De color rubí marronoso muy claro, de capa media-baja, con similitudes a los clásicos claretes riojanos. Límpio, clarísimo, con brillantes reflejos anaranjados y ambarinos, dorados, luminoso.

Aromas de media intensidad e inicialmente con un total predominio de sensaciones de mucha cerrazón y de una reducción brutal. Es difícil divisar nada más alla de esa enorme reducción que aporta notas iniciales de acetonas y aldehídos, de incienso, desván, sándalo y un fondo especiado exótico (laurel, cúrcuma, cardamomo negro, clavo). Precisa ser decantado y ver a dónde va. Se va suavizando aunque no acaba de limpiarse del todo. Aparecen notas clásicas de crianza: cueros viejos, canela, vainilla, nuez moscada, tostados cremosos, y una ligera punta licorosa. Un tinto generoso que se va abriendo para mostrar una cantidad importante de fruta roja en sazón (cerezas, fresones, madroños) con un toque balsámicos, menta, flores marchitas y pétalos, y las especias exóticas que no acaban de desaparecer. Curioso y cambiante.

En boca nada que ver con ese vino reductivo y casi fatigado por los años. Compacto, estructurado, muy serio en todos los sentidos. Tiene una entrada viva y equilibrada, de medio cuerpo, sabroso, fresco, ligero, sin pesadez ni notas reductivas molestas. Más elegante que complejo. Taninos sedosos, tostados y unos amargosos muy agradables que se confunden con las especias, el regaliz... Un tinto de factura clásica y cierta personalidad diferenciada de otros tintos de la casa.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/06/glorioso-cosecha-especial-1968-gran.html