Carlos San Pedro: corazón pujante

Firme. Así fue la apuesta de Carlos San Pedro para lograr el vino que ha acabado por conseguir. Después de visitar la bodega y de que Carlos me explicara con detalle su filosofía y modo de trabajar, realizamos una pequeña cata de sus vinos, mientras que pude ojear la Guía Proensa 2010. Pensé que estaba a punto de degustar algo especial, no en vano a Proensa hace muchos años que lo conozco y me merece el máximo respeto y credibilidad: Pujanza Norte’07, 100 puntos; Pujanza Cisma’06, 99 puntos; Pujanza’07, 95 puntos. Quienes siguen este blog me comentan que lo que les gusta es la aproximación al personaje, al viñedo, a la bodega... por que lo me permito remitir aquí a todos aquellos que queráis conocer las características de los vinos de Pujanza.

Y hecho mano de la misma Guía Proensa 2010 que citaba para presentar a esta bodega a quienes no la conozcan: “Con menos de diez años en el mercado y sólo once cosechas, Bodegas y Viñedos Pujanza se muestra firmemente asentada entre los nombres de referencia del rioja de vanguardia. Carlos San Pedro sustenta su proyecto en una sólida formación cuajada a pie de viña, por herencia familiar y aprendizaje de recursos ancestrales y modernos, pulida por la experiencia y una curiosidad insaciable y aderezada por una visión muy actual del vino con perspectivas de universalidad. Ese aprendizaje permanente no deja espacio a improvisaciones ni a locuras y la marca Pujanza es un valor seguro en todas sus versiones, incluido un Cisma, fruto de una viña de menos de una hectárea, que se creó en la cosecha ’04 para el mercado norteamericano y llega a España con un ’06 tan refinado como alejado de sus iniciales aires del Nuevo Mundo. Pujanza, Pujanza Cisma y el gran Pujanza Norte, un trío de ases al que se unirá en un futuro aún no definido un blanco que madura en la bodega y será muy distinto a lo que se lleva en los blancos de Rioja actuales”.

La conversación con Carlos San Pedro fue amena, me llamó la atención conocer que su padre trataba con graneles y así empezó él en esto del vino. Aunque seguramente la pasión por el vino que transmite Carlos lo llevó en otra dirección. Y ahí están sus vinos, como muestra del camino que está realizando. Normalmente las cosas hechas con el corazón te empujan hacia la excelencia. Corazón pujante.