Corcho perfecto y no demasiado bañado en vino para ser un 2008 (estamos en 2016 ya). Huele a frutos rojos maduros por dentro.

Visual: rojo picota de capa media, ribete transparente-cereza con algún muy sutil destello atejado (aunque apenas presente todavía a sus 7 años y medio). Limpio, brillante y con buena lágrima. Al final de la botella, algunos posos ya.

Nariz: fresca y de buena intensidad a frutos rojos y negros muy maduros (predominando la fruta roja), buenas especias, regaliz, tostados avainillados, algo de coco rallado, torrefactos, algo de chocolate y cacaos, ligeros cueros, pieles animales y sangre solidificada. Ligero monte bajo y algunos herbáceos junto a algo de musgo y setas. Mucho más "hecho" y complejo en nariz que lo recordaba de beberlo hace un par de años.

Boca: entrada de potencia media-alta, frutal y suave, sedosa en el tanino (el cuál está presente pero está mucho más pulido y dulce ya). Densidad media. Es un vino de paso fácil, fresco, de buena acidez, sin mucho peso de alcohol en boca (se notan que "sólo" tiene 13.5º). Es goloso y sabroso pero sin apabullar la boca. El final es largo, con postgusto a frutos rojos maduros, especiados, tostados y maderas finas de fondo junto a recuerdos avainillados y a regaliz en retronasal.

Vino muy bien hecho en una añada relativamente difícil en la Ribera del Duero. Es bastante fresco y fácil de beber. Le noto acidez y fuerza para aguantar sin problemas de 5-7 años más (en buenas condiciones de guarda, claro).

Su PVP ronda los 15-18€, aunque en añadas más recientes como la 2012, es fácil encontrar ofertas en las cuáles se obtenga entre los 10-14€. Al PVP normal la RCP la considero buena: aunque sea un clásico y bastante comercial, es un vino que raramente defrauda.

Corcho de buen calibre en muy buen estado. Por la parte interior bañado en vino rojo picota concentrado.

Visual: rojo picota de capa media, ribete transparente-cereza con recuerdos cardenalicios pero también ya vislumbra algún atejado, buena lágrima, limpio y brillante.

Nariz: fruta roja y negra maduras, especias, regaliz, vainilla y coco, tostados y torrefactos, fondo de maderas y cueros, pieles, café y cacao. No muy intenso pero complejo.

Boca: entrada suave, con bastante fruta aún, sedosa, de buen volumen, de buena tanicidad y astringencia que aventura unos cuantos años de vida en botella. Paso por boca muy rico y sabroso (que mejora con la aireación, sobre todo si es superior a la hora). Final largo, con postgusto a fruta madura, maderas, especias, torrefactos y tostados muy rico que se extienden a la retronasal.

Muy buen vino clásico y sabroso, de una añada no especialmente buena pero que está evolucionando bien. Con cuerda para rato.

24 horas después de descorchado, pude probarlo y todavía estaba muy vivo.

Corcho de muy buena calidad y perfecto, apenas bañado en vino 1 mm de color rojo picota.

Visual: rojo picota claro, capa media-alta, ribete granate-cereza-transparente con ligeros destellos atejados. Limpio y brillante, con muy buena lágrima. Mucho mayores signos de madurez que hace 3 años (lo cual es normal).

Nariz: fragante y compleja. Fruta roja y negra maduras, especias, regaliz, tabaco rubio, maderas finas y notas a menta y balsámicas. Cuando lleva media hora abierto son apreciables los aromas animales a cueros, establo y piel de animal. Cuando lleva más tiempo abierto los aromas terciarios, aunque presentes, son menos profusos (bajan de nivel en favor de la fruta y la madera).

Boca: entrada suave, sedosa y golosa pero, a la vez, de contundencia media-alta. Muy buen volumen en boca. Taninos medianamente pulidos pero todavía perceptibles en encías y boca. Muy buena acidez y paso por boca muy muy agradable. Final largo, muy largo, frutal, especiado, con fondo de madera, un toque mineral y, sobre todo, unos especiados-balsámicos que invitan a otra copa.

Me ha gustado mucho la evolución de este vino. Evidentemente, más de 3 años después y con más de 600 vinos bebidos/catados por mi parte (más de la mitad sin nota de cata), me ha sorprendido menos que la cata inicial de Febrero de 2011. También es verdad que lo recuerdo una golosina por entonces, muy joven, con tanino vivísimo, afrutado y con la madera también muy viva. Le di la máxima nota pues me hizo vivir un momento sublime. Hoy, el mismo vino (otra botella), está estupendo, más evolucionado, con más integración, algo menos de fruta pero más "hecho". Un vino que, a pesar de ser una añada (2008) no de las mejores, creo que tiene cuerda para vivir al menos 5-6 años más si se conserva en buenas condiciones.

Con más tiempo catando vinos por mi parte, creo que la nota que doy en este momento es bastante más ajustada a la realidad del vino ahora mismo.

Observaremos su evolución los próximos años (me quedan todavía varias botellas).

Picota de buena capa. La nariz es bastante intensa, comienza un tanto reducida, para dar paso a matices de confitura ligera, toques de fruta roja, suaves especiados, algo de maderas finas e incluso algún apunte de flor morada. Tostados ligeros, pero a su bastante larga crianza...

La cata fue a ciegas... y en consecuencia puntúo... pero las emociones no se pueden encerrar en una mera puntuación.

Segundo Pesquera Crianza catado por un servidor en poco más de tres mesecitos, más o menos. De ahí que aún tenga algo de recuerdo para valorar y comparar más o menos entre botellas (de diferente añada, pues aquel catado anteriormente era un estupendo 2006, en un momento de consumo magnífico).
Luce este 2008 visualmente, con un picota oscuro,con ciertos tonos rubí en la copa y capa media-alta. Lágrima bastante marcada y suavemente atintada.
La nariz es bastante intensa (quizás un poco menos que el 2006), pero también resulta expresiva y no se muestra perezosa: a copa parada, apreciables notas animales (cuadra, establo...), cueros y bastante pimienta negra.
Con tiempo, asoma la fruta madura, aunque no de una forma tan apreciable ni abundante como en el 2006. Regaliz y alguna nota torrefacta, adornan y completan el conjunto.
Un boca, muestra cuerpo medio y buena acidez. Longitud media en el paladar y un final persistente con un retronasal recordando el café y alguna especia más.

Sinceramente, está un peldaño (o dos), por debajo del 2006. En nariz, no es tan intenso (pero más porque lo encuentro menos frutal y más especiado, quizás); y en boca, resulta menos contundente y sabroso, aunque seguro que no le vendrá nada mal dormir un par de añitos más en botella. Seguro que en boca (sobretodo) se afinará bastante y resultará más agradable.

OJO: Picota oscuro, capa alta, sin apenas ribete.

NARIZ: Fruta negra, moras, regaliz. Todo lo mejor de la Ribera. Ese concentrado de moras que sin llegar a ser mermelada da algunas notas dulces... El decantador huele a perfume, mezcla de frutas rojas y negras con maderas ligerísimas que resultan insuficientes. Al día siguiente se añaden nítidos recuerdos de chicle de fresa -defecto- y mermelada de frutas del bosque -virtud.
Con todo es, como se dice más abajo, un verdadero narizón, pero es en esto en lo único que destaca el crianza de Pesquera. En mi nota influye mucho (¿demasiado?)la nariz; si fuese más discreta le habría dado un 7,5 pelao. Quizá con los años acabe siendo otra cosa...

BOCA: Denso, frutal, acaba resultando algo pesado. Falto de frescura pero muy largo en su fruta. Es un vino largo, muy largo para su corta edad, y esa es sin duda una de las grandes virtudes de la buena Borgoña y de la Ribera del Duero.

Esperaba más por las grandes críticas, pero no deja de ser un buen crianza, aún demasiado joven, y algo caro en comparación con otras D.O.

Oscuro de borde morado muy vivo, brillante, lágrima densa y de capa alta.... se empieza a intuir la fruta

A mi particularmente, este vino en nariz me parece espectacular, me pasaría toda la noche oliéndolo en lugar de bebiéndolo, es muy goloso, frutos muy maduros y dulces de muy buena intensidad, la fruta y la madera muy bien conjuntada, regaliz de gominola algo de caña de azúcar y se aprecia un fondo de bosque.

En boca temía que le faltase algo de equilibrio y que ese toque dulce predominase, es lo que recordaba de mi última referencia de este vino, el 2006, pero este se muestra con un buen equilibrio, una buena acidez, una entrada potente, con cuerpo con un post gusto largo, uno de esos vinos que cuando lo has tragado, dices, vinazo.

Color cereza con buena capa.
Aroma: intenso,tostados intensos que recuerdan a las brasas, el chocolate puro y al humo, aparecen las notas de roble nuevo, y la fruta aparece como azul.
Boca: ataque intenso, sabroso, cálido, notas balsámicas pero guardando buen equilibrio con la fruta, muy buena persistencia.
Desde la última vez que lo probé, Pesquera 2002 ha evolucionado hacia un vino con más carga mineral pero renunciando a la frescura y la cremosidad de aquel vino.

Bonito color picota rojizo, con precioso ribete carmín. Capa alta. Lágrima densa, lenta y ordenada. Limpio y con mucho brillo.
Intensos y golosos aromas a moras, frambuesas y grosellas. También aparece algo de pimiento, tabaco y un punto mineral.
En boca es bastante denso y corpulento, pero con una buena acidez. La madera está mejor trabajada que en otras añadas. Sabores a moras, fresas, grosellas, bosque, notas tostadas y minerales.
Final muy frutal y algo astringente.
Me ha gustado, está muy vivo y se nota que es un vino serio y muy bien configurado. Con hechuras más atlánticas que en otras ocasiones.

(Descorchado una noche de Miércoles 16-Jueves 17 de Febrero de 2011, en homenaje al tristemente desaparecido Santi Santamaría, maestro de maestros de la cocina española).

Un vino impresionante y más si pongo el precio por botella al que lo adquirí (en una liquidación por internet a 7.5 euros, un visto y no visto, me aprovisioné de 3 cajas y media de 6 botellas, 21 botellas, de esta maravilla). Aún así, he puesto el precio estándar de referencia: 10-19.9 (típicamente entre 13 y 18 euros según la tienda).

Me ha sentado fenomenal, cenando media botella y podría habérmela pimpado completa.

Es como montar en un Mercedes. Fama merecida y sabes que no fallas. Podrá tener sus cuestionadores o detractores, su competencia, mi opinión es que serán pasajeros, este vino no falla y no baja el nivel como pasa en otras bodegas de la misma DO (que tienen vinos demasiado sobrevalorados, ejemplo Pago de Carraovejas, que vale a precio estándar en Crianza casi el doble y no es mejor que Pesquera Crianza ni de lejos).

De momento (estamos a principios de 2011), no es necesario ningún tipo de decantación/oxigenación. El vino lleva embotellado pocos meses (su crianza en barrica finalizó en junio-julio de 2010 y ha estado en bodega embotellado hasta diciembre 2010/enero 2011). El vino ni tiene posos ni precipitados ni necesita oxígeno (más bien necesita botella para desarrollarse plenamente). Está comprado de hace menos de 15 días en primicia absoluta.

Vamos a la cata:

Visual: rojo picota no demasiado oscuro, capa alta, limpio, brillante, precioso, ribete totalmente rubí-violeta, cardenalicio 100%, nos anticipa una carga frutal BRUTAL, parece más un vino joven o un joven-roble que un Crianza. Lágrima muy abundante, perfecta, cae lenta y ancha, baña la copa al movimiento de la copa de una forma inusual.

Nariz: potente fruta roja a copa parada, a copa en movimiento el aroma se hace más contundente: bayas del bosque, fresas maduras, incluso un toque de gominola junto con balsámicos, vainilla, pimienta negra y un toque de nuez moscada.

Boca: entrada perfecta, fruta roja a raudales, con carácter, diciendo "aquí estoy yo y no sabes con quién tratas, chaval", sabor clásico a Riberas del Duero de alta alcurnia, paso goloso, meloso, como dicen algunos, "chocolate", invita a beber y beber y tomarte la botella entera sin contemplaciones (sé que puede ser una barbaridad, pero es lo que siento). Una acidez espectacular (como cabía esperar) que augura un tiempo de vida como Crianza que ya muchos Reservas de otras DO quisieran para sí. Sorprendentemente, la astringencia está controlada, los taninos se hacen presentes pero están muy domados y no son punzantes como podríamos pensar de un vinazo "niño-adolescente" que está empezando su vida en botella.

Final maravilloso, retrogusto largo con un mentolado final con toque de canela y madera americana de la más alta calidad que quita el hipo. El retronasal (en trago largo), es escandalosamente fantástico. Esta madera americana compite perfectamente contra muchos vinos que alardean de madera de roble francesa pero que, a la hora de la verdad, no dan las sensaciones de este Ribera Crianza sin parangón.

EMHO, todos los vinos de Alejandro Fernández son enormes: Condado de Haza es fantástico, el Vínculo muy buen vino, Dehesa de la Granja estupendo, pero Pesquera es otra historia señores. Será el mismo bodeguero, pero Pesquera es Pesquera y lo demás, por muy buenas que sean, son segunda, cuarta y tercera bodega de Alejandro, respectivamente ;)

Pesquera Crianza para mí :)

PD. Me quedan otras 8 botellas enteras más (2 cajas de 6 botellas se las doy a mi padre para que los guarde y vaya dando cuenta de ellos como vea conveniente). Por mi parte, seguiré la evolución de este vinazo.

(Va por ti, Santi, espero que donde estés puedas recordar y, quién sabe si disfrutar, de vinazos como éste o mejores aún).