Cinco mil años tomando aceite de oliva

Fósiles y restos arqueológicos que hablan

En junio del año pasado un equipo de arqueólogos hizo un hallazgo en Sicilia que reescribía la historia del aceite de oliva en Italia y que invitó a expertos de todo el mundo a reflexionar de nuevo sobre los orígenes del oro líquido.

¿De donde viene el aceite de oliva? ¿Que indican estos nuevos hallazgos? De lo que no cabe duda es de que la historia del aceite va de la mano de la historia del pan y del vino, y que cada nuevo descubrimiento no hace sino atrasar cada vez más la cronología del cultivo y su elaboración.

A juzgar por unos fósiles de hojas de olivo hallados en rocas volcánicas en las islas griegas Santorini y Nísiros de erupciones que tuvieron lugar hace 60.000 años, los olivos existen en la cuenca mediterránea desde la última glaciación. Sin embargo, no fue hasta el cuarto milenio antes de Cristo cuando se empezaron a cultivar en Israel y en los altos del Golán y, algunos años más tarde, en algunas zonas del mediterráneo occidental.

En Ebla, en el norte de Siria, se descubrieron 17.000 tabletas de arcilla de 4.500 años de antigüedad en las que se lograron descifrar algunas indicaciones sobre cómo gestionar las posesiones reales y el estado de las reservas de vino y aceite, y los arqueólogos consiguieron adivinar que en las casas de la antigua civilización minoica, que se desarrolló en Creta entre 4.200 y 3.500 antes de Cristo, los huesos de aceitunas eran un combustible ideal para calentar los hogares porque apenas despedían humo.

En aguas del Mediterráneo

Encontraron varios restos de huesos de aceituna en la isla, y los investigadores lo consideraron una evidencia de la producción de enormes cantidades de aceite en aquel momento en el oeste de Creta.

No lejos de ahí, en una de las civilizaciones más fascinantes de nuestra historia: el Antiguo Egipto, hace 5.000 años ya se representaba el olivo y se producía aceite, aunque parece que no se consumía demasiado y que se utilizaba sobre todo con fines estéticos y medicinales, y aprovechaban los olivos para hacer collares con las ramas y las hojas, y pequeños objetos con la madera del tronco.

Compra y venta del oro líquido

Unos 2.000 años antes de Cristo el oro líquido ya era objeto habitual de comercio y se había convertido en un alimento básico en los países mediterráneos, donde se consumía en el campo con pan y cebolla, y su comercio aparece reglamentado hasta en el Código de Hammurabi, primer conjunto de leyes de la historia escrito en 1750 a. C. por el rey de Babilonia.

Miles de años, por tanto, conforman la historia de este manjar, que fue adorado en principio por los griegos, - no en vano era uno de los atributos de Atenea, una de las diosas principales del Panteón – y venerado progresivamente por las civilizaciones del mundo conocido.

¿Y que muestran entonces los descubrimientos más recientes? Que en Sicilia, contrariamente a lo que se pensaba, a finales del tercer milenio antes de nuestra era ya había vasijas que habían contenido aceite, que se usaba para cocinar y que desde la edad de bronce era transportado por mar.

Más allá de tierras y mares

Más tarde, cuando el imperio romano se consolidó y se expandió por la actual Europa, los soldados llevaban el olivo a los territorios conquistados y el imperio aportó mejoras sustanciales a su elaboración y conservación. Daban tanta importancia a este producto que lo aceptaban como medio de pago de impuestos.

Aunque con la caída de Roma, el comercio y la producción disminuyeron, Italia siguió fiel al oro líquido y en el Renacimiento (siglos XV y XVI), se convirtió en el mayor productor del mundo. El resto de historia la conocemos: el aceite de oliva se extendió por todo Occidente, en 1800 dio sus primeros pasos en América y hoy en día el olivo crece en todos los continentes menos la Antártida y la producción de aceite mantiene un ritmo de crecimiento constante desde principios del Siglo XX.