En el año 2021 Alma aterriza en Bodega Marañones. Bodega Marañones es el reflejo de sus parajes singulares que se elevan entre los 650 y los 850 metros de altitud en la Sierra de Gredos. Pequeñas parcelas que conforman un mosaico de viñedos de excepcional color paisajístico y enológico dentro de la denominación de origen vinos de Madrid.
La bodega y sus viñas están situada al suroeste de la Comunidad de Madrid, entre Toledo y Ávila y en la confluencia de la Sierra de Gredos y la Sierra de Guadarrama. A 70 km de la capital. En San Martín de Valdeiglesias. La finca se compone de un entorno de enorme riqueza paisajística y con una biodiversidad excepcional y permite elaborar unos vinos que son el reflejo más fiel de su origen.
En la actualidad Marañones cuenta con 40 hectáreas de superficie de las cuales 25 hectáreas se corresponden a viñedo, en su mayoría situadas en la finca homónima.
Marañones se compone de un mosaico de pequeñas parcelas que se concentran en su finca homónima -principalmente- a las que se suman otras distribuidas por diferentes puntos de San Martín de Valdeiglesias. Su orografía diversa y una orientación norte en la mayoría de estas parcelas conforman un paisaje de viñedo singular. Las variedades dominantes que podemos encontrar en la finca son autóctonas de la zona: la garnacha, la albillo real y la moscatel de grano menudo.
Las parcelas de viñedo son pequeñas, hasta sumar las 25 hectáreas. Son explotaciones ordenadas, muy integradas en el contexto paisajístico, que acondicionan los elementos tradicionales, sin generar rupturas con los aspectos más innovadores de la agricultura orgánica.
En Marañones confluyen las sierras de Gredos y Guadarrama así como una intensa red de fallas que configura una malla hidrográfica profusa, organizada en torno al río Alberche y que nutre los embalses del Burguillo, San Juan y Picadas. Su recorrido, de oeste a sur, dibuja un amplio giro que abraza y humidifica la comarca atemperando los rigores climáticos tanto estivales como invernales. Los cercanos valles del Alto y Bajo Alberche, el valle del Tiétar y el valle de Iruelas sitúan a la finca de Marañones como epicentro de un entorno único.
La geología de la finca está compuesta por rocas graníticas hercínicas. Adamelitas con megacristales y microagregados torralíticos. La estructura se disemina en grandes bloques elevados y depresiones ordenados mediante un sistema de fallas en la que ese granito predomina en todo el entorno. Tanto la orografía, como la orientación y la exposición de cada viña sumado a las variaciones interanuales de temperaturas y precipitaciones, dan como resultado entornos micro-climáticos que llegan a matizar la respuesta anual de los viñedos.
A lo largo del recorrido de la finca Marañones podemos encontrarnos una vegetación de excepcional riqueza y valor. El respeto a la biodiversidad y la búsqueda del equilibrio con el ecosistema es uno de sus principales ejes de actuación y de su trabajo diario. Las encinas, los robles, olivos, pinos, cornicabras y chaparras son protagonistas durante toda la visita a la finca. El bosque bajo y las aromáticas como el romero, el tomillo y el espliego están presentes en todo el recorrido y su fragancia inunda todo el espacio.
El clima mediterráneo, seco y templado, con temperaturas medias anuales en torno a los 12º - 14º grados, tiene inviernos largos y fríos así como veranos calurosos y secos. La media anual de precipitaciones se sitúa alrededor de los 500 a 550 litros por metro cuadrado y en su mayoría suele darse durante los meses de otoño y primavera.
En la finca de Marañones encontramos una singularidad que la hace única: su altitud se sitúa en torno a los 850 metros y el relieve fluye entre desniveles y pendientes suaves pero marcados. No entenderían trabajar este patrimonio paisajístico sino es con un cultivo ecológico certificado y, yendo un paso más allá, también lo hacen como agricultura biodinámica.
Se ha realizado un estudio integral de la descripción de los distintos perfiles y la toma de muestras para conocer en profundidad los suelos sobre los que hundes las raíces las cepas. De las calicatas realizadas se desprende que mayoritariamente el suelo tiene una tipología franco-arenosa proveniente de la meteorización del granito rosa y marrón. En la parte baja de la finca, existen suelos muy profundos con materia orgánica y una base de granito. En la parte alta destaca la singularidad de los suelos con una presencia de carga mineral extraordinaria (feldespatos blancos o moscovitas). Se trabaja la recuperación microbiológica del suelo a través de cubiertas vegetales espontáneas, sembradas y de flores. A través del proyecto de innovación VITICOS se analiza el efecto de las cubiertas vegetales en la capacidad de incrementar el carbono orgánico en suelo de un viñedo ecológico y biodinámico en el contexto de cambio climático.
Se trabaja la tierra con acciones que minimicen el impacto en la viña y en el ecosistema. Entre las medidas para lograr el máximo respeto y lograr el equilibrio con el entorno se ha recuperado la antigua usanza de arar la viña de forma tradicional con mulas. Las labores de viticultura se llevan en ecológico que permite la obtención de las ecoayudas de la PAC.
Esmero, honestidad y respeto. En Marañones plantean un programa concreto de trabajo que incide sobre procesos continuos de mejora en torno a diferentes aspectos esenciales para el desarrollo de vinos de calidad. Buscan devolver a la sociedad y al territorio parte de los logros conseguidos con su trabajo. Una conexión entre proyecto y territorio basada en contribuir a mejorar e impulsar el entorno a partir del desarrollo económico generado y a fortalecer valores como el respeto por el medioambiente, la cultura y la vocación por el esfuerzo y el trabajo bien hecho.
Para tal fin el compromiso toma el paisaje como objeto esencial en el que confluyen medio ambiente y medio humano, y como vehículo desde el que abordar retos competitivos a partir de soluciones concretas.
30.000 Maravedíes
30.000 maravedíes es un vino de pueblo que muestra las condiciones climáticas de San Martín de Valdeiglesias. En las estribaciones de Gredos, entre elevaciones marcadas por los valles del Alto y Bajo Alberche, el valle de Iruelas y el del Alto Tiétar, las cepas retienen un perfil mesoclimático y edafológico único: entre 650 y 850 metros sobre el nivel del mar, pluviometría de montaña y la marca del granito en textura arenosa. 30.000 maravedíes está elaborado a partir de garnacha tinta y con un pequeño porcentaje de variedades locales en busca de representar fielmente la realidad del entorno. Frescura. El carácter frutal y delicado de la garnacha. Reflejo en botella de suelos, orientaciones y viñedos diversos. Expresión de la historia vitícola de San Martín de Valdeiglesias.
Marañones
Marañones es un vino de finca con el carácter del mesoclima y de los tres tipos de granito de Gredos: granito blanco, granito marrón y granito rosa. La textura arenosa y la conducción en vaso de las cepas de entre 50 y 70 años de garnacha revelan una identidad única con el ensamblaje de las pequeñas parcelas de la finca. Los más de 800 metros de altitud favorecen una maduración lenta de las uvas. Los vientos ayudan a una gestión de la viticultura extremadamente respetuosa con el entorno. El ecosistema creado aporta una pluralidad particular en los vinos.
Peña Caballera
Peña Caballera es un vino que procede de la parcela homónima situada en lo más alto de la finca Marañones. La hectárea y media de cepas viejas de garnacha sobre suelos graníticos se elevan sobre el resto de viñas de San Martín de Valdeiglesias: a 850 metros de altitud y con una marcada orientación norte, las uvas maduran pausadamente adquiriendo la máxima complejidad. La filosofía de respeto en viticultura y elaboración logran la expresión plena de una viña excepcional. Frescura de la sierra de Gredos. Equilibrio del paisaje de Marañones. La identidad de una parcela extraordinaria. Floralidad y finura de la garnacha. Final delicado y elegante.
Marañones - Picarana
Picarana es la expresión del albillo real con el mesoclima de la finca Marañones. La aireación natural, la frescura de la altitud y la orientación de las parcelas otorgan un equilibrio sobresaliente en viña. Las cepas de entre 30 y 70 años conducidas en vaso y con porte rastrero ofrecen unos rendimientos muy escasos y limitados a pequeños racimos. La filosofía de respeto en viticultura y elaboración muestra el carácter varietal en una elaboración de finca. Sobriedad floral. Complejidad y textura de terruño. El perfil del albillo real en San Martín de Valdeiglesias. Matices delicados, equilibrio en maduración y un final largo y elegante.
Peña Cruzada (Pies Descalzos)
Peña Cruzada se sitúa en las ondulaciones del límite de Gredos entre la finca Marañones y San Martín de Valdeiglesias. Las 0,7 ha de cepas viejas de albillo real, su suelo de granito rosa y el mesoclima de la viña llenan de matices esta viña. Su homogeneidad e integración con el entorno lo complementan. Una viña excepcional. Elegancia y longitud. La expresión pura de la parcela Peña Cruzada. El equilibrio en viña entre viticultura, suelo, clima y variedad. Vino de guarda.
Alma Carraovejas es el concepto que aúna, bajo una misma cultura corporativa, diferentes proyectos vitivinícolas y gastronómicos repartidos por toda la geografía nacional. Alma Carraovejas surge de Pago de Carraovejas, pero se desarrolla durante la historia de la bodega. Alma Carraovejas llega en 2013 a Ossian, un proyecto único de cepas prefiloxéricas de verdejo con una de las historias más largas de la península ibérica.
En 2017 nace, junto a las instalaciones de Pago de Carraovejas en Peñafiel, el nuevo Restaurante Ambivium, reconocido hoy con una Estrella Michelin, dos soles Repsol y una recientemente conseguida Estrella Verde que reconoce la labor y el trabajo por la sostenibilidad del entorno por parte de cocina, sumillería y sala. En 2018, fruto de años de trabajo en la zona, surge Milsetentayseis, el proyecto asentado en Fuentenebro. Este término es la parte sur y con más altitud de la Ribera del Duero donde se pretende reinterpretar el pasado auténtico del viñedo del municipio.
Alma Carraovejas llega a Galicia en 2019 para dar continuidad de dos proyectos que aspiran a rememorar la historia de Ribeiro, una de las zonas vitivinícolas más antiguas del mundo: Viña Meín y Emilio Rojo.
El año 2020 se cumple un sueño para el equipo de Alma con la llegada a Leza, en Rioja Alavesa: nace el proyecto Aiurri con viñedo en la ladera izquierda del valle del Ebro bajo la influencia de la Sierra de Toloño. Paralelamente surge SV wines, la importadora de vinos de Alma Carraovejas con la que se pretende acercar elaboraciones únicas de viñedos singulares de todo el mundo.
El nacimiento de la fundación ‘Cultura Líquida’ se cierra en 2021: una nueva apuesta por fomentar la cultura del viñedo y del vino en nuestro país. Previamente, se había continuado con el sexto proyecto vitivinícola de Alma Carraovejas: Bodega Marañones. El viñedo de indudable valor de San Martín de Valdeiglesias, en las estribaciones de la sierra de Gredos, acerca a Alma hasta la DO Vinos de Madrid.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Personalizar”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.