Color dorado y reflejo de oro viejo. Color con tonos de madurez. Gruesa lágrima.

Nariz inicialmente que se muestra tímida y con un fondo de humedad. Con tiempo y aireación el vino se va limpiando y va dando lo que se espera de él. Fruta de hueso, mousse de limón, flores blancas secas, unos ligeros ahumados provenientes de la crianza, laurel seco, aromas salinos,fondo terroso.

La entrada en la boca es de un signo netamente evolutivo. Es misterioso, cambiante, el vino juega contigo pero se muestra siempre rocoso, afilado y con un trama muy compacta. Proporciona muchos matices y complejidad, no muestra síntomas de fatiga. Es salino, mineral a raudales y de un final prolongado y refrescante. Una Maravilla.

Botella nº 270
De color amarillo dorado, con reflejos también dorados y lagrima de gran densidad.
En nariz se aprecia tanto fruta blanca como amarilla bastante madura, notas herbáceas, anisados, mantequilla, bollería fina y la madera se intuye muy de fondo.
En boca tiene una entrada fresca, glicérica, untuosa, con una excelente acidez y un postgusto de medio recorrido con recuerdos especiados, cítricos, minerales y un final ligeramente amargoso.
A ciegas fácilmente lo pondrías en Borgoña.
Por suerte aún me queda una última botella.

Había tomado este vino en el verano pasado y ya no me acordaba bien de lo bueno que es. Está en un momento tremendo.

Tiene un color precioso, amarillo dorado, con lágrima abundante, brillante.

La nariz es espectacular, compleja. Fruta blanca y de hueso madura, cítricos, toques herbáceos y un fondo mineral. Hay toques de bollería y ligeros recuerdos de la madera.

En boca es terciopelo, sedoso pero con acidez, fresco, cítrico.

Es una pena no tener más botellas de esta añada porque tiene vida para rato.

Es la tercera botella que tengo la suerte de probar y nada mas que hace crecer y crecer en botella, hasta donde llegará, solo el tiempo lo sabe.
En este momento se haya en un momento espectacular, una nariz sorprendentemente expresiva, fruta blanca madura, enorme carga mineral, flores, herbaceos, ligeras notas ahumadas, mantequilla...
En boca igual, fresco, directo, untuoso, acidez muy viva, postgusto muy largo, cítrico, mineral, una pasada...
Un ribeiro que puede mirar directamente a la cara a cualquier blanco de talla mundial.

....el vino se mantiene impresionante, parece que está igual que hace un año.

En nariz freco y mineral, cítricos y piedra mojada.

En boca es puro equilibrio, untuoso pero muy ligero y profundo.

Va para muchos años.

Color amarillo pálido con destellos verdosos, limpio y brillante.
La nariz es de buena intensidad, compleja pero a la vez fresca, manzana ácida, lima, albaricoque, flores blancas, hierbas de monte, ligeras vainillas y marcada mineralidad, preciosa nariz.
En boca tiene una gran entrada, fresco, excelente acidez que marca su paso, frutal, estructurado y con un final muy cítrico, largo y persistente, en el que también aparecen de nuevo las notas minerales.
Sorprendente ribeiro, fresco y complejo a un tiempo. Espectacular, un gran blanco.

Otro mas de sobaquillo, esta vez de Sergio.

Amarillo limpio, pajizo y con destellos dorados.

Nariz peculiar y compleja, frutas blancas, hernaceos, notas minerales y citricas que van a más cuando se templa y airea en copa. Increiblemente expresivo.

En boca ya es el acabose, faso fresco, sabroso, estructurado, con una acidez que lo hace un vino sobresaliente y que parece que no se acaba nunca.

Un grata sorpresa la que dió este ribeiro.

Amarillo pajizo, limpio , brillante y con lagrima ancha.
Nariz muy alta con toques de petroleo y fondo salino con marcado caracter mineral. Luego entran y , entran fuerte, las frutas blancas , la matequilla, las flores . Al principio me recordó a un riesling y luego a una chardonnay

Paso por boca con cuerpo medio , graso, untuoso y con una notable acidez. Sabor rotundo , pero elegante. Postgusto muy largo.
Estupendo vino

Grandísimo Ribeiro del que, para mi, es el mejor elaborador de la zona.

De color amarillo pajizo con destellos dorados, limpio, brillante y con una lágrima bastante densa.

Es bueno dejarlo airear, con la oxigenación y el aumento de temperatura van cambiando los aromas de fruta blanca madura a fruta de hueso. También notas cítricas, flores blancas, notas herbáceas, luego notas de mantequilla, ligeros ahumados y un fondo mineral que envuelve todo el conjunto. Una locura de nariz.

En boca es una auténtica maravilla. Es sabroso, untuoso, con cuerpo pero muy fresco con una gran acidez, madera perfectamente integrada, paso de boca elegante, final largo con notas amargas y un recuerdo mineral intenso.

Hasta la fecha mi blanco favorito. Elegante, fresco y complejo.

Guardaré unas botellas para ver qué pasa con el paso del tiempo.

Color amarillo claro con toques dorados verdosos brillantes.
Aromas de buena intensidad a cítricos, frutos blancos con buena madurez, frutos amarillos, flores, minerales, hierbas aromáticas y de monte, toques verdes y de mantequilla, muy buena la complejidad y expresividad frutal.
En boca es sabroso y frutal, el paso de boca con largo recorrido y gran acidez, magnífica la complejidad y la elocuente frutosidad, limpio paso de boca, mucha personalidad y unos cítricos muy brillantes, aunque un poco sobresalientes, final muy largo y maravillosa persitencia.
Aunque no soy de blancos gallegos, tengo que reconocer que es uno de los mejores que he probado en mi vida, si no el mejor, y que conste que he probado al "famoso" Do Ferreiro Cepas Velhas.
Un gran blanco que cuesta sobre los 24-30 € y que tiene un buen corcho y una excelente RCP.
Nunca, nunca, me hubiese esperado esto de un Ribeiro.