Puntuaciones Parker de vinos de la Rioja 2012

Hola Eugenio

Sin ser un entendido y no habiendo catado muchos (no por falta de ganas), creo que el fenómeno de los "vinos de alta expresión riojanos" es una respuesta al boom que se desató con Parker y la ribera del duero. Muchas bodegas de prestigio tienen una segunda línea de vinos más estructurados, criados en madera nueva, etc., por ejemplo: Aro de Muga, Dalmau de Marques de Murrieta, ... Otras bodegas nuevas (Ramirez de Ganuza, Roda) o bajo el auspicio de Bodegas clásicas (Contino bajo CVNE), también trabajan con roble nuevo, más extracción, etc. Supongo que muchas de estos vinos tienen una personalidad marcada y no se pueden englobar sin más en un estilo. No sé qué opinas.

Un saludo,
Raúl

Creo que es un debate muy interesante, mañana con más tiempo te comento mi opinión...

Sin ánimo de ofender a nadie y desde el más absoluto respeto a los gustos de todo el mundo, que un Viña Arana esté únicamente un punto por debajo de un Pisón del 2009 es un chiste de mal gusto, por poner sólo un ejemplo. A mí me parece que este señor simplemente pretende hundir la excelente evolución que ha mantenido durante los últimos años el vino español, hablando en términos de modernización y calidad. Evidentemente las puntuaciones que otorgaba Jay Miller eran totalmente desproporcionadas (por demasiado altas), no era comprensible que en España hubiese mil vinos con más de 92 puntos si se compara, por ejemplo, con las puntuaciones obtenidas por los vinos franceses. Pero desde luego lo que ha hecho este señor ahora es, a mi juicio, un disparate total.

Pues si señor, llevas toda la razón, siempre las puntuaciones de "Parker", crean polémica, a mi hay muchos vinos que no me gustan, o por lo menos que nunca puntuaría por encima de 90 puntos y otros que les daría incluso algo más. Pero eso es lo GRANDE de este mundillo, la diversidad de criterios y la pluralidad de sensaciones.
Por cierto yo conozco el vino al que ha puntuado Neil Martin con 100 puntos, lo digo y me dais un premio, juas, juas, juas, juas.
Un abrazo querido Jose.

Antoliano, esa es muy fácil y ya se ha comentado en el foro: https://www.verema.com/foros/foro-vino/temas/998668-robert-parker-cambio-tendencia

Tu te mereces un premio por muchos más motivos :-)

Bueno, ahora que saco un tiempo te comento por encima un poco. Creo que el debate entre estilo “clásico y moderno” en Rioja está muy bien porque da mucho juego, pero si analizamos el asunto detenidamente lo cierto es que estos dos conceptos pueden ser un poco difusos. ¿Por qué? Pues porque los métodos de elaboración del vino están igualmente en evolución, lo que hace 50 años era considerado moderno ahora es clásico y lo que ahora es moderno igual dentro de 50 años estará considerado como clásico. Por ejemplo bodegas consideradas como tradicionales tipo López de Heredia, Marqués de Riscal o La Rioja Alta elaboran vinos en la actualidad con sistemas modernos, hace poco estuvimos en Riscal y disponen de unos tecnificados sistemas de selección y tratamiento de la uva que hace que en la actualidad sostengan que elaboran mejores vinos que nunca, sin embargo son los primeros en reconocer que aquellas “Cuvées Medoc” de los 40’s son vinos irrepetibles. El gran vino clásico de Rioja siempre ha sido el Gran Reserva cuya definición es muy sencilla: las mejores uvas de los mejores viñedos y solo en los mejores años, crianzas muy largas en maderas viejas y vinos de lento envejecimiento que no estaban listos para su consumo cuando salían al mercado. Ahora esto ha cambiado y no siempre se usan las mejores uvas, las crianzas se han acortado y se usan maderas más nuevas y los vinos están más listos para su consumo, pero esto es algo que demanda el mercado en general y que es consecuencia de la lógica evolución en la elaboración de los vinos, no tiene nada que ver en ello la opinión de un crítico en concreto.

Y sin embargo si pruebas cualquier buen GR actual tipo Marqués de Riscal, Tondonia, Castillo Ygay, Contino o GR 904/890 te das cuenta de que lo más importante, que es la esencia de un estilo y de una tierra no se ha perdido y los vinos te siguen diciendo de dónde vienen. Lo mismo ocurre con los vinos de corte más moderno tipo Barón de Chirel, Torre Muga, Contino Viña del Olivo, Roda I, Dalmau, Remírez de Ganuza Reserva, etc. Estos vinos no dejan de ser riojanos, son elaboraciones de corte más actual, con crianzas más cortas, maderas nuevas de origen francés, quizá mayores extracciones, pero a la hora de la verdad muchos de ellos continúan convergiendo con los parámetros clásicos de Rioja con el tiempo y no tienes nada más que probar un Barón de Chirel 95/96, un Torre Muga 95, un Pisón 95 o un Contino Viña del Olivo 96 para darte cuenta de ello. Al final los grandes vinos están por encima de una elaboración y lo que tienen que expresar es su uva, su terruño de origen, y todos estos que te cito lo muestran.

Con esto te quiero comentar que para mí todo esto es fruto de una evolución lógica en los métodos de elaboración, pero al final sólo los grandes son los que muestran su terruño de origen de forma inequívoca y eso está siempre por encima de las modas. Si una bodega con 150 o 200 años de tradición elaboradora cambia sus métodos por la opinión de un prestigioso crítico pues mal asunto.

Saludos,
Eugenio.

¿por encima? ¿un poco?

A ver si tenemos suerte, esta claro que todo lo que se abre por debajo del 70 es una loteria, llega a tus manos desde a saber que calidad de conservacion.

Ya nos ha pasado, y lo sabes, tener que abrir dos 61 porque uno al fregadero.

Somos terrenales, no nos ha tocado lo de la flor en el culo, porque veo que por aqui se abren botellas con lustro a las espaldas y todas requeteguais.

Más que lotería. Con una botella vieja en buen estado, lo máximo que sacas son terciarios en un 99% de los casos. Lo demás son pajas mentales. Puedes decir que son joyas y creértelo, pero de ahí a decir que se disfruta con esos vinos, aparte de lo emocional, poco.

No sé si estoy a la altura de este debate y es que partimos desde posiciones muy diferentes. Has probado muchos grandes vinos y sabes con seguridad de lo que hablas. Yo he leído más de lo que he catado y tiendo a recoger ideas que circulan por la red. A menudo puedo caer en el error de generalizar o de tomar ideas prestadas. A veces es más fácil simplificar la realidad y agrupar la información en pares opuestos (ya sabes el mundo en blanco y negro): madera vieja vs nueva, clásico vs moderno, globalización vs terruño, modernización vs tradición, etc.
Estoy de acuerdo contigo, la modernización en la elaboración del vino no tiene por qué ser sinónimo de pérdida de identidad (precisamente la Rioja tiene historia suficiente para no perder la suya). Gracias a la tecnología se puede contolar cada paso del proceso de vinificación. Supongo que antes se estaba mucho más expuesto a los caprichos del clima. Hoy, añadas complicadas como la 2007 han dado por lo visto (me remito a opiniones de Peñin, y a alguna experiencia propia) vinos buenos, seguro que gracias a ese control en la vinificación. Y esto no tiene nada que ver con perder el carácter, etc.
Lo que pasa es que tras ver Mondovino (soy consciente que es sesgado) y leer entrevistas de los antiparkianos (Alice Feiring, Gerry Dawes) ha aumentado mi suspicacia frente a la buena intención de las nuevas tendencias enológicas. Y con buena intención me refiero al valor de apostar por algo propio frente a (intentar) complacer una maquinaria de márqueting que influye en el mercado mundial. Y es que, sabiendo lo que le gusta (gustaba?) al señor Parker, me cuesta creer que a más de un productor de prestigio no le pique ir a por los 100 puntos, con todo lo que ello supone. Teniendo terruño, cepas viejas, sol, un buen enólogo y dinero para barricas nuevas (a poder ser francesas), parece que es (o era) fórmula infalible. La pregunta es, ¿se puede jugar a este juego y no perder identidad, terruño? ¿Sabe igual esta fórmula en Toscana, California, la Rioja, Chile, etc.? Seguro que no. Ojala tuviera dinero para poder catar y contestarlo personalmente.

Saludos,
Raúl

Joder Jaime, cómo cambia tu veleta según de dónde proceda el viento, en fin….

Acuérdate de que tienes algún vino por aquí esperándote.

Saludos,
Eugenio.

(*) Yo he tenido mucha suerte con los “viejunos”, muchos de ellos venían de Santander, tú ya sabes de dónde, y poco malo me ha salido de allí. Incluso aquel Ygay 1925 que nos bebimos en tu casa estaba entero…

En cualquier caso yo sí que disfruto de estos vinos y mucho. Y no sólo en lo emocional.

Sí, por desgracia esa es una práctica bastante común, pero una cosa es obtener los 100 puntos Parker y otra muy distinta es pasar a la historia. Por ejemplo, mira en la Toscana. Los famosos “Supertuscan” cargados de cabernet, merlot y maderas francesas han podido alcanzar prestigio y ser vendidos a altos precios pero ¿tienen identidad? Pues cuando pruebas un Brunello de Salvioni o de Soldera te das cuenta de que no.

Lo que hay que hacer es beber y a partir de ahí construirte tu propia opinión sin darle excesiva importancia a lo que digan por ahí.

Saludos,
Eugenio.

Está claro que en los vinos viejos influyen varias circunstancias para que cuando los bebamos tengamos "suerte" y podamos disfrutarlos. Lógico que no nos encontremos fruta exuberante y que predominen los terciarios pero haberla la hay, al menos yo me la he tropezado.Me gustan los "viejos" aunque no he probado grandes cantidades y solo me han fallado , por estar muertos, un Bosconia Gran Reserva 1.921 y un Vega Sicilia Único de 1.941

Saludos

José Luis Giner

Claro, partimos del hecho de que con más de 30 años ya no hay grandes vinos sino grandes botellas, y por tanto es fundamental la conservación que éstas hayan tenido a lo largo de su vida, pero cuando te topas con una buena botella y yo he tenido la suerte de haberme encontrado con unas cuantas pues para mí entras en otra dimensión por complejidad aromática, redondez tánica y elegancia, por eso que viene a llamarse bouquet y que realmente existe y es una característica que a mí personalmente me fascina.

Saludos,
Eugenio.

No cambia el viento en absoluto. Yo tengo clarísimo lo que escribo, Eugenio.
Si a mi padre o a mi suegro, ambos aficionados al vino, les doy un vino de 1964 que a mi me parece perfecto (Cueros, tabaco, especias, acidez, toque metálico, algo de fruta muy al fondo en ocasiones,llámalo sutileza), me dicen que está mal sin duda. Tengo experiencias.

Que nadie se piense que en un vino viejo va a encontrar lo que en un joven porque en los primeros, en una gran proporción, todo son terciarios que nos emocionan a algunos pero que a una gran mayoría espantan.

Ahí estamos de acuerdo en todo, pero lo que no comprendía es lo que ponías en tu anterior frase en la que comentabas que de estos vinos solo se disfruta en lo emocional. Mismamente fíjate el otro día en El Padre, hubo a una persona a la que el Giacosa no terminó de convencer porque era un vino más introspectivo y eso que un 90 no es un vino viejo, sí maduro pero no viejo. En cualquier caso yo sigo diciendo que varios de los mejores vinos que he probado en mi vida han sido botellas viejas de este estilo y que por tanto mi gusto y criterio personal está más cercano al del Sr. Martin que al del Sr Miller.

Saludos,
Eugenio.

Del estilo del Giacosa? Para mi gusto, andaba muy cerca del nebbiolo perfecto.

No me llames veleta que te retiro el saludo

Que me dices querido Jose!! Ya me toca cambiar de gustos otra vez!!!! A ver si se aclaran que asi no se me pone el morro fino , madre mia con tanto menear el rebaño se nos han perdido hasta los perros.

Sacado de la columna de AJ Linn, publicada ayer in el Diario Sur (Grupo Vocento) bajo el titulo,'¿Puntos Parker, o Martin?'

Hablando de la clasificacion 'Parker' de vinos de Rioja....

....... Los blogs y tweets de la afición vinícola están en rojo vivo, y puedan tener razón cuando preguntan, por ejemplo, como el paladar de Martin, demostrablemente inclinado hacía el corte clásico de estos vinos, pueden diferenciar tanto de lo de Miller, quien, igual que el propio Parker, prefería los de ‘mucha expresión’, por no decir ‘alta expresión’; y ¿es positivo o negativo que el mejor vino de la región española más conocida resulta ser un blanco con mucha madera? etc.

Lo que todos estos comentaristas tienen en común es que insisten en hablar de ‘Puntuaciones Parker’, cuando ese señor ni se ha movido de su casa de Baltimore, ni mucho menos ha catado ningún vino español en los últimos años.

El procedimiento de Parker es de lo más ambiguo que hay. Es como un chef famoso que te dice, ‘Vete a abrir un restaurante en mi nombre. No te visitare nunca y confió en ti para no meterme en líos…..’ Lejísimos de los concursos europeos, en los cuales los vinos son catados por grupos de expertos, y el resultado final es fruto de un consenso entre ellos.

Sin embargo el mismo Parker advirtió hace tiempo que la puntuación que reciba un vino no hace más que reflejar la opinión del catador de torno en el momento de la cata.

Sabida la poca consistencia que hay en las catas ciegas, esto se puede traducir como, ‘El catador, Neil Martin, le ha concedido 98 puntos al vino X porque le ha gustado, pero mañana podría volver a catarlo y concederlo 92 puntos. Yo, Parker, no opino nada a causa de no haber participado en la cata.’

¿Vamos a continuar describiéndolas como Puntuaciones Parker – o es más apropiado Puntuaciones Martin? ¿Y después de Martin, a quién le tocará, ya que cada uno de sus catadores parece imponer su propio criterio y si quiera pasa olímpicamente de las tendencias de su jefe? Como consecuencia de las recomendaciones de sus abogados, encargados a investigar el affaire Campogate, Parker ha anunciado que se jubilará dentro de cinco años. En tal caso es poco probable que jamás volverá a catar vinos españoles. ¿En qué quedamos?