Y con potencial, porque no ha cambiado mucho de la nota de cata anterior, ganando un pelín más de madurez.
La nariz mantiene esa fruta madura, esas notas de madera fina y vainilla, las especias picantes y dulces, con los tostados, ese cacao, el tabaco rubio y las flores y un punto licoroso delicioso. Nariz madura, pero con ese deje fresco y mineral, que le da complejidad.
Boca carnosa, con fruta madura y jugosa, carnosa y con unas especias y balsámicos marcados, con esa mineralidad que se mastica y ese punto de tabaco rubio. Buena acidez, tanino redondísimo, flores, postgusto largo y con ese punto de bombón de licor. Fresco, largo y con unos amargores deliciosos.
Es una maravilla a la que le queda aún vida, pero que está en un punto de consumo cojonudo.
Hoy nos invita un proveedor en el restaurante Rafael del Grao de Castellón y nos pedimos este vinazo como tinto. Nos abren un par de botellas sacadas de la vinoteca y las dejan aireándose unos 25 minutos. El corcho impecable, largo, compacto y tintado en su base. Nos sirven a unos 17°C.
VISUAL: De color rojo picota de capa alta, nítido y brillante con el ribete cardenalicio. Lágrimas abundantes, esbeltas y transparentes (94).
OLFATIVA: Desde la copa emana intensas fragancias a frutos del bosque maduros, moras y arándanos. Cuando agitamos el líquido nos devuelve aromas balsámicos de eucalipto, especiados de vainilla, canela y clavo, notas de regaliz con unos apuntes lácteos de mucha calidad. En la pátina terciaria encontramos recuerdos de café torrefacto, tostados y ahumados de la barrica así como un sutil fondo a maderas nobles. De intensidad media-alta y muy complejo aromáticamente, con los prescriptores perfectamente definidos (93).
GUSTATIVA: En boca es toda una experiencia sensorial. De ataque elegante, armonioso, con una buena acidez y de gran opulencia. Los taninos perfectamente dulcificados sin perder su prestancia, presentes al final de cada sorbo para constituir los pilares de una equilibrada estructura. Retronasal que muestra toda una gama de fragancias, mermelada de higos, especiados de pimienta negra, vainilla y tostados. Post-gusto sedoso, con apuntes amaderados pero cremosos, de tremenda amabilidad que nos dan una persistencia de tres minutos y 10 segundos. Sabroso, aterciopelado y con cuerpo, un ejemplo de cómo se debe ensamblar un buen vino. Sin duda aguantará una década más sin despeinarse para redondearse por completo, aunque en mi modesta opinión está ya muy cerquita de su clímax (94).
La RCP atendiendo a su precio en tiendas (sobre los 32 euros) y dada su calidad, la considero muy buena.
MARIDAJE: Nos lo tomamos con unos entrantes que consistían en una bandeja de jamón de bellota 5 J´s, unas almejas de carril y unas ostras de la Costa Brava. Espectacular con el ibérico pues la frutosidad del vino con ese tacto aterciopelado armonizó en grado superlativo con los apuntes cárnicos y grasos del suculento jamón. Con las almejas y las ostras también fue todo un acierto, maridaje totalmente compenetrado con notas salinas y amaderadas en perfecto equilibrio. Con este tipo de género y vinazos como el que nos compete hoy, uno no quiere moverse de "La Terreta" en su vida, qué gozada por Dios !!
Salud-os!!
Viva San Vicente!!!!! Viva!!!! Viva la madre que lo parió!!!! Menuda gozada de vino, con potencia, pero un capazo y medio de frescura.
Nariz llena de fruta madura, en su punto justo, con fresa, grosellas jugosas, moras y arándanos, frutos del bosque... La madera está integradísima, con los cacaos intensos, pero dejando que la fruta sea la protagonista. Pimienta negra, clavo, vainilla, cedro, regaliz, matorral, flores azules.... Han cantado línea, porque tiene de todo, con un toque lácteo suave, especiado con canela. Mineralidad que se nota, junto con unas suaves notas ahumadas.
La boca tiene más chicha que Hulk, con toda esa fruta explotando en la boca, llenándote de sensaciones jugosas y frescas, con el toque maduro y dulce justo, que con los balsámicos, la mineralidad y las especias picantes, se balancea perfectamente. Buena acidez, con notas de vainilla y orquídeas. Ahumados, madera y tostados integradísimos y muy largo. Tanino jugoso y meloso a pesar de su juventud. Pero se nota.
Una delicia.
Color cereza picota de capa media-alta, ribete granatoso, brillante.
Nariz de buena intensidad, fruta roja, aromas de cacao, tostados, notas lácticas, regaliz y sutil balsámico.
En boca es fresco, buena fruta roja, con un cuerpo medio, taninos pulidos, final donde aparecen notas de madera, torrefactos y balsámicos suaves de buena persistencia.
SanVicente
Dicen que los grandes , hacen grandes vinos en añadas difíciles, ...Este vino es un ejemplo. Parece que dicha añada ha aportado al vino frescura, nervio y electricidad , sin restarle cualidades frutales habituales, mostrando incluso, mayor integración de sus maderas. Armonioso y equilibrado en boca, leve acidez, con volumen. En nariz, un prodigio de fruta y sensaciones cremosas. Una de las mejores añadas.
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