me bebo, la que creo que es mi última botella, teniendo la plena convicción del que vino ya se encuentra "redondo" y en un estado de forma formidable.

Grande la sorpresa, ya que la nariz es muy semejante a lo indicado en la referencia anterior, aunque sobresalen más los toques verdes, las flores y las especies.

En boca sorpresa total, el vino tiene demasiada acidez, sobresale en demasia, ademas falta la conjunción y los taninos estan vivos y hasta molestan un poco, una prueba no muiy satisfactoria.

Tengo que mirar si me queda otra botella, veremos si sale como esta o tan buena como la anterior.

vuelvo a disfrutar otra botellaza de este sobresaliente vino, que por cierto dicho sea de paso es la última que me queda-

El vino, aunque sea sorprendente, no ha "mejorado" tanto como esperaba y se encuentra en un estado, aunque más evolucionado y redondeado que el anterior, es bastante  semejante al disfrutado a mediados del año 2012. Quizás se ha "serenado" un pelin más y  redondeado, pero no ha perdido ese "punch", que le hará muy bebible, como minimo en otros 3-5 años.

Grande vino y con una trayectoria "impecable". Para disfrutar ahora y para seguir haciéndolo durante varios años.

Me recordó al primer Pecado que caté, si bien este tenía menos marcados los aromas negativos que recuerdo en aquel, tufo inicial, que si bien se volatilizó, quedó a dosis más bajas. Carnoso, verdoso, herbáceo, flores violetas, matices de reducción, crece en copa. Mucha fruta a pesar de su ya 7 años, buen envejecer

De las botellas más frutales de este vino que he abierto. Mucha fruta roja, negra, uvas!, toques de geranio, laurel... por un momento me traslada a Rias Baixas.
Con más tiempo y aire sigue predominando la fruta en nariz, con toques especiados, las notas verdes más sutiles, flores, monte bajo.
En boca es un vino sin acabar de redondearse pero empieza a ser fácil de beber, vinoso, balsámico, especiado, fresco, con esos recuerdos frutales y especiados recorriendo la boca, tanino agradable ligeramente punzante... muy bien.

Como comenta el compañero AntoDavila, falta tiempo en botella para que se afinen ciertas aristas.

En nariz es de buena intensidad apareciendo fruta del bosque, flores violetas, notas herbáceas, regaliz y especias sobre un fondo de sotobosque.

En boca tiene una entrada fresca pero amplia, buena estructura, buen paso de boca, tanino aún algo agresivo apareciendo otra vez los verdores que se detectan en nariz. final largo con buena persistencia.

Le falta un añito en botella para estar enorme.

Color cereza rubí.
Aromas de mediana-alta intensidad a frutos negros muy maduros, frutos silvestres, flores, minerales, regaliz, hierbas verdes y monte bajo. Hay cierta complejidad, aunque no la suficiente y prevalecen y dominan los toques verdes.
En boca es fresco, el paso de boca tiene buen y largo recorrido, bueno el equilibrio, aunque le falta mucha botella, magnifica estructura, taninos vivos y un pelin secantes, virtuoso el retronasal y el final bastante largo y con gran persistencia.
Un gran vino sin ninguna duda, pero que necesita bastante tiempo en botella, para acabar de pulirse.

Peculiar, particular, personal. Diferente.

Gran nariz. Compleja. Con notas de fresa, palote de fresa, también fruta roja más madura, bosque umbrío, algo de tostados, grafito.
EN boca es largo, muy largo, duro. Un vino complejo, "difícil de asumir", pero exquisitamente atractivo. Con mineralidad a raudales, dejes amargosos... parece que hayas chupado una piedra, con buena acidez (en un par de años dará mucho más de si).

Veremos su evolución, pues me queda otra botella de este, y de su hermano gemelo Pecado.