Raventós i Blanc, fiel a su tradición, sitúa la relación entre el hombre y la naturaleza en el centro de su filosofía de elaboración. Con el objetivo de conseguir la máxima autenticidad y tipicidad en nuestros vinos, recuperamos el cultivo tradicional que se desempeñaba en nuestra finca ya en el año 1497. A esta nueva filosofía de elaboración de vinos espumosos a partir de la viña la empezamos a llamar biosinergia; el estudio de las fuerzas de interacción entre el suelo, el microclima, la planta, los animales y el equipo humano de nuestra finca.
A través de unos requisitos estrictos de viticultura que nos ayuden a transmitir y conocer mejor nuestra tradición vitícola, la fuerza de nuestra tierra, las tipicidades de nuestras uvas y las características de nuestro suelo, para reivindicar el inmenso potencial de nuestro terruño para elaborar vinos espumosos, como ya decía nuestro antepasado Manuel Raventós Domènech, en sus escritos de 1928
Queremos que los vinos de Raventós i Blanc tengan un nombre propio; Conca del Riu Anoia, el nombre de una pequeña área geográfica, delimitada en el Valle del Rio Anoia, entre el mar Mediterráneo y la Serralada Pre litoral Catalana.
Conca del riu Anoia, el nombre de una zona geográfica con unas características comunes: una historia vitícola milenaria; historia geológica de formación de suelos; variedades autóctonas; clima del Penedés oriental. Vinos sinceros fruto de una finca, de unos suelos, un clima y unas uvas locales. Soñamos con una DO local, que nos ayude a explicar mejor nuestros vinos y a transmitirlos en el mundo.
Una historia familiar arraigada a una misma finca desde 1497. 21 generaciones trabajando la misma tierra: 90 hectáreas de viñedo, bosque y lago, con un clima mediterráneo y un microclima concreto determinado por el lago y las masas boscosas, 100% variedades autóctonas, suelos con terrazas de más de 16 millones de años de antigüedad con suelos calcáreos con fósiles marinos. Condiciones ideales para la elaboración de vinos de alta expresión mineral.
Costers del Serral: las unidades geológicas de esta zona están formadas por sedimentos de origen marino y litorales con unos 16 millones de años de edad. Los sedimentos de origen marino son arcillas grises, arenas con fragmentos pequeños de fosiles y arenas con codols y grandes fragmentos de fossiles (caracoles de mar, almejas y ostras). Los sedimentos litorales son arenas de color marrón ricas en cuarzo y mica, poco consolidadas y con presencia esporádica de fragmentos de roca provenientes del Montseny y del Maresme.
Vinya més alta: La vinya més alta reposa sobre conglomerados de origen contintental que tienen entre 2 y 5 millones de años de edad. Los conglomerados están formados por fragmentos sueltos de roca redondeada que llegan fácilmente a los 20 cm de diámetro. Entre los fragmentos que encontramos en esta zona hay sobretodo rocas calcarías arrancadas de unidades muy antiguas presentes en la sierra Prelitoral. Estos conglomerados llegaron gracias a avenidas torrenciales de agua cargada de material erosionado de la Sierra Prelitoral.
Viñas del Cuaternario: Estas viñas están encima de grandes extensiones planes situadas a dos niveles topográficos diferentes y formados por sedimentos dejados por el Riu Anoia en el último millón de años. Estos sedimentos son, por un lado, arcillas y limas de color marrón oscuro y gris con algunos nódulos de carbonato de calcio y, por otra, codols redondos formados esencialmente por calcarías.
Pepe Raventós, enólogo de Bodegas Raentós i Blanc, nos habla de la D.O. y de la excelente cata con 6 espumosos del mundo, celebrada en el I Salón de Vinos Especiales Verema.
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