Felices Fiestas desde Grandes Pagos del Mundo con Tenteniguada “classics”

Teneguia Malvasía dulce Botrytis (D.O. La Palma) (cata extrema decorativa)

Ya se acabó el mundo, se liquidaron existencias y llega la hora en la que las tarjetas de crédito doblan el ecuador y nos dejan en carne viva los 30 dias siguientes. Pero no hay que preocuparse. Un buchito de alegria y traguito de vino con una buenas carajacas, potajito de berros, jaramagos con cochino de pelea y escaldón casero con hierbabuena, mojito almendras y anís, lasquitas de pata con trocitos de cuero torrao, la buena listán negro para enjuagar y un dulcito a base cabello de angel o batata.

Para luego relajarse con la copa de la malvasía al uso.

Va más allá del amarillo o de un oro gastado. Mineral, muy bien equilibrada, complejos toques con melocotón fino, gotitas de fruta madura, un poquito de nuez y menta, ciruelas y piña; luego deja una frescura pronunciada, acidez perfecta, dulzura noble...

No te das cuenta. Es un trazallo que suena al rato, detrás, donde albergas el mosqueo y las tensiones y lentamente desarrolla caramelos y malta, frutos secos, moka, se mueve en boca como unos pies sobre la alfombra mullida junto al hogar de la lumbre. Cálida, sedosa, fundida, muy larga... Es una maravilla. Ni Dios habla de ella cuando debe hacerlo y solo los turistas se llevan su grato recuerdo, dejando la mesa intelectual repleta de cartabones, brújulas y metáforas para el futuro.

Hay que vivirla. Es una malvasía exageradamente colosal, amplia, tierna, lo lleva la gente en las manos, en el fuego que chispea picón y energia, es pura fruta, te puedes seguir enrollando como quieras...

Disfrútala. Te acompaña la Isla Bonita.

Disculpen. Es Navidad.