Dr. Bürklin-Wolf Wachenheimer Gerümpel "R" 1990
Dr. Bürklin-Wolf Wachenheimer Gerümpel "R" 1990
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
Alemania
Tipo de Vino:
Blanco
Graduación (vol):
10,00%
Varietales:
Riesling
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.29
/
96
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
8,7
ELABORACIÓN
Auslese
OTROS VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA
VER MÁS
Opiniones de Dr. Bürklin-Wolf Wachenheimer Gerümpel "R"
OPINIONES
10

Se puede confirmar que a pesar de su ya casi venerable edad este vino sigue en muy buen estado aunque ha evolucionado.

El color es cobre muy oscuro. Al abrir surgen aromas sucios pero que se van despejando, tras ello aparece el auténtico Gerümpel Riesling Auslese “R” 1990, manteniendo un aroma complejísimo con fruta blanca confitada, raspadura de limón, caramelo y muchos etcéteras.
La boca mantiene una buena acidez, sigue mostrando potencia, un poco abocado, dulzor bastante mantenido y mostrando nuevamente sensaciones de fruta blanca confitada, flor marchita, algo de queroseno y con un final muy largo.

Catado junto a la añada 2009 del mismo vino, no varía demasiado la nota de cata, quizás no notamos tanto la acidez ya que la añada 2009 posee una acidez que asusta.

Visual: Color precioso dorado intenso, borde reflejos ocres.
Olfativa: Alta intensidad, al principio se muestra algo cerrado, mucha nota dulce, caramelo, mieles, membrillos, recuerdos a orejón, la evolución es espectacular, al principio muy evolucionado, aparece mucha mineralidad, hidrocarburos, recuerdos sintéticos, muy maduro, al rato aparecen notas frescas, recuerdos a icewine, balsámicos, flores, hierba aromática, tomillos, anisados después de un rato más, carburante, desaparecen las notas de evolución del principio. Increíble evolución.
Gustativa: Entrada elegante, sorprendente acidez, ya ligera pero presente, untuoso, punto graso, envolvente y elegante, final muy dulce y largo. Increíble vino.
63€aprox

Recatado dos años después, me despierta tanta admiración como la vez primera.
Amarillo casi ambarino y en todo caso muy verdoso.
El aroma es esencialmente cítrico; piel de limón y pomelo que se sobrepone a un fondo de queroseno, bien acompañado de fruta y flor blanca, sin que falte un toque herbáceo y amaleado, evoluciona a piel de plátano. Se trata de un aroma amplio y complejo.
En boca está vivo, fresco, mantiene su alta acidez, graso, Copn cuerpo potente que inunda la boca de forma explosiva. Final largo y de alta acidez.

Creo que tiene vida para mucho aún.

Color oro.Nariz marcada por aromas neumáticos, alquitrán y brea. Tras oxigenación y de una forma algo inestable expresa aromas elegantes, florales y almibarados. Elegante. En boca resulta oleoso, potente , largo y expansivo aq tb se muestra algo irregular en su paso. Pleno de potencia para su edad, parece aconsejable para captar y entender la evolución que en botella puede tener un vino de estas características. Sugiere debate y disfrute. perfecto complemento de unos espárragos con su espuma y yema de huevo. Es un ejemplo de como mantenerse interesante con el paso de los años.....

Se viste de color dorado muy intenso y limpio, lágrima densa. Se le ha dado una buena oxigenación.

En nariz tiene buena intensidad, notas a piel de pomelo y naranja, leve fondo mineral, flores, fresas frescas, notas de melocotón y albaricoque y una ligera nota de hidrocarburo.

En boca es potente, buenísima acidez, longitud y persistencia correcta, el dulzor se ha ido equilibrando, predominando ya la acidez frente al dulzor, glicerina, alcohol, todo muy bien ensamblado. Todo ello lo hace fresco, te hace salivar y te va pidiendo más y más.

Una lástima que el corcho no sea de calidad y estuviera completamente mojado, mi suerte: no haberlo aguantado más.

Ya se ha dicho mucho sobre la elaboración de este vino en este foro y creo que realmente está muy cerca de la perfección.

Amarillo dorado, no muy oscuro.

Aireado en decantador unas dos horas, quizás le haga falta más.

Aromas a mandrina, piel de naranja, albaricoque. Piedra pura, pedernal. Fondo muy leve de hidrocarburo. Te verde, jazmín.

En boca es un caramelito. Limón, mandarina, fruta amarilla, pimienta rosa. No se nota el dulzor demasiado para ser un auslese. Acidez espectacular.

Tomado con unos quesos picantes se realza su especiado. Es cierto que en boca no es excesivamente potente o complejo, pero para mí es una maravilla.

Es una pena que no fuera una botella más grande...

Dorado intenso limpio y brillante.

En nariz y tras varias horas de aireación, resulta medianamente intenso, expresivo y elegante. Nos da unos iniciales recuerdos florales, cítricos maduros, frutas escarchadas, orejones, un tenue fondo mineral y un mínimo atisbo de hidrocarburos, apenas perceptible. También percibimos notas de albaricoque y miel. No es muy complejo y profundo, pero sí resulta limpio y franco, redondo de aromas, muy placentero.

En boca se muestra como un vino fácil de beber y comprender. Tremendamente equilibrado. Mantiene una excelente acidez perfectamente integrada con el paso del tiempo. Ligeramente graso, con peso, pero perfectamente delineado por esa fresca acidez. Final largo, con profundidad, que nos deja notas de fruta madura y cítrica. Persistente. Dulzor apenas perceptible, ya integrado con los años.

Estoy completamente de acuerdo con los dos comentarios anteriores. Estamos ante un excelente vino. No grande, pero si excelente. Un perfecto ejemplo de riesling con años, maduro, elegante, distinguido. Lo puse como vino de postre, pero por su contenido dulzor no lo es realmente. Por si fuera poco además tiene un precio muy ajustado para su nivel. Ante todo, un vino de disfrute.

Este es un vino, que como todos o casi todos tiene cosas magnificas y otras que podrían ser idealmente mejores, pero si valoramos el conjunto no podemos dejar de admirarnos y considerar que es un gran vino.

En primer lugar el productor Burkling Wolf es toda una garantía de tradición y buen hacer en el Palatinado. Yo es que soy un poco forofo de este eminente Dr, y tradicionalmente no me pierdo sus Pechstein, Ruppertsbergers Gaisböl , Jesuitengarten y Kirchenstück, así como otros pagos menos conocidos y en una escala más modesta, vinos profundamente imbuidos de una expresión del basalto volcánico que se halla presente en la mayoría de estas propiedades y que destaca especialmente en Pechstein.
Luego nos encontramos que es 90, es decir una de las dos mejores de la década, y si apuramos un poco de las mejores de la segunda mitad del S XX.

Luego que tiene ahora mismo 18 añitos, que no son nada, pero siempre son mejores que los dos o tres años con los que se reciben; en este sentido es un vino hecho y derecho, lo que le convierte en inmediatamente disfrutable, con todo el valor añadido que ello implica y que no debe en forma alguna ser omitido por que para mi es algo esencial. Todo ello sin perjuicio de que será un vino al que le queda una larguísima vida , como demuestra la orgullosa juventud que demuestra.

Otro factor positivo es su precio aunque lo mejor es no extenderse mucho sobre este aspecto no sea alguien levante las orejas y …

En definitiva y yendo al grano tras decantarse seis horas, presenta un color amarillo oro joven y brillante.
El aroma es más sutil que intenso, tenemos flor blanca muy limpia y clara, marcada corteza de limón con pulpa de ppmelo, discreto fondo de goma que no se impone a nada y deja cítricos y flores en libertad.
La boca presenta una inmensa acidez que caracteriza al vino y le confiere arrogante juventud, cuerpo medio alto, graso y opulento pesa en boca. Se expresa de forma muy similar a la olfativa añadiendo notas de pimienta rosa . El dulzor lo encuentro más cercano a un Spaltese que a un Auslese. Muy largo final marcado por su gran acidez , y notas florales.

Claro está que podría ser un Pechstein y rebosar de basalto negro, claro esta que no procede de un pago mayor sino menor como es el Gerumpel , es evidente que no ha sido clasificado como Grand Cru y para colmo es como un hijo póstumo, (o pródigo) fruto de la casualidad o de un olvido o de lo que sea, en todo caso de una circunstancia un tanto anormal ( dicho sea de pasada, qué bien ¡) , pero es lo que es y lo que es, es mucho.

Lo que le falta es expresividad mineral, pero ello no obsta a que sea un vino de mucho carácter y personalidad y magnifico en todos los sentidos.

He leído y escuchado ya varias opiniones sobre este vino, en distintos foros y personalmente, opiniones siempre en una línea sublime que creo que este vino no llega a alcanzar, aún siendo magnífico.

Creo que estamos (en general) tan acostumbrados a abrir vinos antes de tiempo (concretamente alemanes de calidad) que cuando abrimos una botella como ésta, cuya principal virtud es precisamente ésa, el tener casi veinte años de reposo, es lógico que quedemos totalmente “abducidos” por el vino y por esas sensaciones distintas que nos aporta.

Ante la impetuosidad angulosa y ácida de la juventud, ante el empuje irreverente de este tipo de vinos abiertos como normalmente todos hacemos, una botella del 90, rieslin auslese, pero auslese de esos años (hoy estaría más cerca de un spatlese), con acidez, azúcar y mineralidad formando ya un conjunto integrado, extremadamente sensual, armonioso, seductor en su paso de boca y con una nariz civilizada por la botella también, sutil, compleja, sin notas “facilonas” propias de la juventud y donde ya nos aparece esa “magia” difícil de adjetivar, pues nos cuesta definir esa “flor” concreta, o ese balsámico, o ese monte bajo o anisado, las frutas tampoco están tan marcadas como esa “pera de un Gaisböhl” , etc… estamos ante un vino más intelectual y eso, por la prisa actual, nos seduce irremediablemente; es como un reencuentro con “la verdad”, con la esencia de porqué tienen fama algunos pagos, zonas o productores y nos lleva quizá a una “sobre-valoración” del vino.

Catándolo con unos amigos intenté ser prudente por dos razones: primero porque la prudencia es obligatoria siempre (máxime si eres consciente, como yo, de no saber prácticamente nada de nada) y segundo por no “romper la magia”, pues los veía disfrutar tanto que no quise, con mi opinión de pepito grillo, fastidiar el momento. Pero sí que dije: le falta el pelo de un calvo a este vino para ser grande de verdad, siendo maravilloso.

¿qué le falta? Principalmente terroir, en un segundo término algo común a cualquier otro vino de éste u otros productores y es que hace veinte años, todos sin excepción, elaboraban “peor” que hoy, pero esa es otra historia compleja y peliaguda.

¿en qué me baso? Prueben un Burklin eiswein 91 (peschtein) junto a éste y lo verán. Ahí SÍ hay terroir y en una cata conjunta sería brutalmente gráfico mi argumento.

Dicho esto, completamente de acuerdo con todos en sus virtudes, que es joven y se puede seguir guardando sin miedo, que se puede disfrutar ya de él hedonistamente como un león, que seduce, que es complejo, que no se puede pedir más, que en general hay pocos vinos que te lleven a un disfrute parecido, etc… y, sobre todo, que su precio es de risa y conseguir ese placer a esos precios es prácticamente imposible.

Dicho de otra forma, métele a este vino ese terroir magnífico que “le falta” y entonces sería un vino para competir con los grandes de cuatro dígitos. Si es que no puede ser, lo queremos todo. Este vino es lo que es, una verdadera joya… en su división.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar