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Vinagre de Chardonnay O-MED

La dieta mediterránea tiene entre sus productos más emblemáticos el aceite de oliva virgen extra y el vinagre. Ya conocíamos los magníficos aceites de oliva de O-Med, pero hace pocos días pudimos conocer el vinagre de la firma. El vinagre O-Med es un vinagre producido a partir de mosto concentrado de uva chardonnay y envejecido en barricas de roble francés durante doce meses. Tiene una acidez de 6º y un suave color dorado pálido. Es muy aromático y tiene una acidez comedida y compensada por un fondo ligeramente dulce que nos recuerda a la manzana y la piña tropical. Además de todas estas características, hay que destacar su cuidada presentación, con un elegante estuche blanco y negro y una botella de diseño de líneas rectas. Continente y contenido lo convierten en un regalo perfecto.


Su mimada elaboración nos ha sorprendido, y sus cualidades lo hacen muy indicado para aliñar ensaladas, a las que otorga un equilibrio muy especial de acidez y suave dulzor, capaz de realzar el paladar de los vegetales pero sin enmascarar su sabor natural. De hecho, hemos comprobado que permite maridar las ensaladas con un vino blanco, ya que la amabilidad de este vinagre ayuda a no perturbar el delicado equilibrio en la copa. Parece un vinagre concebido por y para amantes del vino que no desean renunciar a disfrutar del vino junto a la ensalada.

Algunas ideas para usar el Vinagre Chardonnay de O-Med:

  • Perfecto para ensaladas agridulces donde las distintas hojas de lechuga se combinan con fruta, en especial con granada, manzana y piña. Probad a aliñar esas ensaladas con una vinagreta muy especial, resultado de triturar ligeramente unas nueces y añadirlas a una emulsión de aceite de oliva virgen extra, vinagre O-Med, zumo de piña y una cucharada de miel, sal y pimienta blanca.



  • Ensaladas templadas: este vinagre permite elaborar ensaladas complejas con ingredientes delicados que requieren un especial equilibrio en la acidez del plato para respetar sus sabores. Por ejemplo, ensaladas con quesos templados o ensaladas que se completan con pescados ligeramente marcados en la plancha, como unos lomos de salmón o unos chopitos.
  • Salsas agridulces para carnes frías o carnes a la sal: con unos pimientos del piquillo asados, un plátano maduro, una cucharada de aceite, otra de vinagre y sal, todo bien batido, conseguiremos una salsa original y muy agradable para realzar las carnes.
  • Para realzar el sabor de las fresas o las frambuesas, se pueden usar unas gotas del vinagre de chardonnay.
  • También es un vinagre idóneo para realizar confituras de pimientos o cebolla y para elaborar los exquisitos chutney de verduras y frutas.

Un poco de historia…

El vinagre es un condimento usado desde épocas remotas. Tenemos noticias de un vinagre destilado a partir de vino de pasas por los babilonios hacia el año 4000 a.C.: lo usaban para encurtir verduras y carnes. También los romanos lo utilizaron para aderezar platos y para añadirlo al agua como forma de eliminar los microorganismos.

Su propio nombre, vinagre, del latin vinum acre o vino agrio, nos acerca a su posible origen: problablemente apareciera por casualidad, como producto de la fermentación acética de un vino que “se picó” por exceso de oxidación. Así, las bacterias aeróbicas acetobacter, transformaron el alcohol del vino en ácido acético. Pero este afortunado acontecimiento nos proporcionó uno de los mejores condimentos y conservantes que podemos usar en alimentación.

En la actualidad, no hay cocina que se precie que no disponga de varios tipos de vinagres para poder enriquecer sus elaboraciones y, dado el relieve que este producto está adquiriendo en la gastronomía, están apareciendo diferentes variedades con distintos matices de sabor e intensidad.

Tipos de Vinagre:

  • Vinagres de vino, provenientes de cualquier tipo de vino y variedad de uva, ya sea tinto, blanco, espumoso. Se elaboran fermentando una base de zumo de uva. Son los vinagres más conocidos y su calidad depende en gran medida de su maduración en barrica.
  • Vinagre de sidra, también llamado de manzana, proveniente de la fermentación de la manzana en la sidra. Son suaves y los más convenientes para aromatizar con hierbas (estragón, romero, eneldo) o bayas (frambuesas).
  • Vinagre de Jerez, el más usado de los vinagres de vino y de sabor concentrado, muy ácido y aromático.
  • Vinagre balsámico, el conocido Aceto Balsámico de Módena, últimamente muy de moda y de origen italiano. Sus largas maceraciones en barrica, de hasta doce años, le confieren un color oscuro, un sabor intenso y ligeramente dulce muy indicado para vinagretas.
  • Vinagre de arroz, muy apreciado en la cocina oriental, suave y menos ácido.
  • Vinagre de malta, común en el norte de Europa, se elabora fermentando cerveza sin lúpulo, y tiene un sabor algo amargo y muy aromático, ideal en escabeches y marinados.
  • Vinagre de miel, de sabor agridulce adecuado para salsas de contraste.
  • De aguardiente, parecido al de malta, se elabora con remolacha de azúcar.
  • Vinagre blanco, producido mediante la fermentación acética del alcohol y sin envejecimiento posterior. No tiene aroma y es una fuente prácticamente pura de ácido acético. Se usa en la industria conservera principalmente.
Copyright Laura.Akatá

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