Color picota brillante, ribete rubí, algo difuminado, capa medio-alta.
Nariz muy agradable, predominan los torrefactos, con notas de fruta negra compotada. Balsámicos, avainillados, cueros, tabaco.
Muy buena entrada en boca, sutil, para después ir desplegando aromas. Tanicidad equilibrada, buena acidez, frescura. Hay más fruta que en nariz, torrefactos, balsámicos, excelente equilibrio. Es sabroso, elegante, con posgusto medio, a café y a tostados.

De color picota, capa media-alta, ribete granatoso, lágrima fina que no tiñe apenas la copa.
En nariz mucha madera de inicio aunque se intuye la fruta en el fondo. Con aireación van apareciendo más cosas. Fruta negra en confitura, especiados. Ligera sensación alcohólica.
En boca es bastante ligero, acidez correcta, tanino no muy agresivo. Bastante presencia de madera.

Visual: de color granate la lágrima apenas se aprecia
Nariz : intensidad media con fruta roja
Boca: mas intenso que en nariz un final no demasiado largo

*No se si entre un poco frio a la cata pero me costo encontrarle su "que". Volveré a probar este vino nuevamente

Cata virtual 10-12.2014
Botella bordelesa y con aspecto elegante, sobria etiqueta que denota calidad y que permite amplitud de gustos. Todo vestido dentro de una correcta caja.
Buen corcho, lo que hace que la buena impresión inicial se mantenga.
Vino abierto 45 minutos antes de la cata, a 14 grados y catado en copas Riedel Sommelier magnum.
En la fase visual, llama la atención su intensidad y capa alta, por lo que aparenta meas juventud que la real.
En nariz aparece fruta roja madura de tamaño medio (fresones, ciruelas, picota y un toque de guinda), para luego pasar a elegantes tostados e incluso un fondo ahumado. Tanino pulido pero presente, equilibrado. En boca y retronasal aparecen ya pimienta negra, cacaos, algo de sándalo y una elegante nota mineral.
Persiste de forma moderada, fresco y un final ligeramente amargo que incita a beber más.
Consideramos que se afinará aún más en botella aunque ya ha empezado a estar en su buen momento.
Calidad a un precio muy contenido. Un toque moderno para un vino que puede ser del agrado de lo aficionados de los vinos clásicos de rioja.

Color rojo picota capa media-alta, ribete grana, lágrima densa y tintada, muy bonito.
Aroma de notable intensidad y complejidad. En un principio aparecen notas marcada por la crianza en barrica: tostados, caja de puros, pimienta.
Con la aireación se aprecia más la fruta y las notas herbáceas. Café, balsámicos... Toda una sinfonía.
En boca tiene una entrada potente, taninos presentes pero no molestan, muy buena acidez, postgusto largo con recuerdos de fruta madura y maderas nobles. Muy rico.

Rojo rubí con ribete granate y algún reflejo ya a teja. Bastante poco cubierto, capa media como mucho.
Lagrima fina algo teñida.
A copa parada, aromas serios pero suaves, equilibrados, a tabaco , mermelada de ciruela, algún toque licoroso que me recuerdan a pinaza, a bosque bajo, con fondo mineral (pizarra, tierra oscura).
A pesar del color más serio, más de madurez, la nariz es suave, compleja pero con matices tenues, bien integrados, sin estridencias. La madera, bien presente, es sin embargo suave y deja su sitio a la fruta madura.
A mi me parece, al probarlo, que la fase gustativa es lo mejor: sedoso, paso suave, meloso, envolvente, final largo sin amargos desagradables, fruta madura, de nuevo sensación de tabaco de puro habano, acidez muy correcta.
El Torre de Oña de 2007 lo recuerdo (miré la cata) como más agresivo, menos domado. Este me gusta mas. La nariz era algo apagada, agradable pero no espectacular, pero en boca me gusta mucho. Astringencia muy justa, muy repartida, sin aristas.
Está rico y es fresco a la par que educado. En nariz es sutil, con múltiples matices pero todos suaves, ya si, tras media hora más, se notan toques avainillados también muy suaves.
Y la boca, es estupenda, suave pero de vino serio, sabores bien conjuntados con los aromas y la madera. La adultez no le convierte en vetusto, es fresco y sabroso, agradable. Para rematar, al final, empiezan a aparecer sensaciones de golosina.
Me ha gustado, si esto no es un Rioja, yo no sabría que otra cosa es: desde luego no uno de aquéllos Rioja que ya no se llevan y que no ganan adeptos sino que los ahuyentan. No tiene el maderazo chocolatero de algunos riberas, ni la lija del 4 de algunos Riojas marrones. Esta fresco, suave, rico, equilibrado, ligero. No es un mega-vino pero no es un vinito.
Como mero aficionado bebedor quizá excesivo, debo decir que me ha gustado. Da para hablar, por su complejidad, da para beber, por su suavidad, da para comer, por su frescura....

Botella abierta con media hora de antelación.
De color rojo picota de capa media-alta, ribete entre rubí y granate y lagrima densa que tiñe la copa.
En nariz se aprecian aromas de fruta roja muy madura, notas especiadas, tostados y ahumados, maderas finas y balsámicos con cierta potencia.
En boca tiene una entrada con cierta potencia, la crianza todavía se hace muy evidente, pero sorprende por una muy buena acidez, los taninos aún están bastante rugosos, postgusto bastante largo con recuerdos especiados y de la fruta madura.
Con algo mas de tiempo seguro que consigue redondearse bastante.

apunta estilo riojano clásico..
color picota de capa media

intensidad media, dulzón y goloso.Fruta madura,ciruelas,fondo de regaliz y toques de madera dulzones tipo vainillas,cacaos y toffe. Queda ensamblar!!!

boca todavía marcada por la madera, no en exceso pero si presente, buena acidez, toque dulzón al final. Necesita algo de botella para ser equilibrado!

Color rojo picota, de capa media baja, limpio y lágrima gruesa y abundante.
En nariz aparecen notas de maderas y vainillas. Algo de fruta roja, tostados. Balsámicos cueros. Muy mineral.
En boca es potente y se notan los tostados de la madera; lo veo bastante astringente. Ahumados, especias y notas dulzonas acompañan el paso por boca de este vino.
Le falta botella.

Rojo picota de capa media con menisco granate.

La nariz es de buena intensidad con fruta roja, notas especiadas y monte bajo, tostados con recuerdos de barniz, laurel fresco y un punto láctico con un fondo mineral de piedra y recuerdos de cuero, con una buena complejidad y armonía de registros.

En boca tiene un buen ataque, paso con suficiente volumen, amplio y redondo, con buena acidez. Buena persistencia. Un vino muy redondo.