Comienza con una notas ahumadas, a incienso y muchas e intensas especias. Hay una fruta melosa, muy golosa, fragante, con un eco, leve, insinuante de fruta compotada, algo licorosa. Hay pimiento rojo, madera de cedro, tabaco turco, higo, fresa muy madura, membrillo, todo envuelto en un fondo especiado y balsámico.

En boca se muestra más fresco, jugoso, la madera seca algo, pero cuanto apenas, la fruta gana y me sorprende, te llena de aromas que perduran hacen al vino agradable, hasta delicado.

Bobal en altura que da un perfil diferente al de la vecina zona de Utiel-Requena. Color picota de buena capa con ribete granatoso. Comienza algo reducido en nariz y necesita algo de trabajo en copa, para dar paso a intensas notas de moka, sobre un fondo de fruta roja madura, algo de monte bajo mediterráneo y toques goloso de caramelo de cereza. En boca tiene buen ataque, con cierta corpulencia (en comparación con el Irrepetible), textura algo terrosa, buena acidez, un toque mineral, con tanino bastante pulido, bien de amargos, largo y con un final fresco.

Este vino se hace en Landete a 1050 metros de altura, en un clima continental con alguna influencia mediterránea. Este es un 100% Bobal de Rosalía Molina, enóloga de altura.
El vino se nos presenta con un aspecto vivo, brillante con capa media alta. En nariz a copa parada se muestra franco, con buena intensidad aromática. Llama la atención por su armonía y elegancia. Cuando agitamos la copa se intensifican los aromas y se reafirma en su primera impresión. Fruta roja en sazón, balsámicos de hierbas aromáticas, un fino y aromático roble de fondo, dando soporte, abrazando con su delicada vainilla.
En boca el ataque es sabroso y fresco, su paso nos despierta las papilas, que disfrutan alegres el paso del vino. Al final queda un buen recuerdo , el flavor es envolvente y complejo. Nos deja dos ideas EQUILIBRIO y ELEGANCIA.