Viña Vadina 2009.
Juan Cuatrecasas
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Acogidas a la denominación de orígen Cariñena, las Bodegas Manuel Moneva e Hijos responden al prototipo de elaboradores de vino tradicionales, habiendo conocido desde su fundación cuatro generaciones distintas de maestros vinateros. El fundador de la dinastía vitícola trasladaba en carros a Zaragoza el fruto de su labor con barricas de roble.
Ahora son Manuel Moneva Muela y sus hijos José Manuel y Jesús, este último enólogo; quienes capitanean la gestión.
El monovarietal de garnacha de la añada 2009, que participó en una cata ciega de varias botellas de esta variedad de uva, me presentó los siguientes matices :
Color rojo cereza apicotado, leves reflejos violáceos. Nariz de fruta roja madura, con presencia de cereza y frambuesa. En último término presenta matices de matorral, con un verdor boscoso. Boca sabrosa, con la pulpa matizando la entrada, y unos taninos un tanto agudos. Recorrido con alguna estridencia, su amabilidad es más una apuesta de futuro que de presente. Sin duda podrá ganar durante un año más de botella. La acidez va bien envuelta, no es excesiva. Postgusto con una mezcla de fruta, bien planteada, y un atisbo que recrea hierba fresca.
Lo catalogo en mi apartado personal de vinos de merienda, esos que sirven para tardes de verano al olor del sarmiento.
Un vino medio.