Presentación de la nueva añada de Martín Berdugo Crianza
El miércoles 29 de septiembre de 2021 pudimos disfrutar de la presentación de la nueva añada del vino Martín Berdugo Crianza 2018, para ello contamos con la presencia del Gerente de la Bodega Martín Berdugo y artífice de sus vinos, Antonio Díez y del Equipo de Catas y vinos de Verema.
A esta presentación asistieron todos los catadores seleccionados para la presentación online y posterior degustación del vino, junto Antonio Díez. Así como todos los usuarios de Verema que decidieron compartir con nosotros una buena tarde de vino.
La presentación duró aproximadamente una hora y pudimos descubrir el magnífico proyecto vitivinícola de la Bodega Martín Berdugo.
Historia y origen de Bodegas Martín Berdugo
Para quienes no conozcáis a Martín Berdugo es una bodega ubicada en Aranda del Duero (Burgos) que lleva produciendo vino desde el año 2000 pero ligados a una larga tradición del cultivo de la vid como nos contó Antonio Diez, actual Gerente de la bodega y artífice de los vinos.
Una tradición evidenciada por una documentación que, casualmente encontraron en su casa haciendo referencia a uno de sus antepasados. En los documentos se citaba a un antepasado suyo, Diego Arias de Miranda, quién en 1899, cien años antes de que plantarán la viña hizo un proyecto de plantación al adquirir el terreno, justo en las mismas hectáreas que querían cultivar en los años 90. También encontraron un croquis del terreno, anécdota que nos comentó Antonio Diez sobre la bodega, ya que coincide con el plano que plasmaba en los años cincuenta el proyecto de viñedos que comenzaron sus padres. Curioso porque, con tantos años de diferencia, tecnología y avances en el estudio de la viticultura y la enología coinciden en explotar y trabajar las mismas hectáreas de viñedos en la misma ubicación. Considerando así su viña como el tesoro de la familia y la constatación de la tradición familiar en dedicarse al cultivo de la vid.
Otra anécdota que marca un punto de inflexión en Martín Berdugo es el incendio que sufrió la bodega en el año 2013, a causa de un rayo. La pérdida de todo el edificio con el incendio fue aprovechada para darle un cambio a la bodega, visualizar nuevo horizontes. Todo lo aprendido durante años sirvió para adaptar la bodega al nuevo estilo de elaboraciones que deseaban, buscando vinos más finos y elegantes en relación con el aire más tradicional y rústico anterior.
A partir de este momento pensaron en qué vino querían producir y como llevarlo a cabo. Observando la respuesta del mercado y teniendo en cuenta especialmente el internacional empezaron a buscar la elaboración de sus nuevos vinos, que sin perder su carácter y origen si fueran más accesibles y se pudieran beber incluso sin comida.
Para obtener los resultados buscados era necesario que la bodega funcionara por gravedad en todos sus procesos, realizando mediante Ovis los procesos de llenado y movimiento de mostos.
Por otro lado, también mejorar el cuidado y mimo del viñedo por ello crearon un sistema propio, una metodología particular centrada en el estudio, y control de la evolución del ciclo vegetativo de cada zona del viñedo.
Esta metodología propia supone la agrupación de parcelas y posteriormente la división en líneas de plantación que permiten un control exhaustivo de todos los procedimientos que hay que aplicar, así como de rendimientos y cualquier otro parámetro que sea posible controlar y utilizar para mejorar el viñedo.
Para conocer las calidades de su viña, tiene diferentes formas de muestreo, una forma es la asignación en todas las parcelas siete puntos que representan las distintas zonas de terreno, que son tres en general, cantos rodados, arenas y gravas. Son los principales descriptores de los terrenos, aunque en las zonas más bajas hay zonas de limos y arcillas.
A su vez el análisis de las muestras obtenidas en los marcos de los siete puntos, les lleva a marcar 231 puntos de controles iniciales, como una acción más minuciosa. Viendo que era muchos puntos de control, mediante técnicas por satélite que observaban el suelo consiguieron rebajar los puntos de control finales a 96.
De estos puntos sale un análisis importante:
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Microorganismos presentes en cada uno de los puntos de control, que corresponde a cada tipo de terreno, permitiéndoles saber cómo se está desarrollando la planta a lo largo de todo el ciclo vegetativo de la vid. Y gracias a eso pueden intervenir y cuidar la cepa, tratamientos a aplicar, tiempos, etc.
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Satélite, comparación vía satélite una campaña con otra: estrés hídrico, expresión de la vegetación…gracias a tener todo esos temas digitalizados pueden establecer gráficos de evolución.
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Índice de Madurez Fenólica.
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Previsiones meteorológicas.
Todo ello hará poder clasificar cada parcela en zonas de calidad y por tanto qué vino producirán y les permitirá controlar y determinar la fecha de vendimia de cada una de las zonas.
Si queréis conocer mejor este proyecto de control del viñedo os invitamos a ver la presentación, por ello os hemos incluido el vídeo al final del artículo.
Diseño y Etiquetas de Martín Berdugo
Antonio Díez no solo nos explicó el cambio evolutivo a la hora de elaborar y producir vinos, sino que también hubo un cambio de estética en la imagen de sus vinos más acorde con la idea de vinos más finos, frescos y elegantes. También se trataba de que la nueva etiqueta captara la atención del público al cual redirigiendo y enfocando su nueva visión enológica, y por tanto algo que les diferenciaran visualmente de su trayectoria anterior.
El encargado de la nueva tarea de rediseñar la imagen de las etiquetas fue el diseñador Sean Mackaoui, quién empleando técnicas de collage da vida a la nueva imagen de Martín Berdugo. Es decir, realiza composiciones a partir del recorte de revistas y materia visual antíguo, de los años 20. Una técnica acorde con sus objetivos porque para la bodega el espíritu de la etiqueta nueva de Martín Berdugo debía tener una parte clásica, manteniendo su “pasado”, en esa dinámica también han querido mantener las tipología/referencia a vinos clásica: crianza, reserva, etc. junto a un aire nuevo, que hiciera que esta imagen fuera fresca y elegante como la nueva concepción del vino.
Para entender mejor esta idea Antonio Diez nos analizó la etiqueta del vino a presentar, Martín Berdugo Crianza 2018.
El diseñador pensó en elementos alusivos a la Crianza, por eso diseñó una botella de madera en cuyo interior viven crías de pájaro, siendo criados por sus progenitores. Uniendo así la crianza en roble a la que se somete el vino con el cuidado y los mismos propios de la crianza de una madre a un hijo.
En este sentido toda la gama de vinos de Martín Berdugo en su etiqueta cuenta una historia, porque lo que quería el artista era reflejar una historia a modo de poema ilustrado, que englobara toda la esencia del vino pero sobre todo, y lo más importante que el consumidor al verla, pueda despertarle una interpretación al igual que en una cata, cada catador tiene una interpretación y percepción del mismo atendiendo a tus circunstancias.
Es una etiqueta sencilla pero que tiene mucho juego, un pretexto ideal para iniciar una buena charla como nos indica Antonio Diez.
Presentación online de Martín Bergudo Crianza 2018
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Me encanto Antonio Díez, muy agradable y cercano, y como después siguió con [email protected] en el foro de DIEZ, Gracias por tu artículo , ahora habrá que ir a vivirlo en vivo, @verema.no??? Invitados estamos… saludos