Rojo rubí, ribete atejado, capa media-alta.
Con buena intensidad en nariz, se muestra potente y complejo, pletórico en estos momentos. Notas de una fruta roja mejor definida, flores secas, un fondo especiado, ahumado y mineral, con ciertas trazas terrosas que definen los vinos de la zona, chocolate negro y tabaco de pipa. Complejo.
En boca está entero y es muy directo, perfectamente balanceado entre fuerza y elegancia, en un momento de consumo ideal por su buena acidez y su justa concentración, dejando en el final recuerdos frutales y sensaciones terrosas, con un tanino presente pero noble y una buena persistencia.
El Domaine Pierre Bourée se encuentra en Gevrey-Chambertin y se nota por tanto que los vinos de este pueblo son la especialidad de la casa, al menos entre los “villages” de la añada 83 que probamos fue el mejor de todos, un Gevrey con el carácter que esperamos pero con clase y equilibrio. Francamente bueno.