Cata 206 de la Peña La Verema: Un paseo por Francia.

 Jueves 16 de diciembre por la noche. Me dirijo desde el metro al Restaurante L’Ancó,  donde Pepe García nos ha convocado la tradicional cata navideña de la Peña. Este año afortunadamente hemos adelantado un poco la fecha intentando que no coincida con el resto de las celebraciones pre-navideñas (laborales, familiares…). Sin embargo, ya se siente la navidad. Para empezar, hace un frío del carajo (¿por dónde irán los grajos?). Aterido, llego al restaurante un poco antes de las 9 h. Todavía no está abierto porque nos esperan para las 9,30 h., es más, el personal está cenando. ¡Maldita sea!  El tema del horario de verano y de invierno de la Peña me va a volver loco, ¡y vaya noche para pasear! Me acerco a un centro comercial intentando matar el tiempo y a la vez entrar en calor. También aquí se siente la navidad. Tan tarde y todavía lleno de gente pensando ya en los regalos de navidad. Después de comprar un par de CD y tras adquirir un par de películas de Clint Eastwood, todo a muy buen precio, decido que ya es hora de intentarlo de nuevo.  Bueno, ha habido suerte, ya está todo iluminado y reconozco las caras familiares de los compañeros.

 Comenzamos la cata, después de los saludos de rigor, y nos encontramos enfrente de cuatro tintos, inicialmente muy cerrados y tímidos. Ciertamente hace frío y además se trata de vinos que necesitan aire o bien somos nosotros los que estamos fríos.  Alguien apunta una última posibilidad de carácter biodinámico, ¿será un día raíz?  En todo caso, empezamos la primera parte de la cata, ciega total, y puntuamos lo vinos. Afortunadamente, con el paso del tiempo y el meneo de la copa se van abriendo y empiezan a mostrar su verdadero carácter. El primero, Château Clos des Jacobins 2004, un St. Emilion, es el más cerrado de todos, aun le costó un buen rato abrirse. Sin embargo, al final se mostró muy fino, con originales notas florales y un punto mineral elegante aunque en boca era sedoso y estructurado. Al segundo lo detecté enseguida. Las notas finas de fruta roja con nuez moscaza y matices tostados finos delataban la Pinot Noir de Borgoña. En boca, paso ligero, buena acidez y un punto de astringencia. A la postre se trataba de un Volnay 1^er Cru Taillepieds 2004 de Vincent Demancey. Un inicio  tímido tuvo también el tercer vino, un Pauillac bastante representativo de la zona, Château Grand Puy Ducasse 2006. Fruta roja con notas lácteas y un carácter frutal que después fue ofreciendo matices de tostados, monte bajo, minerales, serio y vivo en boca. El último en liza era un vino mucho más cálido, más meridional, un interesante Châteauneuf du Pape, Clos de L’Oratoire des Papes 2006. Fruta roja más licorosa,  con notas animales,  especias, café y tabaco, buen paso pero más cálido en boca.

 En resumen, Pepe, con su habitual buen criterio,  nos había seleccionado cuatro vinos franceses de cuatro regiones emblemáticas. En realidad, se trataba de buenos vinos, representativos y con precios muy razonables; los podríamos definir como vinos con muy buena relación calidad/precio, ¿quién da más? Pues él mismo, que nos proporcionó una cumplida información de los vinos, mapa incluido: ¡Excelente cata, Pepe!  En cuanto al ranking, hay que decir que el ganador fue el Volnay 1^er Cru Taillepieds 2004, aunque las calificaciones estuvieron muy ajustadas.  Personalmente me gusta el estilo sutil y elegante de los vinos de Borgoña y no puedo estar más de acuerdo con la calificación. Sin embargo, tengo la sensación de que tanto al Clos des Jacobins como al Grand-Puy Ducasse les perjudicó un poco la falta de aireación y hubieran necesitado más tiempo para abrirse un poco más. En todo caso, no tengo nada que objetar, fueron cuatro vinos estupendos.

Resultados de la cata:

1.- Volnay 1^er Cru. Taillepieds 2004:                                       8,19 puntos.

AOC Volnay 1er Cru, Vincent Demancey

Pinot Noir 100%, 13,5% vol.

2.- Clos de L’Oratoire des Papes 2006:                                   8,14 puntos.

AOC Châteauneuf-du-Pape, Léone Amouroux

80% Grenache, 10% Shyrah, 10% Cinsault et Murvèdre, 14,5% vol.

3.- Clos des Jacobins 2004:                                                       8,01 puntos.

AOC Grand Cru Classé St. Emilion. Château Clos des Jacobins

70% Merlot, 30% Cabernet Franc, 13,5% vol.

4.- Château Grand-Puy Ducasse 2006:                                    7,76 puntos.

AOC Pauillac 5^ème Cru classé. Château Grand-Puy Ducasse

69% Cabernet Sauvignon, 31% Merlot. 13% vol.

 Asistimos a la velada doce personas y, además de los habituales Antonio Giménez y Dani Cervera, nos acompañó Manuel Tendero. La cena fue muy agradable. L’Ancó tiene una sala amplia y confortable y la cocina es más que solvente. Comenzamos tomando unos aperitivos de croqueta casera,  ajoarriero y tartaleta de "titaina".  Continuamos con unos entrantes a base de verduras en tempura y unas deliciosas cigalitas de playa salteadas con ajos. Hasta aquí acompañamos con un  Albariño de Fefiñanes 2009 (D.O. Rías Baixas), un vino fresco y frutal con muy buena acidez.  Continuamos con una contundente crema de calabacín de leche con virutas de Gamoneu, al que acompañó bien un Tokaji Furmint seco 2006 (Tokaj Hereskedohaz Zrt). Seguimos con Salmón noruego marinado en sal gris, eneldo y pimienta rosa y un Trimbach Gewürztraminer 2007 (A.O.C. Alsace). El pescado fue una corvina fresca asada sobre cebolla confitada con vinagre de Módena y jengibre para el que tomamos un Pago de Cirsus Chardonnay fermentado en barrica 2005 (D.O. Navarra), un vino que quizá acusaba un exceso de madera, lo que dio pié al eterno debate: blancos con madera, ¿sí o no?  La carne consistió en un timbal de cordero lechal confitado a baja temperatura en su jugo con el que tomamos el único tinto de la noche, La Vicalanda de Viña Pomal Reserva 1994 (D.O.C. Rioja), un vino bien vivo a pesar de su edad pero al que no le dimos el tiempo suficiente para eliminar los aromas de reducción. Llegados a este punto ya estábamos a rebosar. Menos mal que el postre, ‘Ravioli’ de piña rellenos de coco con helado de fresa, fue más ligero. Terminamos con un Malvasía semidulce 2006 del Grifo (D.O. Lanzarote), un excelente vino más seco de lo apetecido en ese momento. Todos los vinos muy bien seleccionados por el propio Pepe que había pensado hasta el último detalle de la cena.

 Discutimos sobre los vinos, bromeamos y nos dijimos las burradas de rigor. Como es costumbre, nos despedimos con los mejores deseos navideños. Aprovecho la ocasión para volver a desear un feliz año a todos los socios y amigos de la Peña La Verema,  también a todos los miembros del equipo de Verema.com y a todos los lectores, usuarios y foreros de Verema.com. ¡Feliz año a todos!

Texto © Javier de Castro 2011

Fotos © Paco Higón y Pepe García 2011