Chacra pinot noir 2006-cincuenta y cinco.

El Chacra Pinot Noir 2006 es un ejemplo de todo aquello que puede dar de sí un vino, lleno de matices románticos y alquimistas. La historia de este vino, trasladada por mi amiga Nuria, que además tuvo a bien regalarme la botella catada; se inicia cuando un aristócrata italiano, el Marqués Piero Incisa Della Rocchetta, perteneciente a la familia toscana creadora del tesoro Sassicaia, uno de los vinos toscanos con más fama en el mercado internacional; se enamora perdidamente de un pinot noir patagonio, y decide adquirir unos terrenos abandonados plantados con viñedos de 1932. Aquel 2004 fue el inicio de una bodega que, según palabras de algún crítico, elabora "...vinos sedosos, suaves, que embriagan los sentidos como si se tratara de la suave mirada de una mujer o del húmedo y delicioso beso de una amante largamente deseada. No dudo en decir que estos vinos pueden equipararse a los mejores de la Borgoña, en Francia".El pasado sábado 9 de Octubre me dispuse a catar el monovarietal de Pinot Noir, con la certeza de que la experiencia resultaría más que interesante.
Al Chacra 2006 de Pinot Noir le costó abrirse en copa. Comenzó con cierto grado de timidez. Tras un color cereza violáceo, un rojo contenido amparado en trece grados, la nariz comenzó a poblarse de aromas tostados, madera de roble francés. Poco ó nada de fruta. Canela que a medida que pasaban los minutos, terminó en pimienta verde. Incluso al final alguién dijo pensar en té.
En boca, entrada limpia y elegante. Nada recargada, un grado de acidez muy equilibrado. Se repiten los tostados, madera, y al final canela. Como suelo decir sin cortarme, un pedazo de vino, elegante y majestuoso. Diría que es un pecado beberlo acompañando una comida. Es un vino largo, digno de exploración, que sólo debe admitir la compañía de una mujer y ó una sinfonía. Mejor que muchos de sus primos borgoñones. Activo y repleto de matices, puede que incluso se me hayan escapado algunos.
Sobresaliente.