Espectacular reserva, que consolida los motivos por los que la Rioja tiene un puesto importante en las DO.
A pesar de un corcho lamentable, deshecho al abrir la botella, el paso por el decantador elimina las impurezas.
Menisco cardenalicio para un vino predominantemente rubí aún, con pinceladas atejadas.
Nariz: balsámicos, tostados en su justa medida, tabaco y cuero, con notas comestibles de cacao y regaliz.
Boca: paso elegante, preciso, que empapa la cavidad bucal, y que presenta un tremendo equilibrio, con acidez controlada. Especias - clavo y canela preferentemente -, para recorrido y persistencia prolongadísimos.
Un vicio, que procuré beber a solas para disfrutar sin complejos; lo acompañé con embutido ibérico, queso de Idiazábal, paté de oca, y un chuletón fantástico....!Lástima, era la última que tenía!!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.