Un año y medio después volvemos con este vinito de la Ribeira Sacra, mayoritariamente mencía de más de 70 años (80%) acompañada por Caiño Tinto y Sousón 10% y entre Brancellao, Merenzao y Garnacha Tintorera otro 10%, pero ojo que son seis viníferas. Abrimos la botella y dejamos respirar por espacio de una hora. Tapón en perfecto estado, compacto y tintado 1 mm desde su base. Realizamos la valoración a casi 18°C.
VISUAL: Mantiene un color rojo picota de capa media-alta con un amplio ribete rubí, brillante y luminoso. Presenta abundante lágrima, esbelta y transparente (93).
OLFATIVA: A copa parada asoman aromas balsámicos de eucalipto y acompotados (mermelada de ciruelas). Al agitar el líquido emana fragancias de flor marchita, herbáceos de té negro y laurel, notas minerales pizarrosas para terminar con apuntes terciarios de cacao en polvo, tabaco mentolado y unos elegantísimos tostados que nos recuerdan su crianza en barrica. Finísimo bouquet, muy complejo y de intensidad media (92).
GUSTATIVA: En boca mantiene un punch enérgico, alta acidez con los taninos ya más puliditos que en 2018. Bastante amplio en boca, seco pero de gran elegancia, muy redondito en estos momentos. Paso por boca mineral y frutoso, una delicia, perfectamente equilibrado, con aromas retronasales a tierra mojada y notas especiadas de fenogreco. Post-gusto carnosito, intenso y elegante, qué bien le ha sentado la botella amigos. Realmente en su clímax bajo mi punto de vista, un vinazo en toda regla, con las seis viníferas aportando su granito de arena para construir este delicioso elixir, complejo y sabroso, una delicia!! Decíamos en 2018 que no sabíamos cómo iba a evolucionar... pues de forma fantástica amigos, ha perdido un poco en nariz pero se ha venido arriba en boca, una maravilla!! (94).
La RCP la subimos a muy buena. Pese a que cueste 20 euros se ha convertido en un vinazo.
MARIDAJE: Nos lo tomamos con cuatro ágapes distintos. El primero fue nuestro recurrente surtido de embutidos ibéricos de los lunes. Después acompañó un pollo al horno con orégano y patatitas panadera y en la tercera ocasión fue con unos lomos de albacora a la salvia con almejas. Nos lo terminamos con unos chuletones de lomo macerados en zumo de naranja y ajitos. Decir que con la albacora lo enfriamos a 12°C y resulto un fantástico maridaje, notas salinas y herbáceas del pescado perfectamente equilibradas con los frescos apuntes frutosos del vino. También lo destacamos con el lomo a la naranja. Deliciosos sabores cárnicos con recuerdos cítricos en total armonía con la mineralidad de nuestra mencía, una delicia!
Salud-os!!
Compramos este vino confieso que curiosos por la alta puntuación recibida en algunas guías y por un precio asequible. Abrimos la botella y dejamos respirar por espacio de una hora y media. Tapón correcto, compacto, tintado en la base, quizás un pelín corto. Servimos a 16°C.
VISUAL: Presenta un color rojo picota de capa alta con un amplio ribete cardenalicio resplandeciente. De lágrima densa, lenta y abundante (95).
OLFATIVA: A copa parada aparecen aromas de fruta negra en compota y a pan de higos. Al agitar desprende notas balsámicas y ahumadas, apuntes de castañas asadas, especiados de fenogreco y clavo, herbáceos de estragón y regaliz y unos intensos terciarios: cacao en polvo, cuero curtido, café en grano y ebanistería fina. Con toda seguridad las seis viníferas de su coupage son las responsables de tan deliciosa complejidad. De intensidad media (94).
GUSTATIVA: En boca posee un punch enérgico, con alta acidez y los taninos todavía marcados, un pelín verdes. Amplio, ligeramente carnoso, con cuerpo. Su paso por boca es seco, balsámico y frutal. En retronasal de nuevo recuerdos ahumados, especiados y amaderados. Persistencia de un minuto escaso. Curiosa mencía, muy bien acompañada por sus hermanas locales, potente en su ataque pero un poco corta en el post-gusto. No obstante su nariz es deliciosa, mejor que en boca. No sabría decir cómo evolucionará en los próximos años, pero como nos queda otra botella ya lo contaremos (86).
La RCP la dejaremos en correcta. Es un buen vino pero cuesta casi 20 euros.
MARIDAJE: Tuvimos ocasión de tomarnos este vino en tres comidas. Con un arrocito seco de gambas y puntillas y un aperitivo de pulpo a la gallega, con un bistec de ternera y con un lomo de albacora al eneldo. Con la paellita fue delicioso, su frutosidad combinó a la perfección con los sabores marinos. Con la carne otro tremendo disfrute, jugosa ternera armonizando maravillosamente con los apuntes balsámicos y amaderados de nuestra mencía. Y por último, con el atún al eneldo sensacional, jugoso pescado y notas herbáceas intimando con las notas especiadas y ahumadas. Muy gastronómico y perfectamente maridable con pescados.
Salud-os!!
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