Mística morcilla de sangre y tintorros de hijuelas
Una tarde sin la grapadora y los folios perdidos en el fondo de la caja de helados. Uno se rie del careto que pone el encargado de la paella-express que llega con una cholas de esas que hacen ruido de ostras sexualmente potentes por el quasi-marmol del vestíbulo del Panzer de La Isleta. Irresistible. Es como un chop-chop nada fino, ni chino, ni sabe a cosa rica. Pero cruje como un trallazo hortera en la frontal del ascensor. De esos pisos que dejan aun la bolsa de basura bien cerrada al costado de la puerta para que no huela en la casa pero sí al amparo de los vecinos de escalera que cumplen todos con el mismo ritual.
Un mantel precioso. Hule y servilletas de la comunión de la sobrina. Un cubo de hielo y varias botellas alsacianas perdidas entre los espasmos del frio. La gruesa o desproporcionada morcilla negra con su piel azulada, vena perpendicular, se desgarra con el inmenso calor domestico del utensilio básico y luego en el plato está ofreciendo abierta el pulmón de carne y le cae encima una gran cucharada repleta de arándanos rojos. Es un toque de un instante. Salvaje intimidad.
Albert Bichot Morey-Saint-Denis Les Sorbets 2009
Buena intensidad de fruta madura, delicada con un equilibrio sobre una acidez bastante importante, la estructura es elegante. Tiene buena acidez y tal vez se dejan sentir los taninos demasiado secantes.
Albert Bichot Chambolle-Musigny Les Amoureuses 1er Cru 2008
Buena sensación aromática. El émbolo de la máquina frutal arrolla en boca y el vino se balancea muy bien entre notas de vaquetilla y tabacos y cerezas con toques ácidos, muy expresivo y bastante rotundo.
Albert Bichot Chassagne-Montrachet 1er Cru Vides Bourses 2007
No asusta mucho al principio. Tostaditos, pan de especias, el toque de limón y alguna vianda de carne fria, te llena la boca y se va redondeando como un bolo hasta que el peso te lo lleva dentro. Frio, alegre y multitudinario. Rico, selecto. Ponganle otras frutas a lo habitual para estos blancos de jardin continental.
Gabriel et Paul Jouard Chassagne-Montrachet 1er Cru Vides Bourses 2007
Tiza y fruta, algo de madera en la nariz, lima y muy generoso con abundantes sabores y matices que lo distinguen. Boca con fino recorrido, buena acidez, algo de especias. Los recuerdos minerales son muy buenos, es elegante y tiene un final excelente.
Hubo otros pero como siempre no hay tanto tiempo. (Domaine du Clos Frantin, Les Chaumes de Domaine Tardy, Drouhin -como siempre-, Lafarge, etc). Las crónicas del verano son atroces. La pereza no tiene color, aunque algun gradito de más.