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Viñedos imposibles en Madeira

En medio del Atlántico, en pleno clima tropical, aparecen dos pequeñas islas que pertenecen a los vecinos portugueses: Madeira y Porto Santo. Localizadas a poco más de una hora de avión desde la capital portuguesa. Madeira ostenta el título de Jardín del Atlántico en Portugal y no es para menos. 

 

Uno de los grandes atractivos de Madeira es la variedad de sus paisajes naturales que nos invita a realizar múltiples actividades en escenarios muy diferentes. Como bien dicen las guias, no se trata de una isla de sol y playa. Su accidentada geografía hace del archipiélago un destino perfecto para los amantes de la montaña y para todos aquellos a los que les encanta hacer rutas de senderismo. Las famosas "levadas" llegan hasta los 1862 metros de altura, como es el caso de los picos más altos: el Pico Ruivo, el Pico das Torres y el Pico do Arieiro, sin olvidarnos de la región de Paul da Serra, a un paso de Funchal, los saltos de agua, bosques de laurisilva, cuevas, acantilados, además de las piscinas naturales de agua de mar excavadas junto a la costa, y repartidas por toda la isla. Un enclave diferente para darse un baño en el Atlántico.

levadas madeira

A pesar de esta geografía tan marcada, en Madeira se plantaron viñas sobre 1.500 metros, basado en un sistema de terrazas que aun hoy perdura, para la elaboración del conocido y fácilmente reconocible vino de Madeira. Viñedos con unas pendientes casi imposibles de superar, donde el trabajo manual de los isleños es la clave para la vendimia. Las variedades tradicionales de la isla, y por tanto los vinos locales que se elaboran con cada variedad, son: Tinta Negra (vinos más jóvenes), Boal (semi-dulce), Malvasía (dulce), Verdhelo (vinos semi-secos), Sercial (vino seco). Las técnicas utilizadas para la elabaoración de estos vinos generosos o fortificados son:

vino madeira

  • El “estufagem“, que podríamos traducir por calentamiento, consiste en que el vino sufra el efecto de invernadero calentándose tal y como sucedía en los barcos que transportaban el vino en el siglo XV y XVI. Las antiguas  barricas de madera sustituidas por cubas de acero inoxidable que se calientan por agua. El vino se mantiene entre 50º y 55º durante tres meses como mínimo. La ventaja de esta práctica es la rapidez y que las cubas al ser estancas no pierden vino.

  • Los Canteiros es la manera más tradicional y menos rentable, lo que hace que este vino sea más caro. Las barricas de madera se posan sobre barras de madera, los canteiros, que las aislan del suelo y evitan que se comben. Los vinos descansan en bodegas cercanas al mar sin refrigeración ni calefacción, donde la temperatura no varía a lo largo del año y se mantiene estable a unos 20º. La fermentación es mucho más lenta, los tres meses de las cubas de acero se transforman en 5 años.

 

Para mi gusto, y tal vez por la costumbre que tenemos en España, disfrutamos mucho más con los vinos dulces y semi-dulces de Madeira. Tal vez los secos y semi-secos son muy adecuados para aperitivos, y supongo que los acostumbrados a las manzanillas y oportos sabrán apreciarlos con mayor placer.

Además del tradicional generoso, la elaboración de vino tinto y del blanco (sobre todo) también se lleva a cabo en la isla. Sin embargo, el emblema de la isla, y por tanto la recomendación, es conocer y disfrutar sus vinos tradicionales, pero claro, como resistirse a beber un vino verde o un vino del alentejo en tierras portuguesas.

 

La isla se puede recorrer en pocos días perfectamente, con distancias cortas desde la capital a cualquier punto de la isla, o bien pernoctando en diferentes localidades. La recomendación es alquilar un coche y recorrer sus sinuosas carreteras, disfrutar del paisaje de viñedos, los acantilados y sus pueblos agrícolas. Recomendamos detenerse en cada esquina que os llame la atención, y deleitarse con las tapas de lapas y pulpo, acompañados de vinos generosos, y blancos, verdes...., en los bares de carreteras que nos encontramos, los pequeños pueblos costeros, y las Quintas y asadores de las montañas. 

puebloslevadas madeira

viñedos madeiralevadas madeira

Nuestra elección para la estancia fue en el Hotel The Vine en Funchal (100% recomendado, Hotel y Spa), para salir a diario a diferentes puntos de la isla. Tiene unas vistas impresionantes desde la piscina y el jacuzzi de la azotea, o bien desde su propio restaurante: UVA.

hotel the vinerestaurante UVA

Las visitas a bodegas, por tradición y antigüedad, fueron Bodegas Blandy (Madeira Wine Company) y Henriques & Henriques. Además pudimos catar generosos en cualquier bodega que encontramos, como HM Borges, ya que, como buena zona vinícola, están encantados de mostrar y compartir sus vinos con los visitantes. Os recomendamos recorrer la zona centro de Funchal (la capital) a pie, llena de bodegas y whineshops donde poder descubrir y comparar los vinos de madeira, además de buscar bodegas cercanas a las zonas de viñedos.

blandyH&H

 

Lo mejor de la capital es el Mercado dos Lavradores. Allí se puede disfrutar de las variedades de flores, el pescado fresco, probar (y comprar) todos los tipos de maracuyá que se desee, y otras frutas tropicales. Recomendamos el Maracuyá "de plátano", las papayas, y sobre todo comprar algún bulbo de recuerdo para plantar en casa un trocito de Madeira. Además, y como no, se pueden catar los vinos de  Madeira en la garrafeira Pipa Velha, entrando al mercado a la derecha.

mercado lavradoresmercado lavradoresmercado lavradores

 

La comida en Madeira destaca por el producto fresco de mar, y a precio asequible. La zona más típica de Funchal es la Rua de Santa María, con sus puertas pintadas, y cientos de ventas, restaurantes y rincones donde disfrutar de su gastronomía, muchas veces acompañados de fado en directo. En el resto de la isla, los pueblos suelen tener pequeños bares y restaurantes donde ofrecen platos de pescados, mariscos, etc...Disfrutar de los asadores y restaurantes de carreteras, con chimeneas en invierno, durante las travesías de montaña, nos traslada directamente de la orilla del mar a las grandes cordilleras.

Los platos que más recomendamos son las lapas, el pulpo, caramujos (caracoles) y sobre todo el pez espada o sable (nada que ver con el que conocemos del mediterráneo), acompañado de plátano frito o cualquier otra sugerencia de la casa. Entre todos los locales que tuvimos oportunidad de probar en Funchal nos quedamos con unos imprescindibles, que pueden cumplir los gustos, expectativas y bolsillos, según se prefiera:

  • Sabor a Fado: hasta las camareras se arrancan a cantar mientras continúan con el servicio....excepcional el ambiente que se crea y la complicidad y cercanía de todos.
  • Dona Joana Rabo de Peixe: una tasca literaria, con piano en directo, excelentes tapas y una carta de vino buena (con vino en copas, y botellas pequeñas, muy típicas en de todo Madeira, y buena opción para probar vinos blancos y verdes)
  • Restaurante dos Combatentes. La  mejor opción que probamos como restaurante de calidad, a un precio excelente, con pocas mesas y pescado fresco.
  • Restaurante O Dragoeiro. En este asador, tuvimos la suerte que, en su restaurante (no en el patio de la barbacoa), nos prepararon una parrillada de pescados y langosta, todo fresco del día, y a gusto de la cocinera, según disponía. Acompañado de verduras plancha y ensalada, junto a vinos de Madeira como aperitivo y postre, y vino verde para el plato principal. Aun me cae un lágrima cuando me acuerdo, y sobre todo cuando nos dijeron el precio. Una comida excelente.
  • Restaurante UVA, en la azotea del Hotel The Vine. Cocina creativa, degustación de platos, carta de vinos nacional e internacional, y unas vistas a Funchal como nadie más puede ofrecer. Aquí disfrutamos de una cena basada en producto local y cocina con creatividad en  manos del chef Anthoine Westermann (3 estrellas michelín) y Thomas Faudry. 
  • Llegando al Mirador de Cabo Girao, en la misma carreter de acceso, hay un restaurante-asador con una terraza excelente, muy buena carta de vinos y cervezas, y comida local a base de carnes, pescados, y tapas.
  • En Ponta do Sol se encuentra un pequeño restaurante encima del dique, en la punta del cabo, con forma de placeta, que se puede degustar mariscos, caramujos (caracoles), lapas, etc.... saborear el producto del Atlántico al borde del mar.
  • Ribeiro Frío tiene una antigua piscifactoría de truchas, con un pequeño restaurante en forma de cabaña forestal, en medio del valle entre los picos más altos de la isla.

Nos faltaron locales para probar, como Il Gallo d'Oro (1 estrella michelín), la frutería Ciudade Velha, entre otros, así que ya tenemos una excusa para volver.

Despues de la comida o cena, y de uno paseo por el pueblo, tomar una poncha y un dulce, en las cafeterías y tiendas tradicionales, que empiezan a resurgir de nuevo, parace un buen plan.

rte. dos combatentesdona joanaRibeiro Frío

 

La isla ofrece paisajes increíbles y muy variados, cocina local con producto de mar muy fresco, precios para todos los bolsillos, y una variedad de vinos basados en la cultura francesa y la herencia inglesa, lo que proporciona un ambiente excelente, diferente y a 20ºC de temperatura media todo el año. Recuerdos del fado, los vinos generosos y los frutos del mar nos quedaron grabados: uno de los mejores destinos a pocas millas de la península.

 

rua santa maríamiradorvinos

 

el mejor vino es el que se comparte @abreunvinito

 

 

www.abreunvinito.es   

 

 

 

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  1. #1

    jacomur

    Preciosa isla en la que el verde es el color imperante. Viñedos, las vacas pintas, la lluvia practicamente a diario, sin playas, grandes hoteles, rios que desembocan en forma de cascadas en el mar y la atención de las gentes. Estuve en mi viaje de novios, año 1982 mes de septiembre. Me encantó su paisaje, sus vinos, todavía me quedan 4 botellas de las de entonces, su areopuerto, como un portaviones, su gente. Creo estámuy cambiado, que con el trazado de las nuevas carreteras parece un queso gruyere

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a jacomur
    Ver mensaje de jacomur

    Efectivamente, algo ha cambiado. Han mejorado mucho las carreteras pero a cambio de convertirse en un queso de gruyere, como bien dices. Se ha llenado de túneles para crear una vía rápida que recorre casi todo el perímetro de la isla.

    Me llamó la atención la calidad del servicio, de los hoteles, pero sobre todo los paisajes (exuberantes y cambiantes).

    Espero haberte traído buenos recuerdos con el post, y haberte motivado para regresar.
    Un saludo.

  3. #3

    Jorditec

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Yo no he estado, y ganas ya tenía, pero ahora despues de leer tu artículo, me han entrado unas ganas locas de ir, pero me tendré que aguantar unos años, a que mis hijos sean un poquito más mayores.
    En fin, muchas gracias por tan buena información.

  4. #4

    Abreunvinito

    en respuesta a Jorditec
    Ver mensaje de Jorditec

    Si que es un lugar recomendado y muy accesible desde España. Cuando vayas acuérdate de compartir con nosotros los vinos que pruebes y tus nuevos descubrimientos!

    un saludo.

  5. #5

    Miryam777

    Rescato tu artículo que creo que me va a venir genial, ya contaré…. Saludos

  6. #6

    Abreunvinito

    en respuesta a Miryam777
    Ver mensaje de Miryam777

    Espero que te sirva.
    Saludos


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