Casa de la Ceña, Amor de Amigo...Embotellado

Vino: Casa de la Ceña 2010 blanco
Bodega: Baldomero Cánovas
Zona: Totana, Murcia
Variedades: Sugraone Superior.
Graduación alcohólica: 11,5%
Elaboración: Vino blanco joven.
Precio: Para esto no sirve la Mastercard
Puntuación: * * * * *  82/100

Nota de cata:
 

Amarillo pajizo que muestra una ligera turbidez pero de buena viveza y sensaciones de densidad en la fase visual.

Nariz intensa a frutas blancas, pera y plátano, recuerdos cítricos como de lima, chucherías (esa tradicional con forma de plátano), recuerdos auvados que la asemejan a la moscatel, jazmín y otras flores blancas, su nariz además de atractiva va cambiando con el paso del tiempo mostrándote nuevos aromas todos ellos de buena integración en el conjunto y finura.

En boca su entrada es fresca, las sensaciones dulces de la nariz están muy bien complementadas por una acidez que le aporta un paso fácil, algo delgado pero que invita a beber con marcadas fases, primero fresca entrada, luego recuerdos auvados que le aportan dulzor y acaban en una leve puntita amarga que incita al trago. Final medio pero muy agradable. Mucho merito. 

Vino: Casa de la Ceña 2009 Monastrell
Bodega: Baldomero Cánovas
Zona: Totana, Murcia
Variedades: Monastrell .   
Graduación alcohólica: 15%
Elaboración: 10 meses en roble francés usado.
Precio: Para esto no sirve la Mastercard
Puntuación: * * * * *  86/100

Nota de cata:
 

Rojo cereza con ribete granate de capa media-alta y lágrima muy gruesa y lenta.

Nariz de buena intensidad con frutilla roja en licor acompañada de recuerdos lácteos, al airearse en copa aparecen aromas complejos, ahumados, desván (en positivo), ligeros recuerdos aldehidicos, caja de puros y una mineralidad muy palpable.

Buena entrada, ligeramente secante y con un puntito de dulzura de la que no empalaga, con cuerpo y estructura, un cañón, recuerdos a tierras rojas, mina de lápiz, tostados elegantes y un poco en segundo plano una fruta más negra que la apreciada en nariz, pleno de sabrosura y fuerza en boca. Final medio-largo. Monastrell de raza! 

Impresiones generales:

Cuando se elaboran vinos por amor, pensando en agradar a los amigos poco mas se puede valorar que la dedicación y esfuerzo y en esto Baldomero merece un gran 10!! Pero es que además señores están buenísimos, el blanco recuerda a una moscatel por los aromas auvados y de flores blancas en una nariz impresionante, que cambia en el tiempo sorprendiéndote una y otra vez, en boca se deja beber y se deja querer pidiendo otro trago al terminar el anterior, difícil por no decir imposible hacer mas con una uva de mesa!!Y la monastrell es una pasada, tipicidad, sabrosura, buena madera, sin ser excesiva, con trama y estructura, equilibrado en todo. En definitiva podríamos hablar de gustos de vinos pero no de amor, estos lo tienen todo concentrado, quien iba a pensar que el amor se podría embotellar, he aquí la prueba. Gracias Baldomero y a seguir con esa ambición tan noble. 

19 de Abril de 2011