La controversia del ajo
pacolonso
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A vueltas con el ajo andan los italianos. Y eso me preocupa, porque el ajo es un alimento esencial de la dieta mediterránea, y hasta la fecha también lo era de la cocina italiana donde era venerado.
Otro valor añadido demostrado del ajo es su benevolencia salutífera; ora como antibiótico natural; ora como antiartrítico eficiente; y recientemente validante preventivo de enfermedades cardíacas. El ajo es bueno, es el mejor amigo del hombre, mucho más que un fiel perro.
Sin embargo, Carlo Rossella, director del telediario de Canale 5, una de las televisiones privadas más populares y propiedad de Silvio Berlusconi, ha lanzado semanas atrás una cruzada antiajo. "Huele mal, no lo digiero. Yo lo evito como un vampiro", escribió Rossella en su columna Alta Sociedad, publicada por Il Foglio, propiedad de la mujer de Berlusconi, Verónica Lario. A continuación, Rossella prometió hacer un mapa detallado de los restaurantes italianos donde el allium sativum (nombre latino del ajo) está prohibido.
Una larga lista de actores y políticos ya se había expresado en el pasado contra el ajo. Al frente de todos figura el ex primer ministro Silvio Berlusconi, quién eliminó de su dieta también la cebolla, para garantizarse un aliento fresco.
Lo que no sabe Berlusconi es que da asco por otras cosas, que ni liftings, peelings, ni aliento de rosas pueden conjurar.
También actores como Monica Bellucci y Raul Bova; empresarios como Marco Tronchetti Provera, jefe de Pirelli, y Luca Cordero di Montezemolo, jefe de FIAT; y hasta los mismos nietos del difunto Gianni Agnelli -John y Lapo Elkann-, desprecian el ajo y exigen platos cocinados sin él.
Flipante! La jet set italiana conjurada contra el ajo.
Bueno, si les molesta el olor del ajo, hay remedios muy eficaces, tales como:
Beber zumo de limón recién exprimido, es manosanto.
Tragarse un clavo entero (ojo, la especia), le mantendrá la taza bucal como un Ambipur durante varias horas.
Morder perejil o hinojo fresco funciona, pero es conveniente apartarse de la gente cuando rumíe las hojas. Queda fatal.
Tomar una cucharada de miel también es eficiente para combatir el olor a ajo, y beber un vaso de leche o de vino tinto, dicen los viejos del lugar que apacigua la bestia.
Espero que nunca llegue a España esta estúpida cruzada contra la razón de ser del all-i-oli, gazpachos, escabeches, estofados, picadas, sopas...
Berlusconi, ajo...
Otro valor añadido demostrado del ajo es su benevolencia salutífera; ora como antibiótico natural; ora como antiartrítico eficiente; y recientemente validante preventivo de enfermedades cardíacas. El ajo es bueno, es el mejor amigo del hombre, mucho más que un fiel perro.
Sin embargo, Carlo Rossella, director del telediario de Canale 5, una de las televisiones privadas más populares y propiedad de Silvio Berlusconi, ha lanzado semanas atrás una cruzada antiajo. "Huele mal, no lo digiero. Yo lo evito como un vampiro", escribió Rossella en su columna Alta Sociedad, publicada por Il Foglio, propiedad de la mujer de Berlusconi, Verónica Lario. A continuación, Rossella prometió hacer un mapa detallado de los restaurantes italianos donde el allium sativum (nombre latino del ajo) está prohibido.
Una larga lista de actores y políticos ya se había expresado en el pasado contra el ajo. Al frente de todos figura el ex primer ministro Silvio Berlusconi, quién eliminó de su dieta también la cebolla, para garantizarse un aliento fresco.
Lo que no sabe Berlusconi es que da asco por otras cosas, que ni liftings, peelings, ni aliento de rosas pueden conjurar.
También actores como Monica Bellucci y Raul Bova; empresarios como Marco Tronchetti Provera, jefe de Pirelli, y Luca Cordero di Montezemolo, jefe de FIAT; y hasta los mismos nietos del difunto Gianni Agnelli -John y Lapo Elkann-, desprecian el ajo y exigen platos cocinados sin él.
Flipante! La jet set italiana conjurada contra el ajo.
Bueno, si les molesta el olor del ajo, hay remedios muy eficaces, tales como:
Beber zumo de limón recién exprimido, es manosanto.
Tragarse un clavo entero (ojo, la especia), le mantendrá la taza bucal como un Ambipur durante varias horas.
Morder perejil o hinojo fresco funciona, pero es conveniente apartarse de la gente cuando rumíe las hojas. Queda fatal.
Tomar una cucharada de miel también es eficiente para combatir el olor a ajo, y beber un vaso de leche o de vino tinto, dicen los viejos del lugar que apacigua la bestia.
Espero que nunca llegue a España esta estúpida cruzada contra la razón de ser del all-i-oli, gazpachos, escabeches, estofados, picadas, sopas...
Berlusconi, ajo...