Opiniones de San Román
OPINIONES
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Porque es que siempre obra milagros!!!!!

Y éste en concreto tenía aromas de Toro, de fruta negra, de esos ahumados, de esas especias picantes... Un aroma que hace que reces y te pongas de rodilla ante él, porque esos balsámicos, los tostados con alguna nota dulce, el cacao negro como la noche y esa licorosidad del caliz en el que estás bebiendo. Hay potencia, magia, notas de música que te hacen relajarte y dissfrutar. Y de repente, te azontan sus balsámicos, para que no te duermas, esas notas de matorral, ese toque mineral y la vainilla fina y deliciosa. Consigue que el tiempo se detenga mientras vas oliendo la copa, una copa que te llevará camino a la perdición.

Y es que aunque sea muy santo, este vino hace que quieras pecar, porque tiene una fruta negra madura, jugosa, de la que cuando acabas de comer, te chupas los dedos.  Balsámicos, flores, ahumados y una mineralidad más marcada aquí. Notas de matorral, ese cacao y, señoras y señores, esa maravillosa vainilla. Es una delicia, fina, delicada, en su punto y que no agobia, sino que le da ese plus de elegancia. Es intenso, pero elegante, con todos los sabores conjuntados, hasta ese bomboncito licoroso que remata la faena y lleva a la gloria. Buenísima acidez.

Un vino tremendo, largo, con mucha chicha que masticar, con camino aún que recorrer y por el que vale la pena ponerse a rezar... Y a preparar el caliz para recibir su bendición ;-)

Gracias por la mención amigo All i Oli... Nariz intensa, fruta negra en compota, balsámicos (regaliz), cacao, y finos tostados de fondo. En boca se muestra contundente, untuoso, amplio, profundo, largo...con buena acidez y un tanino aún muy vivo. Un toro de los buenos, de los que trasciende su papel de mero acompañante de un ágape, cobrando un protagonismo absoluto, pudiéndolo beber, como se suele decir, a palo seco y sin darte cuenta.

...Y gracias al amigo Sergio Blázquez, que dispuso una buena botella de este '12 de San Román.

Si ya en Enero, comentaba que el vino estaba estupendísimo, aún a sabiendas de su calidad y garantias de buen envejecer, pues es lógico que el vino no decaiga ni un ápice en este momento.

Todo en su sitio: una nariz llenísima de matices. Todos marchando a un mismo son; marcando el paso (olfativo) a la vez: Balsámicos, fina barrica, chocolate fino; lácticos...Fruta madura bien fusionada... Lo de siempre... Que es muchísimo.

La boca sigue por los mismos derroteros. Trago largo; llena la boca. Invita a repetir. Se nos acaba en un plis plas!!!

En fin: Bravo, bravísimo!!!

Seguiremos disfrutando de él.

Es un vino que me ha impresionado profundamenteen nariz.
Ha hecho que desee refrescar los receptores para olerlo una segunda antes de probarlo.
Nada más que añadir a los demás comentarios.
No me cansode catarlo.

Mucho, demasiado tiempo, llevaba sin disfrutar de la compañía de este noble vino.
Varias añadas son las que he probado de él, aunque debo decir que desde las añadas '10 en adelante, nada de nada.
Eso no supuso ningún problema a la hora de disfrutarlo este 31 de Diciembre, pues cuando uno se enamora de un vino (y éste es el caso), desde luego que no olvida como es.
Visualmente, sí lo recordaba más opaco, oscuro. Aquí la capa es un poco más transparente, aunque el color granate sigue siendo estupendo. Lágrima muy fina, marcada, densa en el cristal de la copa, más transparente que tinta.
La nariz...ay, amigos!! La nariz es muy San Román...O debería decir muy "Tempranillo del Sr.Mariano"?
Lo tiene todo: intensidad, expresión, complejidad. (Quizás no tan potente como lo recordaba en otras ocasiones)...Pero resulta embriagadora. Es fácil enamorarse de ella.
De primeras, comienza con unos bailes florales, como de lavanda y algunas flores más que ya se me pierden en la memoria. Curioso lo que aparece por aquí (o soy yo?): trazas de cascara de naranja o limón, amargosas. Luego, lo típico (y festivalero): especias dulces (canelas, la sempiterna vainilla finísima), cacao más virando al chocolate más líquido y dulce. Aparece la fruta negra, la cremosidad del conjunto (sí, sigo hablando de la nariz). Se me acaban los adjetivos y descripciones...
En boca, entra con un trago fluido, largo. Muy educado, redondo. Hecho.
Si hay algo que me gusta este Toro en comparación a otros de su pedigrí y nivel es que, por ejemplo ya en este 2012, te lo puedes beber perfectísimamente ahora. Bueno ahora, y de aquí a 5-6 añitos pòsiblemente. Y mantendrá el mismo nivel.
Dicho de otra forma y sin bravuconadas: Tan intenso y elegante como un Numanthia o un Vitorino, por citar dos grandes de la zona. Pero muchísimo más dispuesto y sin tener que esperarme años y años a que esté plenamente disfrutable.
Ésa es, a mi parecer, la grandeza de este vino.
Mantiene una acidez decente. A veces se siente punzante, viva. Aterciopelado final, con buena persistencia y final frutoso y especiado, acompañado de suaves notas de la barrica.

Creo, mojándome más si cabe, que me seguiré quedando con los 2003 y 2006 que probé en su tiempo.
...Pero que nadie se pueda llevar a engaño con este '12: sigue siendo una maravillosa criatura, obra de uno de los enólogos más importantes de la historia de este país.

Amén.

Picota bien cubierto. En nariz muy buena intensidad, complejo y atrapante, atrayente, con una madera dulce y amable, chocolates con leche, fruta rojo, compotas, perfumes, connotaciones ahumadas, especie dulce, canelas. Dulce en boca, sabroso, complejo, sedoso, tanino bastante redondo, dulce y aterciopelado, te acaricia, buena longitud y final.
24€aprox

Capa alta, borde morado, lágrima abundante, densa y tiñendo la copa.

En nariz, intensidad alta, frutos negros, dulce, sabrosos y muy apetitosos, al mover, los toques especiados, eucaliptos, pero también encuentro lácteos, bollería, mantequilla, una nariz con muchísimos matices.

En boca tiene una entrada amplia, gruesa, envolvente, redondo, buena acidez y equilibrio, la nariz la vuelves a experimentar en la boca, post gusto largo y nada secante.

Que regularidad, otra añada y otro vinazo.

Color picota intenso y ribete amoratado, de capa alta, brillante, tinta la copa.

En nariz este vino me hipnotiza completamente, la fruta negra aparece en primer lugar con una gran carga aromática en la que destacan notas de regaliz, balsámicos, sotobosque, canela, incienso y madera muy en el fondo.

En boca ya es pura gloria, voluptuoso, elegante y estructurado, de ataque amable, fruta negra y moras abrazadas con diferentes notas de especies dulces, pimienta, vainilla, balsámicos, incienso y con una muy buena acidez que lo hace muy agradable, taninos golosos y una madera final que perfila todas sus virtudes.

Un vino maravilloso, de los que me vienen a la boca cada vez que lo recuerdo con profusa exactitud.

Picota cubierto con borde rojizo. Limpio y con brillo.
Sorprenden los primeros efluvios en nariz; ¿jazmín?, ¿amapola?, ¿nardo?, ¿narciso?. Ni idea, no soy experto en oler flores , pero es cierto que había algo de eso. Aparte, fruta (roja, pero negra sobre todo), mina de lapicero, brea, chocolate amargo, ligeros apuntes a tabaco y barniz, algún lácteo y mineralidad.
Boca apretada. Tendemos a bebernos estos San Román demasiado jóvenes, pero es que se acaban rápido. Paso carnoso y al mismo tiempo fluido. Excelente acidez, tanino y madera aún por domar pero que van destacando menos que en anteriores añadas.
Final largo.
Muy bueno. Un vino masculino y con pegada pero muy elegante. Quien me conoce, sabe que me gusta mucho.

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