Botella bordelesa con etiquetado clásico de este vino.

Buena cápsula, bonita y moderna.

Corcho natural de gran calidad, muy buena longitud y anchura, poco bañado actualmente en vino rojo cereza-granate aunque en otro tiempo llegó entre 1/3 y la mitad del mismo.

Sacado de vinoteca a 13-14ºC, decantado hora y media antes de tomarlo en copas amplias Lehmann Jamesse Grand Rouge.

Visual

Picota de capa alta con reflejos cerezas, ribete anaranjado-transparente que denota sus más de 16 años, limpio (salvo algo de poso al final), brillante, fina, preciosa y abundante lágrima de lenta caída.

Gran visual, buena presentación y fantástico corcho. (9,4)

Nariz

Al inicio no muy intenso pero con la aireación, intensidad entre media-alta y alta, fruta negra madura en sazón (higos, moras y ciruelas), especias dulces, regaliz, salvia, malva, chocolate negro, cacao, toffee, balsámico-mentolados intensos, vainilla, coco, clavo, notas de canela, mina de lápiz, grafito,  toques de algarroba, leves amielados y un punto cremoso pastelero.

Olfativa de gran nivel en intensidad y, sobre todo, en complejidad, integración y equilibrio. (9,3)

Boca

Ataque frutalmente maduro, seco, sabroso, equilibrado, con buena acidez y frescura que hace salivar, de notable densidad, gran volumen, amplio, muy buen cuerpo y fenomenal estructura.

El paso por boca es sedoso y aterciopelado, redondo, mentolado, de una elegancia tremenda, taninos presentes pero ya muy bien pulidos, dulces y redondeados.

El final es muy largo, con fruta roja y negra muy madura y sin apenas amargor, balsámicos y monte bajo, chocolate negro, tostados de fondo en un retrogusto y retronasal excelente.

Gran boca la de este vinazo. Seda pura. (9,6)

En gran  momento de madurez óptima este San Román 2005.

RCP espectacular para lo que ofrece y costaba en su día (unos 20€ o poco más).

Color picota bien cubierto, ribete granatoso, capa muy alta y fina lágrima muy abundante y completamente tintada. Elegante y notable intensidad en nariz que ya va dejando descubrir un equilibrio general que va a sorprender, fruta madura en compota (frutillos del bosque) con toques de cerezas y ciruelas muy maduras, tostados elegantes cremosos y bañados por unas sensaciones avainilladas muy agradables, finos especiados que, incluso, resultan algo dulzones, finos balsámicos, sensaciones de chocolate con leche y After Eight, café arábica y suave fondo mineral muy agradable. Notable y elegante entrada en boca, suave y seductor recorrido con un notable equilibrio en todos sus registros, fruta madura muy sabrosa, tostados pulidos y suavemente cremosos, taninos dulzones, muy buena acidez, suaves especiados con ciertos toques dulzones (nuez moscada, clavo), toques mentolados muy finos, algo de cacao y chocolate, fina textura, aterciopelado, muy redondo, envolvente, con cierto volumen, ligero pero intenso, bien persistente. Final largo, postgusto de fruta madura y retronasal ahumado.

Más información en: http://www.elvi.net/2013/11/09/san-roman-2005/

Esta botella me ha gustado mucho más que la última que abrí, ya que los tostados no estaban tan presentes

Color rojo picota con borde cardenalicio
En nariz muy intenso, frutas negras, especias, café, cacao y tostados inundan la copa.

En boca resulta espectacular, sabroso, tanino pulido, amplio, cremoso, muy buena fruta negra y suaves tostados.Delicioso

Me ha gustado mucho y acompañado con un chuletón a la brasa con el amigo Demos y cia, resulta una combinación explosiva

La RCP muy bueno, pero su hermano Aalto en la añada 2005 me resulta más interesante

De los San Roman mas elegantes que he bebido.

Nariz muy bien definida y de intensidad media-alta.Destacando unas especias dulces por encima de sus terciarios ( ya importantes de por si ), y casi de su fruta, en mermelada de franbuesa diria yo.
Despues de este tiempo en botella, esas especias otorgan a la nariz de este San Roman una elegancia magnifica.

El trago en estos momentos es de paso aterciopelado, con unos taninos totalmente pulidos, fruta bien asentada en el conjunto.Una acidez bastante buena aun, oxigenando el sorbo sale a relucir la fruta, en este caso algo mas roja como de fresones.Se despide de forma generosa con una madera tostada y perdura un buen rato.

Estupendo momento para este San Roman 05.

El Aalto 2005 fue el vino que ha día de hoy mayor impresión me ha causado, gracias ha este vino me empece a interesar por este mundillo hace unos 5 años.

Por lo que no podía ser menos, el probar otro grande de Mariano García de ese mismo año.
Para mí vinos diferentes, o por lo menos lo que mi memoria recuerda(tendré que abrir alguna de las botellas de Aalto 2005 que tanto me han costado conseguir) para corroborar esta impresión. Para mí, el Aalto más potente y frutal y el San Román más domado y amaderado

De color rojo picota muy maduro, capa media-alta, y lagrima muy densa
En nariz se aprecian muchos tostados, ligeramente frambuesa, pimienta y tabaco
En boca es un vino sabroso, predominando las notas de tostados, esos 22 meses en barrica hacen mella. Tanino carnoso y meloso. Con un paso por boca largo y sabroso
Tiene una muy buena acidez por lo puede aguantar 5-6 años perfectamente. Veré su evolución más adelante

No sé si mis gustos están cambiando pero agradezco últimamente vinos menos amaderados.
Me gustaría probar este vino con 12-15 meses en barrica en vez 22 meses.
Esta misma impresión tuve con el Aalto 2007 de Mariano García, lo que he de reconocer que este SR esconde más cosas que sabores terciarios de la barrica y si que me ha gustado

Esperando en un futuro encontrar un peque del San Román en 12-15 meses de barrica

Color cereza, borde cardenalicio, capa media, lágrima densa. En nariz aromas con buena intensidad a fruta negra madura (ciruelas, moras), especiado (pimienta, clavo, vainilla), algo de regaliz negro y chocolate. En boca tiene buen cuerpo, paso fácil, buenos y ya dulces taninos, persiste ligera acidez que da un buen equilibrio, es elegante, redondo, muy sabroso; persistencia buena.

Ya son varias las vendimias posteriores, pero sigue estando en muy buen punto.

… tuvimos que terminarnoslo.

Rojo granate con ribete algo evolucionado. Tinta la copa con su capa alta y fina lagrima.

Nariz intensa, cacao, frutillos negros, aceituna negra, tostados intensos, terroso, trufado, algo de barniz, vainilla y caramelo de cuba libre.

Entrada noble, amable, sabroso, tanino marcado pero dulce y amable, potente, amplio, con cuerpo, robusto y al tiempo elegante, intenso y pleno de matices. Acidez apropiada, aromaticamente en esta fase equilibrado con esos frutillos negros y buenas notas provenientes de un roble de calidad. Final largo y grato postgusto.

22€
Picota de intensidad media-alta con menisco poco degradado, granatoso, brillante, limpio y lágrima densa. Nariz de buena intensidad, bombón en licor, cerezas, cacaos, balsámicos, hierbabuena, tabaco, vainilla y recuerdos terrosos y minerales. En boca, entrada potente, mucho peso, tanino carnoso y dulce, paso con buena acidez y frescura. Retronasal con cerezas en licor, sensaciones dulces, mineral, balsámicos y cacaos. Final bueno, fresco y amable.
Muy entero y carnoso, con vida por delante.
9.

Cereza bien cubierto con borde púrpura, lágrima densa que deja velada la copa unos segundos al girarla.
Aroma intenso, con fruta negra madura, ciruelas y moras, y una madera perfumada de calidad, cedro, con especias tipo clavo y pimienta negra como fondo.
Corpóreo en boca, pues la llena y deja un trago cremoso, de taninos maduros, paso amaderado y elegante, con algo de sequedad, pero su final es largo y rico.
Qué buen servico llegan a dar esos casi dos años de crianza con el tiempo. Elegantón.
Impecable con una carrillada.

...Y por añadidura: una mala botella, también.
Primer avez que me ocurre con tan estupendo vino de Toro, el cual siempre he mostrado (y muestro), devoción.

En este caso, pienso, una mala conservación que dio como resultado un San Román fuera del esterotipo de vino grande y elegante que es.
Descorchado con una hora de antelación, previa a la cena en la que iba a presentarse.
El corcho, la verdad, no es que estuviera en mal estado; pero si voy a hacer mención especial a una cosa: sería fácil expresar o decir que el vino provenía de una compra en una G.S., y con eso muchas veces (por efectos de guarda, manejo del vino, mala conservación, cambios violentos de temperatura...), tal vez serviría para excusarme por tan desgraciado y triste encuentro con este SR-2005.
Lo que ocurre es que no me vale esa excusa, ni para mí.
Si hecho cuentas de la nota de cata que precede a ésta, ese San Román se adquirió exactamente en el mismo lugar que esta botella que comento ahora mismo. en aquel caso, el vino estaba magnífico. De ahí mi insistencia en coger y probar de nuevo otra botella antes de ir a por los 2006 y 2007 que ya pululan por los mercados.
Visualmente se presenta como otro buen San Román: con un magnífico picota intenso, de buen brillo y un ribete granate bonito. Lágrima abundante más transparente que tinta.
Y aquí se nos acabó todo (sinf!!!)
Nariz donde sólo se aprecia (apreciábamos, el amigo Pingus y yo), tierra mojada, corcho húmedo y más humedad. Algo de hojarasca, o monte umbrío. Más humedad...y más corcho...y más tierra mojada. Nada. No lácticos; no fruta; no torrefactos; no especias...algún balsámico muyyyy de fondo? Tal vez. Pero nada...
Cuando llegamos a la boca, sí se asemeja algo a un buen San Román (repito: "algo"): largo, carnoso, cálido y contundente...pero no sabemos apreciar nada más en esta fase. Le falta "punch", matices; elegancia a la vez que seriedad.
Lástima infinita.

Es la primera vez que me sucede y seguramente, como cada botella se puede convertir en "otro mundo", en este caso ha sucedido así.
Seguro que habrán más y mejores ocasiones para disfrutar de este tinto, de nuevo.
No puntúo.