Peña La Verema

Cata 120 de la Penya la Verema: Grandes vinos de denominaciones de origen emergentes.

El pasado 19 de Diciembre en un ambiente prenavideño, donde más de uno ya había empezado la desmesurada ingesta de calorías que caracteriza a estas fiestas, tuvo lugar la cata 120 de la Penya Enològica La Verema. En esta ocasión, como suele suceder en fechas señaladas, nos reunimos en un lugar diferente al habitual. En concreto, nuestro anfitrión fue Pepe Ferrer de Casa Pepico en Meliana. Este, una vez más, hizo que nos sintiéramos como en casa con sus agasajos, sorpresas y su fluida conversación con unos y otros. Además, es que da gusto ver la variedad de vinos que tiene y el esmero que dedica a su conservación.

Los vinos catados en esta ocasión –seleccionados por Rober Campos- fueron de origen variopinto dentro del panorama vinícola español. De hecho, me ha costado bastante encontrar un titular para esta crónica que en pocas palabra definiera los vinos catados. Al final, el titular elegido refleja que catamos vino de denominaciones de origen emergentes como es el caso de Utiel-Requena, Mallorca, Toro o el Bierzo.

Esta vez, todos los vinos estuvieron a un elevado nivel a tenor de las puntuaciones obtenidas. Resalto este hecho porque, como sabréis todos aquellos que habitualmente seguís nuestras crónicas, la Penya La Verema no se caracteriza por sus altas puntuaciones. Al contrario, en algunas ocasiones, excelentes vinos no han sido tratados “justamente” para decepción de sus elaboradores o de nosotros mismos. El vino que a la postre recibió la mayor puntuación fue L’Angelet d’Or de Bodegas Palmera de la D.O. Utiel-Requena, concretamente situada en El Rebollar y cuyo propietario es el alemán Heiner Sauer. Esta bodega que elabora “vinos de garaje”, destinados prácticamente al mercado alemán, es una vieja conocida nuestra ya que hace unos años Bernd Knöller nos habló de su existencia y, además, el propio Heiner fue invitado a una cata. A mí, en particular, me gusta mucho este nuevo vino “top” de esta bodega. Es un vino muy cubierto, con mucha fruta madura, carnoso y bastante largo.

El Gran Elías Mora también se mantuvo a buen nivel. Este es un vino elaborado por una bodega regentada por dos mujeres en San Román de Hornija (Valladolid) cuyos nombres de pila han sido utilizados para nombrar también a la propia bodega: “Bodega Dos Voctorias”. Este es un vino que pretende ser de gama alta a partir de una cuidadosa selección de la uva propia y de la comprada a pequeños viticultores.

Por su parte, el Ardai Cepas Centenarias, es un vino de corte moderno elaborado 100% con mencía por las Bodegas y Viñedos Castro Ventosa en Baltuille de Abajo (León). La mencía es una uva típica de esta comarca leonesa que produce vinos de intenso color, muy cubiertos, plenos y largos en boca.

El Anima Negra es un vino procedente de Mallorca que a base de la utilización de una uva autóctona –la callet, prácticamente desconocida- así como técnicas modernas junto a unos rendimientos bajos del terruño da unos excelentes caldos de color intenso, elegantes, sabrosos y de buena estructura. Las puntuaciones obtenidas así como los comentarios de cata fueron los siguientes:

1º L’Angelet d’Or 2000. Bodega Palmera. D.O. Utiel Requena. 90% tempranillo y 10% Cabernet Sauvignon. 16 meses de crianza en barricas de roble francés. 14,5% volumen.
Puntuación: 8,31.

Picota oscuro muy cubierto. En nariz destacan tonos balsámicos, caramelos, aromas florales (lila), fresas, fruta madura y trufas. En boca es amplio, cálido, sabroso, carnoso y muy original.

2º Gran Elias Mora 2000. D.O. Toro. Bodega Dos Victorias. 100% Tinta de Toro. 16 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés. 14% volumen.
Puntuación: 7,82.

Picota intenso cubierto. Tinta la copa. Aroma intenso con recuerdos a tostados, brea, chocolate negro, frutas maduras, cueros y algún punto animal. En boca es muy sabroso, elegante, complejo, de buena estructura y un buen postgusto.

3º Ardai Cepas Centenarias 1999. D.O. Bierzo. Bodega Castro Ventosa. 100% Mencía. 17 meses de crianza en barrica nueva de roble francés. 14% volumen.
Puntuación: 7,61.

Picota oscuro con tonos granates pero de capa media. En nariz destacan notas de frambuesa y fruta negra junto a tonos balsámicos, mentolados y alcohólicos. En boca es amplio, sabroso, carnoso –se mastica- y con un buen postgusto.

4ºAnima Negra 2000. Mallorca. Bodega Anima Negra. 100% Callet. 14,5% volumen.
Puntuación: 7,55.

Picota oscuro. Nariz con notas animales, fruta madura, moras y brea. Presenta un buen paso de boca, aunque algo ligero. Se muestra elegante, sabroso y con buena estructura.

Como comentario general de la cata, yo calificaría ésta de difícil. De hecho, salvo Iñaki y Javier de Castro, que últimamente siempre aciertan todo, el resto “sufrimos” tratando de identificar los vinos. A mi entender, la mayor dificultad estuvo en identificar al vino del Bierzo ya que éste no me recordaba a un típico mencía. Asimismo, tampoco pude identificar a L’Angelet pues pensé que éste era el Anima Negra. No obstante, si que coinidí –con todos- al valorar como el mejor de la noche al vino valenciano. En fin, que después de más de una década catando vinos algo he aprendido ... (es broma).

Cuando llegó la cena, ya estábamos todos hambrientos así que no era de extrañar que arrasáramos en primer lugar con el pá amb tomaca bañado de aceites de oliva virgen Dauro de L’Empordá, Dauro d’Aubocassa -elaborado con arbequina de Mallorca-, Hacienda de Bracamonte de Jérez de la Frontera y Douro Superior Quinta do Calabria de Portugal. A continuación tomamos esgarraet, calamares plancha, mandonguilles d’abaecho, anchoas caseras, salmonetes, sardinas y cigalitas a la plancha, chuletillas de cordero y solomillo de ibérico con habas y una variada tabla de quesos.

Los vinos degustados durante la cena fueron un auténtico lujo. Se empezó con un Viñas Elias Mora 2001 para continuar con un gran Alión 1999 que me recordó viejos tiempos de La Penya en el piso de la calle Salamanca. A continuación se abrió un Maduresa 2000 de nuestro amigo Pablo Calatayud de Celler del Roure (Moixent, D.O. Valencia). El vino estaba imponente y, además, por fin, pudimos ver la etiqueta. Esta era moderna. Nunca antes había visto algo parecido. Nada tenía que ver con el marketing más cañí de los años 60 (tonos dorados, escudos heráldicos, mallas, etc.). Era una etiqueta blanca con unas perforaciones que imitan un racimo de uvas negras debido al color del vidrio y al propio contenido de la botella. ¡Muy bien Pablo! Por último, se abrió una botella de Quincha Corral 2000 de Bodegas Mustiguillo ¿Qué puedo decir de este vino que no haya dicho ya en otras crónicas? Cada vez me gusta más ...está acercándose a la excelencia.

El postre, un cremoso de café con marrón glacé –elaborado ex profeso por la mujer de Pepe- fue bañado con un Dolç de Mendoza que justifica sobremanera su precio y por todo un clásico como es el cava Agustí Torrelló Brut Nature. Por último, Pepe –en uno de sus característicos detalles -obsequió a Rober y al equipo de Verema.com con un cuadro donde enmarcó una foto y los corchos de la botellas que se tomaron en la reciente visita de Mariano García y Javier Zacagnini a Valencia para presentar el Aalto PS.


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