La primera vez que mi vida se cruzó con la del castellano-manchego Miguel Pérez Cerrada fue hace unos 20 años, en una época en que Jóvenes Amigos del Vino era una asociación incipiente. Miguel, enólogo y profesor universitario, tenía la intención de desarrollar la asociación en Castilla la Mancha y así lo hizo, aunque poco después de su constitución se desvinculó de ella ya que trasladó su residencia a Reus. La segunda vez que el bueno de Miguel se cruza en mi vida fue hace unas semanas, cuando se puso en contacto conmigo y quedamos para vernos.
Miguel Pérez Cerrada, con la misma ilusión que un principiante te cuenta su proyecto, me habló del suyo, el proyecto Clos Galena, el proyecto de su vida o más bien la realidad de su vida, porque Clos Galena es una realidad. Por lo visto, una vez instalado en Reus, poco tardó en embarcarse y, embarcar a los suyos, en el barco de la ilusión de elaborar un vino único y especial. Y eligió el Priorat, aunque su llegada fue discreta y silenciosa, como discreta y silenciosa es la cepa cuando se pone en marcha el mágico mecanismo con el que da sus frutos.
Las tierras en las que están cultivadas sus cepas, pertenecieron a los monjes cartujos de Scaladei en la Edad Media. Por eso su bodega se llama Domini de la Cartoixa, en honor de aquellos frailes que empaparon de espiritualidad las tierras del Priorat. La finca cuenta con 11 ha de viñedo rodeado de bosques y naturaleza, situadas en el término municipal de El Molar, en la que hay cultivadas cepas de garnacha negra, cabernet sauvignon, merlot y cariñena. Las producciones son pequeñas y cuidadas, con un sistema de elaboración tradicional, para elaborar vinos de alto nivel. La familia Pérez y Dalmau controla todos y cada uno de los procesos de elaboración, desde el cuidado de la viña hasta la comercialización de sus vinos. El nombre de Galena viene dado por el subsuelo pobre en nutrientes del Priorat, que se caracteriza por su riqueza en minerales y bajo contenido en nitrógeno. La Galena es el mineral principal obtenido de las minas históricas del Priorat.
Vinos con colores rojo cereza picota, intensos; con fragancias de frutas negras maduras, y aromas de hierbas de sotobosque y balsámicos; estructurados, carnosos, llenos de frescor, largos y persistentes. Vinos que denotan una viticultura aplicada con mimo y un proceso de elaboración esmerado, en la que el paso por roble francés y americano deja su huella. Vinos capaces de emocionar porque Miguel es capaz de transmitir esa emoción. Posiblemente porque son sus vinos y la realidad de su vida. Me alegro que nuestras vidas se hayan vuelto a cruzar.
Domini de la Cartoixa
Camino de la Solana, s/n
43736 El Molar (Tarragona)
[email protected]
www.closgalena.com
