Un vino de Cañas en Ribera corre trillo, que entra bien pero nada más....Color rojo picota con ribetes violeta. En nariz aromas de fruta roja y notas de madera. En boca entra bien, un acidez correcta, frutal y notas tostadas. Se deja beber, pero poco más.
No parece que tengo subidas notas de cata de este vino.
...Aunque sí le recuerdo haberlo bebido en pasadas añadas (tal vez, ´11, ´12...) y me parece que, al menos esta botella, no está a la altura de anteriores.
Aparece con un color picota de capa alta en la copa.
La nariz, está conseguida: fruta madura, mezclada bien con la barrica, especias ligeras y algo de balsámicos (sin apabullar).
También, tímidamente, esos toques florales que siempre gustan de adornar los buenos Riberas.
Es en la boca donde no parece tan hecho; tan conjuntado y tan afinado como en otras ocasiones:
Buen nivel acidez, pero excesiva presencia alcohólica. La fruta no está tan presente y la barrica está demasiado "maderizada".
Muy joven? Bueno...Podría ser.
...Pero otros años, a estas alturas, este Cair estaba mucho más bebible.
Buen vino, ya digo. Pero puede estar mejor
A beberme tol vino :D
Un vino fresco, potente, frutal, tanto en nariz como en boca, y que te da unas sensaciones muy placenteras.
Esa fruta fresca, madura pero aún crujiente, balsámicos y lácteos suaves, madera, tostados y especias muy integradas y suaves, monte bajo, regaliz, piedra de río, un toque goloso... Es una nariz perfumada, fresca, potente pero sin arrollar.
La boca, tres cuartos de lo mismo, con una fruta bien presente, especias, tostados, piedra caliente, amargores y lácteos suaves, flores... Rico, con cuerpo, potente, con ese toque goloso suave que compensa los amargores y que le da un armazón para crecer en botella. Además tiene una excelente acidez y estructura que hace que sea un vinazo por el precio que tiene.
No lo había probado y me ha gustado mucho.
Cereza de capa alta con el ribete granate. Limpio y brillante. Lágrima abundante, densa y coloreada.
Nariz de intensidad media. Fruta roja, ciruela, tomillo, eucalipto, trufa, balsámico.
Ataque en boca intenso, con muy buena acidez y los taninos integrados. Untuoso, suave y con un largo final.
Botella bordelesa de etiquetas modernas.
Visual: rojo picota de capa media tirando a media-alta, ribete cereza-granate con buena lágrima bastante abundante.
Nariz: de buena intensidad a fruta negra, especias, tostados, balsámicos, maderas finas, una buena dosis de frescura ya en fase olfativa.
Boca: ataque fresco, muy seco y de potencia media-alta, volumen medio-alto, bien de estructura y cuerpo, se nota el tanino (ligera astringencia) pero, a la vez, es agradable y dulce. Se nota la madera bastante bien integrada. Es muy agradable de beber y, aunque hay madera, ésta no tapa la fruta. El final es largo y sabroso, ligeramente amargoso con ese regusto de un tanino al que todavía le quedan unos cuantos años de pulido en botella.
Buen vino "básico" de esta bodega. Por encima de casi cualquier vino categoría "roble" de la DO Ribera del Duero. No es un roble ni un Crianza, sino un semicrianza que equilibra muy bien la fruta con la madera (predominando la fruta) y con una capacidad de evolución en botella a medio plazo bastante buena.
Catado en bodega durante el Encuentro de Foreros de Verema en Ribera del Duero 2016.
Su PVP ronda los 8-9€ (aunque en bodega nos dijeron algo más, unos 11€).
A 8-9€ me parece de una RCP muy buena.
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