Color amarillo limón con reflejos verdes, limpieza y buen brillo.
Nariz con profusión de fruta (de carne blanca y cítricos amables) y alguna nota herbácea. Los lácteos están marcados con un punto ligeramente amargo y ácido.
La boca es cítrica y y afilada, con buena acidez y final graso. Sabor frutal y menta en retronasal.
Buen potencial.

Amarillo pajizo oro. Nariz elegante y con buena intensidad despliega aromas de frutas blancas y amarillas en sazón, también hay esa sensación de hueso de albaricoque, piña y hoja de limonero. Recuerdos de heno, ciertos toquecitos cremosos, mineral de canto rodado, verdín de río y las flores de su ribera. Matiz herbáceo que se entremezcla con alguna notita especiada y esa cremosidad que antes decía originaria de la crianza en botella que también llega a recordar a las pastas de té, siempre con ese deje herbáceo / vegetal. La boca es rica, con buena acidez, pero evolucionada, que deja a la fruta amarilla en el paso de forma consistente y elegante, pero también algo delgado. Posgusto fresco de piña, retronasal vegetal / herbácea y en donde sale la cremita y la fruta más madurita ( ciruelas y piña ). Quizás lo noto con una nariz buena pero no muy compleja en aspectos terciarios, en la boca le ocurre lo mismo, está bien pero quizás le echo en falta algo más de carácter y razón. Me da la sensación que la clave está en el coupage de variedades utilizadas. Esta en perfecto estado para disfrutarlo ahora y dentro de unos años también. Un vino en su sitio.

Vino encerrado en una botella bordelesa, vestida con una original etiqueta y cerrada con un corcho de calidad que está en perfecto estado.
A la vista un color amarillo pálido, limpio y brillante, fina lágrima que se desliza con pereza por el cáliz de la copa.
En nariz buenas e intensas frutas cítricas, melocotón y tropicales de piña.
En boca está elegante, fino, fresco, con mucha carga frutal en la que sobresalen los cítricos en sazón. Está untuoso y sedoso. Muy grato y fresco paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,30.
Es una bodega a la que siempre he tenido especial cariño. Fué la primera bodega que conocí de Rias Bajas a mediados de los años 80. Rosa la hija de Santiago Ruiz tuvo la amabilidad de enseñármela y fué con sus vinos donde supe que los albariños saben envejecer.

Hoy para celebrar el Santo Patrón de España qué mejor que un Albariño que por nombre lleva el del apóstol. Amarillo con destellos dorados, nariz con notas de albaricoque, pera, manzana, piña, plátano, y cítricos, con toques lácticos y de un puntito vegetal. Boca muy frutal, con peso, buena acidez cítrica y un final medio largo.
Está rico y creo que mejorará.

Color amarillo dorado pálido con ribete dorado verdoso, limpio y brillante. 
Nariz de intensidad media con aromas de fruta de hueso e hinojo.
En boca muestra fruta tropical y notas herbáceas, su cuerpo es medio, final de carácter amargoso suave de persistencia media. 

Color amarillo pálido con destellos verdosos.
La nariz es de buena intensidad, varietal, llama la atención una frescura balsámica que rápidamente se acompaña de notas vegetales, cítricos, manzana y un punto mineral.
En boca tiene buena entrada, fresco, con buena acidez, frutal en boca, paso elegante de buena estructura, ligeros amargos y final de buena longitud.
Siempre un buen albariño al que le falta algo de "chicha" en esta añada.

Con su etiqueta infantil, muy bien explicada en la contraetiqueta. Botella bordelesa, cápsula corriente, corcho de buena calidad.
Color amarillo claro, reflejos metálicos, limpio y brillante.
Nariz de intensidad media, cítricos, gominola de plátano.
En boca gana presencia y calidad, acídulo, fresco y delicado.
Está muy bueno y todavía ganará en botella.

Visual:

Amarillo limón, limpio y brillante.

Olfativa:

Hierba fresca, algo de vegetal, chuche efervescente, cítricos y lácteos formando un delicioso yogurt de limón, mentolados muy ligeros y fruta blanca. Un perfil muy fresco.

Gustativa:

Entrada fresca, de paso tímidamente ácido y final amargo. Es untuoso, tiene matices de levaduras y fruta blanca. Un blanco gastronómico.

Amarillo pálido con reflejos verdosos, limpio y brillante.
Nariz de alta intensidad, muy fresca, marcada por notas herbáceas, cítricos, fruta blanca, notas balsámicas, nariz muy fresca y fragante.
En boca tiene buen paso, amplio, muy seco, acidez correcta y cítrica, cierta untuosidad, en boca vuelven los cítricos y herbáceos.
Creo que la botella afinará el vino.

El vino Santiago Ruiz 2014 tiene color amarillo limón con reflejos verdosos.
En nariz se muestra muy frutal y fragante, con aromas de pera y mandarina. También se encuentran notas herbáceas y lácteas que recuerdan al yogurt de limón. Buena definición y perfilado.
El ataque en boca es amplio, cítrico y muy afilado. La acidez está muy marcada pero su final untuoso y unas notas de uva moscatel lo equilibran. Encontramos menta en retronasal.
Un albariño que promete.