Corcho de buena longitud y anchura, de gran calidad y muy poco bañado en vino rojo granatoso (menos de 1 mm).

Huele muy bien y sale perfecto con sacacorchos de dos tiempos.

Sacado de vinoteca a 14ºC y abierto 2 horas antes de disfrutarlo controlando la temperatura y decantando el vino por partes.

Servido en copas Riedel Ouverture Mágnum.

Visual

Picota-cereza con tonos rubí, capa alta, ribete cereza-transparente con ligeros reflejos atejados, limpio, brillante, de fina, bonita y abundante lágrima, de lenta caída.

No parece que tenga los años que tiene.

Gran visual y corcho perfecto para un vino de casi 15 años. (10)

Nariz

De gran intensidad aromática con fruta roja y negra madura (a partes iguales) pero sin sobremaduraciones, especias dulces, herbáceos de monte bajo abundantes, poderosos balsámico-mentolados que le aportan frescura, tostados finos de madera de mucha calidad, vainilla, toffee, regaliz, laurel, chocolate negro, cacao, torrefactos, mineralidad abundante, mina de lápiz, tinta china, ligero tabaco rubio, toques cremosos y miel de caña.

Espectacular nariz, de muy buena intensidad, gran frescura y notable complejidad.

No parece para nada un vino de 2005. Excelente. (9,3)

Boca

Ataque frutalmente maduro y poderoso, de potencia y contundencia controlada, seco, sabroso, envolvente, de gran densidad en boca, mentolado, de volumen medio-alto, densidad notable, buen cuerpo y estructura media-alta.

El paso por boca es balsámico, elegante, frutal, cremoso, con un buen fondo de madera de gran calidad, muy equilibrado, de taninos con nervio y punch pero ya bastante dulces, pulidos y redondos.

El final es larguísimo, con fruta roja y negra madura sutilmente amargosa, especiados, mentolados, herbáceos, con fondo de ligero cacao, finas maderas, con un punto mineral y a tabaco rubio que lo redondean de forma maravillosa, tanto en retrogusto como en retronasal.

Gran boca, EMHO, en el cénit de lo que este vino puede ofrecer con casi 15 años de vida. (9,5)

Vinazo sin paliativos, en una añada excelente y después de 13 años embotellado.

Armonizó maravillosamente bien con unas estupendas hamburguesas de ternera.

Podría haber aguantado, sin problemas, 5-6 años más pero creo que, viendo cómo está ahora mismo, está en momento óptimo de disfrute (sin aristas pero sin signos tampoco de agotamiento).

Excelente RCP (máxime por el PVP pagado en su día).

Disfrutado durante la cata vertical de Mauro (1994, 2000-2006, 2008-2010) que celebramos en Cocentaina el 30 de Octubre de 2016.

Corcho en buen estado, que sale perfecto pero bastante más bañado en vino (rojo picota) que su hermano de la añada 2004.

Visual:

Rojo picota de capa alta, ribete granate-transparente con destellos violáceo-cardenalicios (algo poco típico en un vino de 11 años ya). Limpio, brillante y de muy buena y abundante lágrima.

Nariz:

De notable intensidad, con bastantes aromas vegetales y a coliflor, fruta madura (roja pero, sobre todo, negra), algunos herbáceos pero, en general, una nariz algo extraña (excesivamente vegetal para mi gusto).

Boca:

Ataque potente y sabroso, tanino de notable potencia pero algo menor al de Mauro 2004. Vino rico, de buena acidez, elegante y agradable en el paso por boca. Es un vino de largo final, sabroso, balsámico y con recuerdos especiados en retrogusto y retronasal.

Buen Mauro: en muy buen momento de consumo, con vida por delante en botella pero, paradójicamente, con algo menos de vida potencial que la añada 2004 (que se nota más rotunda y profunda).

Color rojo picota con ribete ligeramente evolucionado hacia un granate suave.
Mantiene una buena intensidad y un carácter frutal, fruta negra madura, ciruelas negras, tostados muy ligeros, tofee, lácteos, unas notas especiadas suaves y un fondo balsámico muy fresco.
En boca tiene una excelente acidez, destaca por ser un vino amplio, horizontal, cremoso y carnoso. Mantiene la fruta pero menos abierta que en nariz, aquí se notas más los lácteos, los tostados y la textura cremosa del tanino ya perfectamente integrado.

Mantiene potencia y elegancia, por lo que aún le quedan unos años. Está en momento álgido, dudo que mejor pero no creo que decaiga en un tiempo.
Me encanta este vino, además te tenerle un especial cariño por llamarse como mi sobrino, nacido en 2005. Aún me queda alguna botella más de estas y un par de magnum que irán cayendo poco a poco.

Ahí está, hecho un chaval... de color todavía picota vivo, bastante oscuro. El ribete algo abierto. La nariz es intensa, esta bien definida, madura, con algún toquecito de uvas pasas, fruta roja fresca pero también licorosa y un fondo mineral. En boca tiene un buen paso, esta bien definido, no está mal de acidez, con estructura media, buena estructura y bastante persistencia.

Me gustan estos vinos, contundentes, francos, abiertos desde el inicio, carnosos, estructurados y tan frutalesles. Sin alcanzar la eleganciay presecia de otras añadas míticas, ni la redondezfrutal de los vendimia seleccionada, tampoco su profundidad, este Mauro se muestra todavía en plena forma, aunque no creo que evolucione ya a mejor. Para los amantes de estos vinos, recomendable a máximo

Cada día me gusta más este vino. De esta añada tengo varias botellas y he ido abriéndolas poco a poco viendo como evoluciona de forma grandiosa.

Color rojo picota de capa media con ribete ligeramente violáceo.
Nariz de buena intensidad, elegante, bien equilibrada, con mucha fruta y la barrica acompañándola, haciendo un dúo perfecto donde ninguno desafina.
Aparecen aromas de fruta negra, notas tostadas, de café recién hecho, de especias, vainilla, cacao, notas balsámicas muy frescas que mantienen ese equilibrio y lo hacen un vino de nariz equilibrada.
En boca destaca la acidez, una maravillosa acidez que vertebra el conjunto, con unos taninos pulidos que hacen un vino redondo, amplio, cremoso... Es largo y deja un final fresco con las notas de vainilla y fruta bien surgiendo por retronasal.

En definitiva, un vinazo de una añada muy buena.

Intenso color picota oscuro, con capa media-alta y ribete violáceo. Limpio y brillante.
Nariz de intensidad media, golosa y frutal. Cerezas, caramelo, vainilla, cacao y mentolados.
En boca resulta inmediato, maduro y fresco. Buenas acidez y carga frutal que invitan a seguir bebiendo. Final carnoso, dulzón. En relación a las anteriores añadas, se nota el mayor porcentaje de shiraz.
Para beber ya.

Otra botella tomada seis meses despues y no ha variado, mantiene un paso firme, con muy buena intensidad en nariz, compleja y expresiva, buena carga frutal muy madura, algún lácteo, elegantes tostados, espécias como pimienta negra y clavo, balsámico y un agradable fondo mineral.
La entrada en boca resulta muy agradable y elegante, con potencia y buen cuerpo, bien estructurado, equilibrado, con buena apreciación frutal, bien conjuntado y de extraordinario recorrido.
Fantástico vino.

Excelente vino de Mauro, otra vez.
Para mi las mayores virtudes de Mauro son el equilibrio y el que ya esta listo para beber.
En nariz denota abundante fruta, lacteos y cuero.
En boca, es un excelente trabajo de equilibrio: es calido y complejo. sobresale la fruta aunque demuestra equilibrio.
En resumen, lo encuentro un gran vino, sin estridencias, pero con complejidad y estructura.

Nuevamente un Mauro.
Nuevamente cree uno que va a empezar a decaer esta creación.
Nueva sorpresa.
Este vino segue creciendo en la botella.
Sigue imparable.
Y decian que era la añada más ligera de Don Mariano.
Conjunción, estructura, finura, golosidad, elegancia, sedosidad, fruta, complejidad y evolución en copa...
En cuanto a los recuerdos aromáticos, siguen los de mis últimas catas intactos, o quizás, potenciados.
Desgraciadamente de los seis comensales, solo 3 lo probamos. Es para no parar.
Y es que hay quienes no tenemos perdón de Dios.
Uno de lo mejores vinos que he visto evolucionar en los ultimos años.
Quizás, no merece puntuación.