Corcho minúsculo, encogido sobre sí mismo, seco, momificado, adherido al cuello. Imposible de extraer al granularse en algo parecido al serrín. Botella degollada. De color rubí cobrizo de capa media, claro, con una buena cantidad de precipitado finísimo en la base de la botella. Poco brillo, turbio, con diminutas partículas en suspensión. Borde amplio, anaranjado, marcado respecto al menisco.
Al abrir se muestra huidizo, sin apenas registros que anotar. Hay un pálido apunte de maderas envinadas y vainilla, pero poco más... No hay tufos ni signos de sobreevolución. Lo poco que va saliendo es de una levedad casi imperceptible: laurel molido, hojas de té, clavo, flores ajadas.
En boca mantiene el nervio y acidez tan característicos en los antiguos vinos de Palacio. Austero y vivo, muy vivo, fresco con un fondo de fruta roja picante, reducida, adosada a maderas finas. Los taninos ni se ven, totalmente bruñidos. Un Glorioso muy digno fruto de una cosecha menor que apenas dejó en Rioja un pequeño grupo de vinos bebibles. Es con diferencia el menor de la serie 1955-1970 pero aún sigue dando la cara. Un tinto clásico, suave, educado y cumplidor.
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/10/glorioso-cosecha-especial-1961-gran.html
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