Blog de Jordi Melendo

Neyndorff, la aventura vinícola de dos holandeses en España

La historia relacionada con el vino del matrimonio formado por Joan Neyndorff y Frank Thies es cuanto menos singular. Holandeses de origen, dejaron atrás su país y sus profesiones –ella es lingüística y él economista de éxito en las esferas de Ámsterdam y Nueva York–, para venirse a vivir a España, concretamente a Can Ferrer de la Cogullada, un pequeño municipio al norte de la provincia de Tarragona, donde construyeron una bonita casa encima de las ruinas de otra muy antigua que había en el lugar. Apasionados por el vino desde siempre –amantes sobretodo de los buenos borgoñas–, Joan y Frank se encontraron con un viñedo abandonado dentro de la finca y se lanzaron a la aventura de elaborar vino de calidad.


Los viñedos de la finca están situados en el corazón de la Sierra del Montmell, en una finca de 50 hectáreas en las que predominan bosque, olivos y almendros, a una altitud entre 480 y 560 metros. Para decidir que variedades de uva iban a trabajar tuvieron en cuenta su pasión por la Borgoña para elegir la chardonnay y el microclima de la zona que permite una excelente adaptación de la godello, teniendo en cuenta las posibilidades aromáticas de ésta última. El vino que procede de los viñedos de chardonnay está amparado en la DO Penedès, mientras que el que procede de las cepas de godello se acoge a los parámetros de vino de mesa. Las cepas chardonnay ocupan una superficie de 2 hectáreas y constan de los clones 548 y R8. Ambos son clones franceses con menor cosecha, lo cual ofrece mayor concentración aromática y capacidad de envejecimiento a sus vinos (las bayas del clon francés son mucho más pequeñas que las de los clones americanos). De godello –a la que consideran fantástica variedad aromática – decidieron plantar 1 hectárea, aunque esta variedad no esté oficialmente aceptada dentro de la Denominación de Origen a la que pertenecen.En julio de 2008 finalizaron la construcción de la bodega, una instalación perfectamente equipada, construida para que sea funcional e integrada en el paisaje. Consta de tres partes: en primer lugar, encontramos la zona de recepción, selección y prensado de las uvas. En segundo lugar, la zona de vinificación y el laboratorio. En todos los tanques de acero inoxidable de vinificación se controla la temperatura. La tercera parte es nuestra bodega de envejecimiento, vinificación en barricas de roble y almacenamiento. Practican activamente la viticultura biológica con el objetivo de conseguir un entorno ecológico a largo plazo. Sus viñedos están controlados por el Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE). El CCPAE ejecuta inspecciones regularmente para certificar que la viticultura en la finca cumple con la normativa europea para la agricultura orgánica.



Fruto del sueño y del esfuerzo de Joan y Frank es el Neyndorff Chardonnay 2008, que se ha salido al mercado este mes de noviembre. Las uvas se vendimiaron a mano y se seleccionaron el 17 de septiembre de 2008. Se llevó a cabo un ligero prensado del 46%, seguido por una fermentación en barrica (a temperatura controlada). El vino maduró durante nueve meses en barricas de roble francés, durante los cuales se ha realizado un frecuente bâtonage. Durante la primavera, se completó la fermentación maloláctica para conseguir mayor complejidad y equilibrio. Se embotelló el 10 de julio y la producción limitada ha sido de 2.125 botellas numeradas. El enólogo que trabajó con Neyndorff y Thies en las primeras añadas 2008-2009 fue Oriol Guevara quien tiempo después fue nombrado director general del Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI). Al ser su cargo incompatible con la tarea de asesoramiento y supervisión de bodegas, la responsabilidad técnica paso a las manos de Pepa Menchón, antigua profesora de viticultura de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, quien cuenta con una amplia experiencia como vinicultora en distintas bodegas.



Hace poco visité la finca y pude degustar con Joan y Frank el Neyndorff Chardonnay 2008. Se trata de un vino que presenta un color amarillo dorado, intenso y brillante; textura untuosa y aterciopelada. En nariz, complejo aroma a fruta blanca (pera), cítricos, fragantes flores blancas (azucenas), vainilla con un toque de especies, aromas mantecosas y roble ligeramente tostado. En boca, cuerpo medio a lleno, potente, con la armonía de las flores blancas, la fruta blanca y aromas de especies; balance equilibrado con elegante acidez y roble bien integrado. Final de boca largo y persistente, con el posgusto ligeramente amargo de un vino blanco aromático y estructurado. Un vino de buen nivel y que refleja un trabajo bien hecho. De la cosecha 2009 saldrán al mercado unas 4.500 botellas (4 barricas), mientras que pronto verá la luz el Neyndorff Gogello 2008, otro vino que promete.

  1. #1

    Sibaritastur

    Me gustaria porbarlos aunque me temo que no los habrá en Asturias.

  2. #2

    anonimo

    He tenido la oportunidad de disfrutarlo en el Cafe de L´Academia en el Barrio Gótico de Barcelona muy cerca de la Plaza Sant Jaume. Es realmente un vino elegante y seductor, me apunto a su Club de Seguidores. Un saludo Foreros.

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