Sidras en Gijón y de ruta por Asturias: turismo y gastronomía, que buena mezcla.
Unos días de escapada es la mejor forma de relajarse. Nosotros queríamos compartir la experiencia de juntarnos en Gijón, con parte de la familia, para disfrutar de la fresca naturaleza y la buena gastronomía que nos ofrece el norte de España. Afortunadamente en toda España tienes buenos sitios para comer de tapas y también de mantel de hilo en la misma localidad, y Gijón no iba a ser menos.
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A ritmo de música, pinchos y tapas, como en toda Asturias, nos transportamos a Gijón. Aquí los bares se dividen en los de vino y en los de sidra. De hecho en la ciudad está la zona de vinos como el barrio del Carmen y la zona de sidrerías de Cimadevilla . Por supuesto que hay sidrerías y vinos por otras partes de la ciudad, pero ahí se concentran para elegir (para gustos los colores, o los bares de éste nuestro país).
Esta vez, y para romper con todos los pronósticos enológicos, nos concentramos solo por la zona de sidrerías. Disfrutamos de algunas como Mercante http://www.verema.com/restaurantes/79723-mercante-gijon donde destacaría los pimientos de piquillo rellenos de atún (y su salsa), las sardinas y los quesos, todo con un precio muy ajustado. Una recomendación: si ves a alguien balanceándose en la silla, fíjate bien porque con la inclinación de la calle, puede que nos deleite con una caída rodeado de sidra (y no hablamos por experiencia propia...o si). El Planeta http://www.verema.com/restaurantes/79694-planeta-gijon , justo a su lado, fue la segunda apuesta. A medio día hasta la bandera, pero la experiencia en una mesa del primer piso, pegadita a la ventana para ver el puerto, devorando sardinas y ventresca como si fuéramos cetáceos, bien lo vale.
En el centro de Cimadevilla, pisando sobre sus adoquines, salimos en busca de Casa Fede http://www.verema.com/restaurantes/49396-casa-fede-gijon , con menos vistas, pero un clásico entre los clásicos: mayor elaboración y precios bien ajustados. Sentados en la terraza para ver pasar a la gente después de, como un auténtico capitán de pesquero, convencer al camarero de la terraza: aunque no teníamos reserva, somos de los que comemos compulsivamente y nos levantarás pronto porque necesitamos probar todos los bares de Asturias (esta vez funcionó). Pedimos todas las tapas que podíamos permitirnos, y para acabar: la tarta María Luisa.
A medio camino entre sidrerías y buenos restaurantes la Sidrería Ataulfo. Está fuera de la zona, y se llamará sidrería (desde luego no destaca por su carta de vinos), pero en realidad es más marisquería http://www.verema.com/restaurantes/42545-sidreria-casa-ataulfo-gijon Ya en el escaparate tiene una materia prima que tira de espaldas, pero mucho ojo con pedir fuera de carta y más si te ve “extranjero” y cree que no vas a volver nunca, pues afila bien el boli al hacer la cuenta.
Pese haber quedado contentos, no pudimos resistir pasar al capítulo de buenos restaurantes. Esa especie sucursal (y no es por menospreciar, y menos depués de probarlo) que ha montado el estrellado Michelín Restaurante Casa Marcial de Nacho Manzano http://www.verema.com/restaurantes/63692-salgar-gijon con su hermana Esther al frente: La Salgar. Además de un local distinto por su ubicación, tiene una cocina elaborada con buena materia prima, manteniendo unas buenas raciones (incluso grandes). Su carta de vinos bastante variada, actualizada y con precios aceptables (por fín le dimos a los caldos); y sus menús el corto y el largo, tanto de medio día como de noche (en la que se varía algún plato, como la fabada, por aquello de dormir mejor). Coktail de cocina casera y cocina más elaborada. A la carta casi da igual, no te equivocarás nunca: fabada, arroz con Pitu de Caleya, pescado del día, buenos postres.....perfecta velada.
Por el centro de Gijón, nos tropezamos, no recuerdo si de casualidad o porque íbamos buscandolo desesperadamente, con una mariscada de menú (si, de menú) en El Restallu: nos pareció que solo cuenta la materia prima y la cocina es un mero intermediario no creativo que solo (y no es poco) saca un buen partido a un buen género http://www.verema.com/restaurantes/4404-el-restallu-gijon Aunque deberíamos plantarnos en la mariscada, complementamos con unos entrantes y postres (uno pago la factura a medio día, y a otro le pasó factura por la noche). Yo destacaría el pescado, y entre ellos el rape (pixin lo llaman por aquí) que estaba extraordinario. Como nos gusta encontrar el plus al local, reservamos en el primer piso para evitar el ruido de la barra atiborrada de gente tapeando o esperando mesa.
Otro buen restaurante en comida más clásica (y tan clásica...desde hace más de 100 años cocinando) es La Pondala, que está en las afueras de Gijón. Lo que antes era un pueblecito y ahora es más un barrio de la ciudad, bien merece la pena el desplazamiento (ya que teníamos coche) para luego asomarnos a ver el paisaje y la ciudad de Gijon desde casi el mar. http://www.verema.com/restaurantes/2752-pondala-gijon/valoraciones/994154-comida-asturiana-hace-mas-100-anos
Un rosbeaf extraordinario y fabada con su compango y fabes en cantidad inacabable, Muy buen salpicón de marisco con bogavante. El postre: una especial tarta de manzana y una tarta de Gijón (turrón y crema tostada) que en Valencia tendría mucho éxito (aviso para creativos culinarios). El truco: aquí hay que encargar previamente si quieres asegurarte sus especialidades, por ciertomejor reservar en la terraza (si, nos gustan las terrazas para comer).
Por supuesto que hay muchos más restaurantes, locales, bares y terrazas para disfrutar en Gijón, y por eso volveremos, pero aquí van los que visitamos y merecen destacarse por ahora. En mi opinión, como turista de buen comer, la gastronomía es una importante parte del viaje y del conocimiento del lugar.
La costa de Asturias se puede dividir en oriental y occidental y son muchos los pueblines (como dicen por aquí) que merecen una visita. Lamentablemente no tengo año sabático para exploración en profundidad, por lo que contaré una experiencia personal, corta en el tiempo, pero que podéis ampliar con ayuda de esta enciclopedia http://www.enciclopediadegastronomia.es/restaurantes/guia-de-asturias-20052006/index.html
De la costa occidental tuve que elegir un solo sitio para pasar la mañana y fue Cudillero
Bonito de verdad, difícil de aparcar, nos recibe, desde occidente, con una idílica vista del puerto desde la montaña. En cuanto entras en el puerto aparcamos (regla número 208 creo, según esquire), ya que si te pasas el pueblín, a la vuelta te toca subir buenas cuestas.
Hay muchos restaurantes con terraza y ambiente turístico (demasiado guiri). Decidimos no comer allí. ..error? Por lo visto, posiblemente nos faltó información. Aun así compre unas interesantes latas de pimientos de piquiño rellenas de oricios y otras de bogavante, muy sabrosas. Probamos unos bollitos preñados de los hornos locales; a mí me gustó más el relleno de cabrales, para variar.
En la costa oriental la opción fue Tazones.
También hay que aparcar arriba antes del pueblo porque se acaba la carretera en el mar y no hay sitio. Las calles están ocupadas por miles de sillas de restaurantes adosados (como los chalets) y aquí tenía claro que iba al Rompeolas http://www.verema.com/restaurantes/79713-rompeolas-villaviciosa
Destacaría la materia prima: bogavantes plancha, bonito, almejas….aunque desde luego no esperábamos un chollo en la factura. Insistimos en el vino y algo bueno encontramos. Reservar con bastante antelación en verano es importante, y en caso de que no haya mesa en los dos turnos que hace, pues aquí está la alternativa http://www.verema.com/blog/dolce-vita/995079-tazones-paraiso-natural-gastronomico-asturias
Nos dimos el placer de viajar en el tiempo (aunque parece que es más futuro que pasado) fuimos de excursión a El Malaín, previa a la comida ya que está muy cerquita, a tomar el aperitivo como lo hacían nuestros antepasados: recolectando frutos silvestres. Se trata de un campo de moras (enormes moras), arándanos y frambuesas, al menos en agosto. Vas recolectando frutos en cajitas de plástico por el campo y algunas más que vas comiendo mientras tanto. Luego pagas a 2 € /cajita y a casa listo para hacer muffins, tartas, helado o simplemente darte un atracón de nuevo. Curioso y divertido, sobre todo para los niños, y no tan niños, que te entretiene un par de horitas mínimo. Por supuesto a la venta hay mermeladas (exquisitas), licores (un tanto alcohólicos), y otros derivados del producto recolectado.
Falta mucho por conocer, pero a Gijón volvemos seguro, y de Asturias...ay! mi Asturias, por llí tambien nos veremos.
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Desde luego que fame no pasaste, no, menudo periplo.
Como notas negativas he de ponerte tres. Una las visitas a Tazones y Cudillero ¡Hombre! Ya solo te faltó ir a Covadonga para llevarte el premio al guiri del año.
Otra es la visita a La Pondala. Hace ya veinte años que este restaurante dejó de ser lo que era y se puede decir que solo le queda de bueno el maravilloso parque, pero el rosbif...
Nada que objetar al recorrido de sidrerías, aunque si hablas de Ataulfo también deberías haberlo hecho de La Zamorana, pero si te metes en comedores elegantes no puedes dejarte atrás El Puerto y Casa Víctor. En el Puerto están ahora los chicos que tenían La Solana (una de las mejores estrellas Michelín de Asturias junto con El Corral del Indianu y Casa Marcial) y están rompiendo, mientras que Casa Víctor fue el gran pionero de la Nueva Cocina ¡Hace treinta años! y mantiene el nivel. Y si te mueves por los alrededores, está la marisquería Los Nogales, espectacular y con buenos precios, el lagar Trabanco, la mejor sidra de Asturias en un ambiente de asador, y La Tabla, quizá el mejor restaurante de Asturias y con una carta de vinos que hay que colocar entre las cinco mejores de España ¡Alucinante! hasta tienen varias añadas de Montrachet.
La próxima vez que vengas, pruébalos y verás qué salto. -
en respuesta a Pepeiglesias Ver mensaje de Pepeiglesias Apuntados quedan porque espero ir pronto.
De la Pondala no puedo comparar con antes, pero por lo que me dices me perdí su mejor momento, pero no hay vuelta atrás. En Valencia seguro que te pondría ejemplos similares en paellas de sitios que fueron cumbre en su momento y ahora están solo bien.En El puerto intenté reservar para comida o cena y no había nada en todo el fin de semana (semana grande). Estuve en la puerta viendolo y tenia muy bien a pinta.
En lo de guiri tienes razón, pero si vienes a Valencia ir a la Albufera y comer paella parece obligatorio. En la próxima visita iré a Covadonga para completar mi carnet de guiri (jejeje).
Gracias y prometo cuando vaya a tus recomendaciones, contarlo.
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en respuesta a Abreunvinito Ver mensaje de Abreunvinito ¿Qué te crees, que yo no hago el guiri? Pues claro, como todo el mundo. De todas formas yo comí en El Saler (no sé si lo consideras Albufera o no), y me lo pasé bomba. Si quieres puedes leerlo en http://www.enciclopediadegastronomia.es/articulos/dramas-y-comedias-de-la-hosteleria/anguilas-que-ricas.html