.

2. Olvídate de hacer una cata seria y formal para un grupo de solter@s desbocados que llevan trabajando un año. No sirve, no vale. Realiza una cata para personas que realmente está interesadas en aprender o en enseñar o simplemente en amar el vino y querer catarlo, que es la principal premisa.

3. Paso a paso, no pretendas saberlo todo en una sola tarde, el mundo del vino, de la cata del vino es muy complicado. Sólo la práctica y el catar mucho te hace conocerlo. Por lo tanto tengo mucho que aprender y mucho camino por recorrer.

¡Salud!