López de heredia viña tondonia reserva 1997.
Juan Cuatrecasas
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comentarios
Compaginar wasabi y sushi con un Tondonia Reserva 1997 parece a priori un anacronismo insalvable. Dos elementos culinarios opuestos, que sin embargo terminan resultando como las fichas contiguas de un puzzle. Sentimiento japonés y misticismo riojano. Kaiseki y Gonzalo de Berceo, unidos para la ocasión.
Tempranillo 75%, Garnacha 15%, Graciano y Mazuelo 10%, proporción de uvas sometidas a una cría de cinco años y medio en barrica, sometido a dos trasiegas por año.
Y aunque esa cosecha de 1997 fue un tanto extraña en la bendita Rioja, las notas del Tondonia resultaron tan francas, como inconfundibles.
Catado el pasado 26 de Noviembre en el Restaurante Asia Chic de Bilbao, su análisis personal dió los siguientes frutos :
Magnífico color rubí, bello y digno de aplauso. Vía nasal portentosa, con trufa suave y cueros. Fruta roja con perfume de licor y flores secas. Boca suave, elegante, bastante redonda. En el apartado de "sí, pero..." diría que tiene un pequeño defecto : no es persistente en demasía, se pierde a los pocos minutos de ensalzar el paladar. Eso sí, el equilibrio lo consuma con maestría. Acidez justa.
Un vino perfumado, impecable en presencia visual y nariz, y algo corto en boca.
Cuanto menos, atractivo.
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anonimo
Siempre pienso en López de Heredia como una casa que hace tintos que parecen blancos y blancos que parecen tintos. ¿Qué opinas?
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Buena definición. Te diré que estuve en la bodega no hace mucho con un experto catador, y el blanco Tondonia de 1971 lo definió con los ojos cerrados como un tinto borgoñón.
No sé si yo diría tanto, soy más prudente, pero algo hay de lo que tú dices.
En todo caso bodega sería que merece el mayor de mis respetos. Nadie logra dar a sus vinos esa condición tan alquimista, tan mágica y poética. A mi López de Heredia me sugiere melodía de arpa de Brian Boru, flores silvestres y cuero del Llibre de Meravelles. Y trufa, siempre mucha trufa.
Saludos.
