Blog de Jordi Melendo

Experiencias de mi último viaje a Málaga (I)

Hay días en que se acumulan intensas experiencias y a veces esas jornadas se van encadenando en un sinfín de interesantes vivencias. Cuando pretendes plasmar esos momentos en un texto tienes la impresión de que es imposible transmitir tantas emociones por escrito y te gustaría contarlas con el máximo número de detalles. Para relatar con detalle mi último viaje a Málaga necesitaría muchas páginas y tengo la certeza de que en los blogs los textos demasiado largos resultan un poco cansinos y se leen más los cortos y concisos. Complicado para poder explicar un viaje corto pero intenso en todas y cada una de las horas de vividas. Estructuraré el relato en cuatro capítulos cuyo protagonista será un personaje vinculado con Málaga, esa tierra a la que llegué una vez por casualidad y a la que cada vez me siento más unido. Empezaré por Pedro Morales (regaliz en el foro de Verema).

Pedro Morales

Nos habló a Jesús (catachan), Álvaro Cerrada y a mi de “su viñedo” en la visita que realizó con Berta, su chica, para participar en la cata que organicé en mi pueblo el año pasado coincidiendo con Sant Jordi. Le prometí visitar Ronda, para conocer “su viñedo” y esta bonita ciudad andaluza fue la primera etapa de mi periplo malagueño. Después de conocer a sus padres, salir de “tapeo”con algunos de los miembros de la junta directiva de la Asociación Gastronómica y Vinícola Tajovino, de la que es presidente y de pernoctar en el Hotel Maestranza, que pertenece a su familia, me llevó a que conociera “su viñedo”. Y destaco varias veces lo de “su viñedo” porque siempre que habla de “su viñedo” lo hace con tal grado de humildad, la misma humildad que tienen astros como Messi o Iniesta (perdona Pedro, la vida es así), que te esperas unas cuantas cepas emparradas en un huerto. Pues nada de eso. Vaya “peazo” viñedo que tiene Pedro!

Los nombres de las fincas son Altocielo y Lunares, y así se llamarán tanto la bodega como los distintos vinos que habrá en un futuro no muy lejano, y cuyas primeras pruebas tuve el honor de degustar. El tamaño de la finca es de 4 Ha y las viñas, que se plantaron en 2004, ocupan un total de 2,7 Ha, de las que 1,6 son de Syrah, 0,6 de Tintilla de Rota (variedad autóctona) y 0,5 de Cabernet Sauvignon. La pluviometría es de 490 mm aproximadamente y la altitud (media, porque el terreno no es llano) es de 890 m. El clima es seco en verano, con días largos y calurosos y noches cortas y frescas, llegando a los 20 grados de diferencia entre el día y la noche. Los inviernos son fríos y lluviosos, y la primavera y otoños inestables con temperaturas suaves. El proyecto de la bodega está en marcha y lo realizó el propio Pedro que también es ingeniero.

Después de pasear durante un rato entre cepas, admirando el paisaje, respirando el aire puro con el sonido de los pájaros de fondo, tropezando yo con algunas piedras del terruño, Pedro se paró y miró hacia Ronda con la mirada fija y semblante entre pensativo y satisfecho. Por unos minutos le dejé, pero viendo que no reaccionaba me atreví a decirle si nos íbamos ya que llegábamos tarde a la siguiente cita. No me atrevo a decir que pasaba por la cabeza de Pedro, aunque creo que no me equivocaría mucho si dijese que sus neuronas salpicaban amor a la tierra, a la naturaleza, a la paz inquebrantable del lugar, a su querida tierra andaluza, a la Ronda que le vio nacer, al vino por el que profesa pasión, al trabajo bien hecho, con capacidad, con preparación, con alta dosis de ilusión, al esfuerzo y por encima de todo a la humildad que solo tienen los grandes. Creo que muchos coincidirán conmigo de que pisar un viñedo en compañía de quien lo trabaja, de quien deposita una ilusión, de quien mira al cielo pensando como actuará la climatología, que va tocando los pámpanos para asegurarse del estado de salud de la cepa, casi acariciando las hojas, es la experiencia más gratificante para un aficionado del vino. Y como aficionado al vino me honra haber vivido este momento con Pedro Morales.

  1. #1

    AntonioJesus.AkatA

    Eres un crack y no te pierdes una, ¡haber cuando vienes por Málaga Capital!

  2. #2

    anonimo

    Que bien vive este Jordi

  3. #3

    anonimo

    No sabes cuanto me emocionan tus palabras. Gracias Jordi, gracias por visitarnos, gracias por compartir una ilusión con nosotros, gracias por todo.
    Ahora que eres miembro honorífico de Tajovino y embajador de la Asociación en Cataluña tienes que visitarnos más a menudo, :)).
    Un Abrazo Grande!!

  4. #4

    anonimo

    Grande Jordi!
    Gran artículo que a los amigos de Pedro nos emociona, menos que a él seguro, pero mucho!!!, porque has sabido plasmar su humildad, su tesón y su pasión.
    Un placer conocerte a ti, y ya sabes, ahora que eres socio de Tajovino te queremos participativo!!
    Un saludo!

  5. #5

    anonimo

    Emocionante el artículo, Jordi. Conociéndote a ti y conociendo a Pedro, más emocionante aún. Cuánta sensibilidad de quien las escribe destilan tus palabras. Cuánta sensibilidad de quien las provoca. Grandes amigos tengo.

    Fran

  6. #6

    javierm

    Dos tios grandes Jordi y Pedro, que ganas me estais dando de ir a Ronda y pasar unos dias tranquilos por alli. Bueno, y probar ese gran syrah, que seguro que me gustara mas que ese blanco del Loira del 98 (parecia que estabas chupando una barra de aluminio con un tantito de sal por encima...)

  7. #7

    catachan

    Lo he leido antes de irme a Figueras, acojonante, emotivo, felicidades Jordi, Pedro se lo merece y gracias por la referencia ya que me has hecho participe, de tu gratitud hacia Pedro.

    Un ABRAZO

    Jesus Aguirre

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