Por San Juan, una garnacha probarás
Este mes lo empezamos dándole la bienvenida a una uva tinta: la garnacha. Una uva histórica en nuestro país y extensamente plantada en el mundo entero. Sin embargo, durante muchos años en España estuvo relegada a un segundo plano aunque, por fortuna, a día de hoy está en el puesto que merece, y es que, la garnacha tinta es una variedad con muchas aptitudes para la elaboración de vino. De hecho, seguro que son muchos los vinos que has probado elaborados a partir de esta variedad. ¿Y qué opinión te merece? ¡Seguro que no te ha dejado indiferente!
Actualmente, la garnacha tinta tiene muchos adeptos y hay multitud de vinos elaborados con esta uva que son francamente maravillosos. La garnacha tinta, ofrece la posibilidad de elaborar tanto vinos tintos como rosados o incluso dulces. Pensarás que esto mismo se puede conseguir con cualquier otra variedad, pero es que la garnacha tiene algo especial que aporta a los vinos tintos jóvenes y a los rosados unas características muy singulares.
Historia la garnacha y su distribución
Se cree que la garnacha tiene su origen en la isla de Cerdeña (Italia) y que fueron los aragoneses los que la introdujeron en España. De hecho, se piensa que fue en Aragón donde se originaron las primeras plantaciones de esta variedad con la finalidad de elaborar vino. De ahí, que a la garnacha se la conociera en la Península como “tinto aragonés o tinto de Aragón” Con el paso del tiempo, fue extendiéndose hacia tierras mediterráneas, hacia ambos lados del Pirineo, Francia y regiones de Navarra y Cataluña, entre las más conocidas, en cuanto a garnachas se refiere.
Hoy en día, la podemos encontrar en prácticamente todo el territorio nacional, y de hecho, se considera una variedad recomendada en muchas regiones de España, tales como Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Madrid, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana. Pero no queda todo ahí sino que, además, es variedad autorizada en Andalucía, Baleares, Cantabria y La Rioja. Como se puede ver, la garnacha está presente en gran parte de la geografía española, y esto deja ver claramente que esta variedad crece y se adapta bien a los diferentes climas que tenemos en la Península Ibérica.
En mi humilde opinión, la Denominación de Origen que mejor expresa sus caracter varietal es Campo de Borja, zona donde las primeras plantaciones de garnachas datan de hace muchos años, ¡ni más ni menos que del año 1145!
En la actualidad hay unas 5000 Has dedicadas al cultivo de la garnacha, de las cuales, 2000 Has tienen unas edades comprendidas entre 30 y 50 años. Se dice que en estas 2000 Has se producen las mejores garnachas de España pues son cepas de bajas producciones que tienen una enorme complejidad. Pero bueno, ya sabemos que para gustos, colores, además que, por suerte, contamos con otras regiones donde también saben trabajarla exquisitamente. ¡Si es que aquí, tenemos de todo!
A parte de las grandes cantidades (y de la calidad) de uva de esta variedad que tenemos en España, si pensamos a nivel global o más bien dicho, a nivel mundial, podemos localizar la garnacha en los siguientes países: Francia, Portugal,Italia, Gracias, México, Sudáfrica, California, Chile y Australia, entre las zonas vinícolas más conocidas. Como veis, se trata de una uva mundialmente conocida y que, además, es una de las variedades utilizadas y autorizadas en la elaboración del mundo del cava, ofreciendo cavas muy equilibrados, aromáticos y con una moderada acidez. ¡Vamos, que la garnacha ofrece multitud de posibilidades!
Morfología y comportamiento de la garnacha en el campo
Su comportamiento en la cepa es vigoroso, de porte semi-erguido, y de producción media-alta. El desborre y maduración es de media estación, su envero tardío y la maduración media-tardía. La garnacha es resistente a la sequía y, en términos generales, se comporta bien en la mayoría de los tipos de suelos.
A priori, se presenta como una variedad que se adapta bastante bien a la mayoría de condiciones climáticas aunque presenta una sensibilidad especial al mildiu y a la polilla. Pero vamos, algo tenía que tener, ¿no? Aunque claro, seguro que cada viticultor tendrá sus opiniones basadas en sus propias experiencias, y supongo que quizá haya algunos que no estén de acuerdo con las consideraciones generales que aquí se comentan. Obvio.
El racimo tiene un tamaño medio-grande, compacto y de péndulo más bien corto. Las bayas son esféricas, el hollejo es fino, de color rojo violáceo y con abundante pruina.
Existen otros dos tipos de garnachas, la blanca y la tintorera, primas-hermanas de la tinta pero al fin y al cabo distintas variedades que comparten nombre y probablemente también una parte del mapa genético que las une.
La vinificación y sus vinos
Los vinos suelen ser muy aromáticos, con abundante carga frutal y de grado alcohólico elevado. Esta uva aporta al vino estructura y cuerpo, da color al vino aunque es habitual que éste no tenga demasiada intensidad.
La garnacha tinta es una variedad que tiende hacia la pérdida de color, y esto a los enólogos los puede llevar de cabeza ya que tanto los mostos como los vinos tienen un elevado grado de oxidación, de manera que, se ha de tener especial cuidado en los trasiegos hay que vigilar muy de cerca la cantidad de oxígeno que entra en contacto con el vino. Esta facilidad que muestra la garnacha frente a la oxidación hace que los vinos envejezcan rápidamente.
Aquellos vinos que proceden de cepas jóvenes suelen ser suaves, afrutados, frescos, y de una acidez entre moderada y baja. La garnacha proporciona exquisitos vinos rosados, muy florales y frutales.
Si se elaboran vinos monovarietales, éstos suelen ser de calidad aunque es frecuente que, debido a la falta de acidez, tanino y color, tiendan mezclarlo con otras variedades.
Seguro que has disfrutado de muchos vinos de garnacha tinta y si no es así, quédate por aquí que seguro que encontrarás muchos vinos que tarde o temprano probarás. ¡Salud y vino!
