Botella bordelesa típica de Pesquera Crianza (con el escudo de la botella en relieve en la parte alta delantera del cuerpo de la misma). Etiquetas clásicas de la botella (que, en la añada 2012 ya han cambiado, por cierto). La contraetiqueta no ofrece apenas información.

Corcho perfecto, largo, grueso y de mucha calidad que sale de una pieza y aparece muy poco bañado en vino rojo picota-granatoso por el interior. No parece un corcho de un vino de 2006.

Decantado más de una hora hasta el momento de tomar notas para la nota de cata.

Visual: rojo picota de capa alta, ribete cereza-granate-transparente, limpio, brillante y con buena y abundante lágrima de lenta caída.

Nariz: de notable intensidad a fruta roja y negra madura, especiados, regaliz, vainilla, coco rallado, ligeras setas y trufa negra, ligeros lácteos (aún, normalmente no aparecen ya con 10 años), chocolate con leche, toffee, caja de puros, tabaco rubio, pimienta negra, tierra húmeda, sotobosque, trazas de sangre coagulada y ligeros aromas cárnicos.

Algo reducido al inicio pero que, con 1-2 horas de aireación, es suficiente para que el vino esté pletórico en nariz. Mucha complejidad y registros cambiantes con el paso del tiempo desde el descorche.

Boca: ataque a fruta roja fresca con algo de fruta negra algo más madura ya, notable cuerpo, y sobre todo muy buena acidez que lo hace de trago fresco y fácil; estructura media, volumen medio, muy equilibrado y agradable en el paso por boca. Se percibe muy compensando entre potencia y ligereza en el trago. El final es largo, sabroso, con fruta madura, tanino muy potente aún (con margen de mejora) pero ya muy rico, sabroso y dulce; en el retrogusto se percibe ligero amargor y rica acidez junto a fruta fusionada con un buen fondo de finas maderas que envuelve la boca estupendamente bien. En la retronasal mucha complejidad a regaliz, especiados, toffee, fruta negra madura, trufa y finas maderas.

Pletórico a sus 10 años este vino. Con 3-4 años es imposible que este vino ofrezca lo que ofrece ahora... como se suele decir a veces: "El valor de la espera". Pues sí. Es así (al menos en el caso de esta botella). Este Pesquera Crianza 2006, aunque los cánones digan otra cosa (que se debe beber antes), está en un momento óptimo de consumo ahora mismo e, incluso, por qué no, puede tener aún unos cuantos años de evolución potencial en botella sin significativa merma de sus cualidades (siempre bien conservado, claro).

Armonizó estupendamente bien con un excelente arroz de conejo con caracoles ilicitano (del que subo foto también).

Color picota intenso, ribete granate, capa alta.
En nariz, intensa, predomina la fruta roja madura, junto con tostados bastante presentes. Hay también coco, herbáceos, balsámicos, regaliz.
En boca es también frutal, junto con tostados no demasiado integrados. Buena entrada, acidez agradable, ligeramente secante, es suave y de trama correcta. Se aprecia vainilla, algún recuerdo mineral, y tiene posgusto torrefacto.
A poco más de 15€.

Más redondo y equilibrado que la última botella hace poca más de un año, con buen ataque en boca, buena fruta y buen cuerpo, elegante, golosito, sin aristas, con buen recorrido y persistente.
Aromas de buena intensidad, con frutos especialmente rojos muy maduros y un puntazo de licor, con notas cremosas de madera, vainilla, regaliz y balsámicos.

Hacía muchísimo tiempo que este vino no me producía unas sensaciones tan agradables como las que tuve con el éste pasado Domingo en la mesa de un restaurante.
Coincido con Juanjosantos y, a pesar que mi euforia no llegue a los niveles que él demuestra, debo de decir que ahora mismo lo encuentro en un estado de forma encomiable.
Curiosamente, quise pedir otro vino de la carta y he de decir que como las confianzas a veces dan asco (para bien, por supuesto), el camarero amigo de un servidor, me dijo que "ya te traeré lo que yo vea". No sé si me tomaba el pelo...Posiblemente. El caso es que acertó de pleno.
Se muestra contundente en lo visual: un color rojo rubí oscurísimo de capa muy alta y un ribete muy bonito, apicotado y morado. Lágrima moderada, pero perceptible perfectamente en la copa. Por cierto que éstas no eran "de marca", pero es que el vino seguía por buen camino; soltándose con alegría.
Nariz igual de alegre y contundente a la par. Bastante potente y expresiva. Buena carga frutal, notas suaves de regaliz; tabaco y madera conjuntada suavemente. Seguimos bien.
La boca nos pone un buen final a tan grato vino: contundente. Buen ataque, carnoso. Mantiene buena acidez y un cuerpo apreciable. Bastante largo en el paladar, con un final muy persistente, nuevamente frutal (muy bien la fruta negra sobretodo, desde la nariz hasta la boca) y alguna nota de cacao. Además deja la lengua con esas sensaciones de terciopelo, secantes, que tanto me gustan. Se aprecian los taninos de la madera
Lo dicho, siempre puede ser que a veces uno disfruta mucho más en determinados momentos, pero desde luego no me arrepiento nada el que no me dejaran elegir el vino, y al final tener la oportunidad de acabar con este gran Pesquera.
Estupendo.

Botella muy bonita, de cristal corpulento, cápsula y corcho de máxima calidad, éste último largo y consistente.

Visual: rojo picota claro, capa alta, lágrima abundante, densa pero fina. Menisco con ribete rubí-cardenalicio muy abundante, pequeñísimos reflejos ligeramente teja que indican la crianza en roble americano.

Nariz: al descorchar no se muestra muy abierto, pero al airear aparece fruta negra sobremadurada, madera de alta calidad, vainilla, especiados, fondo de regaliz y balsámico-mentolados. No aprecio aromas terciarios. A este vino le quedaba aún muchísima vida en botella.

Boca: vino contundente pero, a la vez, con taninos nada astringentes, tremendamente dóciles, entrada muy agradable, ya indica que bebemos algo más que un vino al uso, sabor a fruta con toques de especias y a madera-mentolados fantásticos. Acidez bastante elevada pero nada desagradable, el equilibrio entre alcohol-madera-fruta-acidez es maravilloso. Retronasal notable y agradable, fondo y final largo, de un minuto o más. Un vino que deja huella.

Para mí, este Pesquera "básico" es un clásico de la Ribera fantástico y con una RCP impresionante. Soy un enamorado de los vinos del gran maestro Alejandro Fernández :)

Un clásico entre los clásicos, catado junto a unos amigos, coincidiendo todos en la existencia de otros Riberas de mucha mejor calidad en ese rango de precio. Color picota con menisco evolucionado, nariz algo cerrada al principio, para ir mostrando primero aromas lácteos y una madera muy predominante con coco, cuero, algo de notas de establo, para ir apareciendo poco a poco la fruta negra en mermelada, el regaliz, pimienta y aromas de café y cacao. En boca es sedoso, muy pulido y suave con acidez buena y un tanto licoroso y goloso, con un final largo. No está mal, hecho para gustar a todos, peca, en mi opinión de exceso de madera y de una cierta falta de personalidad.

El vino tenia un color brillante sin nota alguna del paso del tiempo, en nariz tenia al comienzo olores a tierra con rasgos un poco animales, después de estos aparecieron unos olores muy finos a frutas negras maduras como cerezas y ciruelas. En boca era de paso amable, redondo, de buena acidez y un final muy rico. Muy buen vino

De color cereza picota, en nariz es de media intensidad,fruta roja madura,especiado,ligero toque mineral, en boca el paso es bueno,redondo,buena acidez,glicerico con un final medio largo,muy en la linea de esta bodega.

Rojo cereza intenso, capa media, limpio y brillante.
Intensidad aromática media, notas de fruta roja, herbáceo y finos tostados, pero algo corto, se le hecha de menos algo.
Boca suave, sedoso, trago fácil, equilibrado y recuerdo medio. Retronasal a tostados. Típico.

Pesquera es una de mi marcas fetiche. Es uno de los vinos que por nombre y trayectoria es de los primeros que probé cuando me inicié en esto del mundo de los vinos. Recuerdo que he probado entro de la gama de los crianzas desde la añada 2001 y era un vino que me gustaba mucho, pero desde la añada 2004 estoy notando un entascamiento en la calidad, vamos, quiero decir que no es mal vino, pero que le están comiendo terreno otros riberas, y creo que deberían ponerse las pilar, pero claro, dirán en la bodega, tan malo no está cuando vendemos todo ¿no? Pero a m me está cansando y por ejemplo la añada 2007 aún no la he comprado y quizás no lo haga.

Me sigue gustando mucho éste Pesquera y esta en estado óptimo...muy rico para disfrutarlo ya, con buena acidez, resultando goloso y muy sabroso, con buena expresión de fruta madura en boca. Muy ricos los aromas que al igual que en boca resaltan los frutos del bosque maduros, siguiendole por detras madera fina y notas de crianza.
Resulta muy agradable aunque un poco tirante pero mejorando día a día, con buen recorrido.